RETÓRICO, tomado del lat. rhetorĭcus ‘referente a la retórica’, ‘maestro de retórica’, y éste del gr. ǦƓτορικóς íd., derivado de ǦƲτωρ, -ορος, ‘orador’, ‘maestro de retórica’, de la misma raíz que ǦŲμα ‘palabra’, ‘discurso’ y ǦƓτóς ‘dicho, expresado’.

1.ª doc.: fin S. XII, Auto de los Reyes Magos.

Después de este ej. aislado, es palabra rara en la Edad Media. La emplea APal. («entre los retóricos hay dos principales maneras de silogismos» 454d; 134d), y la registra Nebr.: «r., maestro desta arte: rhetor; retoricada cosa: rhetoricus». Aut. trae ejs. clásicos. Ya en el S. XVI el vocablo había alcanzado un grado considerable de vulgarización, según muestra la existencia de formas vulgares, por lo menos en el abstracto femenino correspondiente: «las retólicas» en Feliciano de Silvia, «¿para decir que viene a comer, es de menester tantas retólicas?» en Lope de Rueda, variante que sigue siendo vulgar en España y Colombia (Cuervo, Obr. Inéd., 223)1; por otra parte retrónica: retrónica y ataujías ‘retóricas y primores de lenguaje’ en Espinel, retronicar ‘retoriquear’ en autos del S. XVI, ‘suplicar’ en Lope de Rueda (Fcha.). Comp. retruécano (s. v. TROCAR); de ahí se extrajo trónica ‘retórica’ en Juan del Encina, ‘súplica, ruego’ en Lope de Rueda (Fcha.).

DERIV.

Retórica [h. 1250, Setenario, f° 9r°; APal. 251d; «r., arte de bien hablar: rhetorica» Nebr., y V. arriba]. Retoricadamente. Retoricar. Rétor, del grecolatino rhetor, -ŏris ‘orador’, ‘retórico’, cultismo muy raro en cast. (como ant., en Acad. 1843; ej. del S. XIX en Pagés).

CPT.

Parresia [Acad. 1884, no 1817], del lat. parrhesĭa, gr. παǥǦƓσία ‘libertad de expresión’, compuesto de πĘν ‘todo’ y dicha raíz.

1 En el Auto de los Reyes Magos es verosímil que deba leerse retóligos en vez de retóricos, pues está en rima con astrólogos (astróligos).