RISTRE, ‘hierro afirmado en la armadura en el cual se afianzaba el cabo de la lanza’, del mismo origen incierto que el cat. rest m. y el it. resta f., íd.: acaso voz indoeuropea prerromana emparentada con el scr. ࿋ɊƫiɅ y ave. aršti ‘lanza’; más bien que de un derivado del lat. RESTARE ‘quedar’, ‘detenerse’.
1.ª doc.: 1499.
La etimología es dudosa. Pero a pesar de que en catalán y en italiano una misma forma (rest allí, resta aquí) significa a la vez ‘ristra de ajos’ y ‘ristre de lanza’, podemos desechar sin vacilación la idea de que ristre proceda también del lat. RĔSTIS, pues no hay ni ha habido parecido alguno entre las dos cosas. Las apariencias llevarían a creer que haya alguna relación con el cat. ant. aristol ‘fuste de lanza’ [fin S. XIII, Desclot, Muntaner]1, oc. ant. arestol y fr. ant. arestuel íd.; hay además cat. ristol ‘pieza de hierro acoplada al mango de la aguijada y empleada para limpiar la reja del arado’ (DAlcM.; BDC XI, 91): debe de ser reducción de aristol ‘fuste’ con el cual se comparó la aguijada con su remate de hierro. Es muy verosímil que todo esto proceda de un lat. *ARISTŬLA2 dim. de ARISTA, de cuya existencia en romance tenemos multitud de pruebas: cat. riscla ‘estopa de cáñamo’, aran, arrisclet ‘copo de cáñamo’, gasc.-piren. arrisclons íd. (Bouts dera M. IX, 268), land. arisclo ‘esquirla’ y además, vid. REW 649; no presenta problema la aféresis de la A-, lo mismo que en el oc. ant. rista ‘copos de cáñamo’ junto al fr. ant. areste, etc., procedente del primitivo ARISTA. Hubo una comparación del madero o fuste de la lanza con una arista o raja de madera, que no ofrece la menor dificultad. Pero siendo así, está claro que ristre y el cat. rest no tienen que ver con el aristol o fr. arestuel, pues desde luego aquéllos se parecen muy poco a ARISTA y nada hay que los relacione con el significado de esta palabra. Más visos de verdad tiene la etimología adoptada ya por Diez (Wb. 268) al derivar ristre y el it. resta del lat. RESTARE ‘quedarse’, ‘detenerse’, puesto que el ristre para o detiene el retroceso de la lanza al chocar contra el enemigo.
Por otra parte, creo del caso proponer una etimología nueva, en vista de la llamativa semejanza fonética y semántica de rest y ristre con el nombre de la lanza en las lenguas indoiranias: scr. ࿋Ɋƫí-Ʌ, ave. y persa ant. aršti-; en ambos idiomas es la palabra documentada desde los orígenes, que ya aparece muchas veces (siete por lo menos) en el Avesta, y también sale en el Rig Veda3; y el compuesto arštibara ‘portador de lana’ está en una inscripción cuneiforme de Darío el Grande (n.º 8); se conservó en las lenguas posteriores de esta familia: pelví aršt, persa mod. ȟišt. Es palabra de clara raíz indoeuropea ERES- ‘pinchar, clavarse’, representada por el scr. ࿋sati, ‘pinchar’, ‘golpear’ (Pok. IEW 335) y que reaparece por lo menos en balto-eslavo (el armenio ašteay ‘lanza’ es préstamo del iranio): lit. erškẽ.tis ‘planta espinosa’, letón erkškis ‘mata punzante’, esloveno rẽ.sek ‘especie de cardo’; por lo demás es verosímil que también salgan de esta raíz el paleosl. esetrŭ ‘esturión’, ruso osëtr, lit. eršk༱tras, prus. ant. esketres íd. (por la forma larguirucha de este gran pez; cf. el lat. acipenser, acupenser ‘esturión’, de la raíz de acies ‘punta’), y aun acaso el lat. excetra ‘serpiente’, ‘hidra’.
Sea de esto último lo que quiera, tenemos pruebas de que la raíz ERES- y su normal derivado ?STI-l> ‘lanza’ pertenecían desde los orígenes a todas las lenguas iranias y baltoeslavas, y por lo tanto es muy posible que este nombre de la lanza fuera traído a España e Italia por invasores nórdicos de lengua indoeuropea; la R vocálica da normalmente ri en todas las lenguas célticas e indoarias, y rĭ en paleoslavo, de suerte que podemos esperar que esta palabra tuviera una forma *RISTIS en protocéltico (y no es imposible que fuese más bien *RĔSTIS en otros dialectos sorotápticos y célticos)4. Claro que el ristre no es una lanza, pero una metonimia sería fácil de explicar en un caso así.
