SABLE, tomado, por conducto del francés, del alem. antic. sabel (hoy säbel), que a su vez se tomó de una lengua del Este de Europa, quizás el húngaro száblya íd.

1.ª doc.: 1728, Ordenanzas Militares (Aut.).

En francés sabre se documenta desde 1598, también sable en 1625, zable h. 1640; en alemán säbel aparece desde 1428 (Kurrelmeyer, MLN XXXV, 409), también sabel (todavía en Schiller). Aunque el vocablo se encuentra en varias lenguas eslavas, ha pasado por ser oriundo de Hungría, donde junto a száblya está el verbo szabni ‘cortar’; sin embargo, V. supra s. v. GLADIO. El it. sciàbola se tomaría directamente del húngaro o de una lengua eslava; el ingl. y cat. sabre, del francés. Vid. Kluge; Skeat; Barbier, RLR LXVII, 275; J. S., en RABM 1875, p. 31.

DERIV.

Sablazo [Acad. ya 1817; el sentido figurado, todavía no en Acad. 1884, pero ya está en autores de fines del S. XIX, Pagés]; sablear; sablista.