SABANA, del taíno de Haití; antiguamente se encuentra siempre escrito y pronunciado çavána, y es palabra sin relación alguna con SÁBANA.
1.ª doc.: 1515, P. Mártir de Angleria.
Fz. de Oviedo, el P. Las Casas, y ya Angleria, atestiguan formalmente la procedencia haitiana: «llaman çavana los indios... las vegas e cerros e costas de riberas, si no tienen árboles, e a todo terreno que está sin ellos, con hierva o sin ella», «este nombre çavana se dize a la tierra que está sin arboledas, pero con mucha e alta hierva, o baxa» Fz. de Oviedo, «esta provincia tiene dos partes, la una de llanos y campiñas, que los indios llamaban çabanas, de yerba muy hermosa», «çavana, la penúltima luenga» B. de las Casas, hablando siempre de la isla de Haití; la acentuación está comprobada por muchos pasajes de Juan de Castellanos como el siguiente: «aquí llegó con hasta diez soldados, / dexando los demás en la çavana; / vió indios en canoas, bien armados, / que le hablaron lengua castellana». Hay otros muchos textos de los SS. XVI-XVII, constantemente con esta grafía (aunque los más tardíos vacilan, como es natural, entre ç- y z-, y entre -v- y -b-), y referentes todos a tierras americanas; vid. Cuervo, Ap., § 971; Rom. XXX, 123-7 (reproducido en Disq., 1950, 268-72); Friederici, Am. Wb., 561-2. La grafía con s- no aparece hasta el S. XVIII. Del castellano pasó al fr. savanne [1529, BhZRPh. LIV, 166; XCI, 188], al inglés savanna, etc.
DERIV.
Sabanazo ‘sabana pequeña’ cub. (Ca.,105); quizá formado por cruce de sabana con eriazo. Sabanear ‘recorrer la sabana’. Sabanero ‘habitante de una sabana’; sabanera ‘cierta culebra venezolana’.