Reconozco que esta diferencia legitima el escepticismo a los que prefieran atenerse a la etimología de Diez; y que la prudente norma de preferir las etimologías romances a las prerromanas, con tal de que aquéllas no choquen con objeciones, me deja a mí mismo en duda entre los dos étimos. De todos modos, atiéndase a que la etimología romance ofrece dificultades, y aun bastante graves. Ristre obligaría a partir más bien de un derivado de ARRESTARE ‘detener’ que de RESTARE ‘quedarse’, y en este sentido modificó M-L (REW 673) la etimología de Diez; pero lo ganado así por un lado lo perdemos por el otro, pues en parte alguna se encuentran huellas de esa A- en el románico ristre ~ rest ~ resta; por otra parte RESTARE no ha dejado descendencia popular en castellano, ni ARRESTARE la ha dejado en catalán ni apenas en italiano; ¿supondríamos, por consiguiente, que el castellano es préstamo del italiano o del catalán?, pero entonces sería maravillosa la forma fonética ristre tan diferente de la de estas lenguas, y perfectamente coherente con la fonética histórica.
Por encima de todo, el significado de ristre y rest(a) no es el de un abstracto, y en manera alguna el propio de un postverbal (y sin embargo la -e y no -o del cast. ristre supondría un postverbal y más bien tardío). Es decir, que los escrúpulos y oscuridades que presenta la etimología romance son tan graves o más que los de la prerromana.
Y si nos atenemos a ésta se entreven muchas y fáciles explicaciones del cambio de significado. De lanzas y sus análogos ha habido muchas variedades: lanza, lanzón, espeto, venablo, jabalina, azcona, etc.; todo al fin son especies de lo mismo, y al imponerse en el uso general la palabra latinoide lanza en la Baja Edad Media era fácil que el vocablo indígena tomara un sentido conexo, aunque diferente. Importa anotar el dato documentado por Leguina de que el ristre no se empezó a usar hasta el S. XIV: razón de más para negar que se trate de un postverbal de restar impopular en castellano y de forma tan diferente. Es probable que ristre, lo mismo que su sinónimo CUJA, empezara por tener un sentido algo diverso. Si coexistieron lanza (lanzón, etc.), y ristre, desde los orígenes del idioma, y éste se aplicaba a la gran lanza de combate de los jinetes, este ristre ‘gran lanza’, al perfeccionarse su empleo con la introducción del hierro de afianzarla, se diría lanza en ristre (como si dijéramos ‘arma a manera de «ristre» o lanza grande’, en contraste con la lanza pequeña o lanzón de los lanceros de infantería). Ésta y otras explicaciones (metonímicas) son perfectamente posibles.
DERIV.
Enristrar la lanza [Quijote].
1 Nada tiene que ver desde luego con el cat. dial. arístol (occid. y pirenaico) acentuado en la i, cuyo significado, ‘panadizo’ es absolutamente lejano. Se ignora dónde se acentuaba el cat. ant. aristol ‘fuste de lanza’, pues aunque el diptongo del fr. ant. arestuel supone acentuación oxítona, lo mismo ahí que en el oc. ant. arestol puede tratarse de una acentuación secundaria, impuesta por la estructura de estos idiomas. El diccionario Aguiló, copiado por el DAlcM. y por Fabra, define erróneamente ‘contera de la lanza’, definición que no se funda más que en el parecido de arestol con rest.― ↩
2 Hay que desechar la idea de que aristol y el fr. ant. arestuel procedan de ARRESTARE (como admite el REW 673), pues la -r- sencilla del catalán, el oc. y el fr. ant., es incompatible con una -RR-; en cambio el paso de ariscla (land.) a ࿉ de riscla (cat. y gasc.) no presenta dificultad habiendo aféresis.― ↩
3 P. ej., los Maruts, semidioses de la tormenta, comparados con sumakhāsaɅ ࿋ɊƫíbhiɅ ‘grandes guerreros con sus lanzas’ (Libro I, 85.4).― ↩
4 Por lo demás la ? abierta que supone el cast. ristre (ignoramos el timbre de la e en cat. e it., tratándose de una palabra medieval) se podría explicar partiendo de un *RէSTIS, por confusión con el lat. RĔSTIS > cast. ristra, cat. rest. ↩