RUCHE ‘burro’, arag., murc., and., de origen incierto; acaso emparentado con el cat. ruc íd., que ya es muy antiguo en este idioma, pero que a su vez es de etimología oscura.

1.ª doc.: ruche, 1859, Borao; rucho, 1884, Machado Álvarez.

Toro G., RH XLIX, 581, cita un ej. andaluz en las Tradiciones Españolas de este último; la misma forma aparece en otro autor andaluz, Javier de Burgos (1897); Simonet en su Glos. Mozárabe de 1888 cita and. rucho ‘burro pequeño’ y lo relaciona con el nombre propio de persona Ar-RûǤul, que aparece en una escritura arábiga de Almería, pero esto es inverosímil: este nombre de persona será lo mismo que Royol de Royo RŬBĔUS, y tampoco ruche puede venir de RUSSEOLUS como quisiera Simonet, y ni siquiera es probable que salga de RUSSEUSrojo’ o ‘rojizo’. Ruche ya está como arag. en Borao y como murciano en García Soriano. A ambas formas dió entrada la Acad. (ya 1925, no 1884) sin localizarlas; en Murcia, en ciertos juegos de naipes se dice del perdidoso que quedó ruche: de ahí la frase quedar a ruche ‘quedar sin dinero, arruinado’, que se emplea en Andalucía (AV, arruche), Extremadura (BRAE IV, 102), y también, según la Acad., en Granada, Rioja y Valladolid.

El origen y etimología de ruche y rucho son oscuros. Teniendo en cuenta el uso en Murcia y en Andalucía, y que también abundan los mozarabismos en el Sur y Centro de Aragón, podría sospecharse que sea variante mozárabe del cast. rucio, color muy común en los asnos (recuérdese el de Sancho): sería posible, en efecto, que ROSCէDUS pasara a ruch en mozárabe, aunque parecería más natural un resultado *rux (ruš) (pero cabría que se hubiera tomado del árabe granadino en fecha tardía, cuando ya no existía la š en cast., de donde adaptación fonética aproximada). Esto de todos modos no es claro. Y además sería muy natural que hubiera relación con el cat. ruc ‘burro, asno’, lo cual no es posible con la etimología ROSCIDUS; ruc se extiende hasta el arag. de Venasque (en la ac. ‘testarudo’, Ferraz), y aun es posible que tenga relación con él el costarricense y centroamer. ruco ‘rocín, jamelgo, matalón’ (Gagini, etc.; se lee en el novelista costarricense Fabián Dobles, Ése que llaman Pueblo, p. 254). En catalán es voz de uso general y de gran arraigo, ya bien documentada en el S. XV (Jaume Roig, vv. 11497, 14885). Pero su origen a su vez es muy incierto. Me propongo estudiarlo detenidamente en mi DECat.; desde luego habrá que rechazar la etimología de Lokotsch ár. rukb ‘caballería’, que se pronunciaría rókob o más bien rokób en árabe vulgar. Comp. lo que digo s. v. RECUA.

Aun contra la posibilidad, a que allí me refiero, de un derivado regresivo de esta raíz arábiga, cabe hacer importantes reparos.

Habrá que tener en cuenta, además, ciuco, nombre familiar y afectivo del asno en italiano. Debe aquí tratarse de una concreción del ruido que hace el arriero o conductor del asno para llamarlo o hacerlo andar, a modo de chasquido de la lengua con el paladar, que, según es popular en mi tierra, podría representarse aproximadamente por dzk y aun dzuk1. Como en realidad no se trata exactamente de la consonante africada dz, sino de algo análogo, pero distinto y no muy diferente de ciertas variedades de r, es posible que el cat. ruc deba interpretarse como otra concreción de esta interjección elemental; y realmente, aunque en los Pirineos y otras partes, ruc se ha convertido en el nombre normal y designativo del asno, en el uso del barcelonés y del catalán central, ruc (frente a ase o burro) corresponde muy precisamente al matiz afectivo del it. ciuco. Ahora bien, ruche y rucho podrían ser otras realizaciones léxicas de esta llamada, explicación que tendría la ventaja de aclarar de un golpe las variantes fonéticas divergentes, y su otro significado, el americano ‘rocín, jamelgo’.

1 También tsk o tsuk.