RETAMA, del hispanoárabe ratáma, árabe rátam íd.
1.ª doc.: med. S. XIV.
Se trata de la variante GENĔSTA, que se generalizó en latín vulgar (M-L., Einf., 179), en parte GINĔSTRA (Niedermann, Glotta I, 261-70), de donde proceden alem. y neerl. ginster, it. ginestra, arag. chinestra (BDC XXIV, 166), alav. ginastra ‘sabina’ (prob. < vasco), Sierra Morena giniestra («mozár.; Colmeiro II, 59, 63) ‘genista tinctorea’. Pero esta variante hiniestra era idéntica a hiniestra ‘ventana’ FENESTRA, y aun iniesta era demasiado semejante a esta palabra para que no hubiese peligro de contusión. De ahí que el idioma eliminara ambos homónimos, reemplazando éste por VENTANA y aquél por el arabismo, que fuera del cast. sólo logró imponerse, probablemente por influjo de Castilla, en ciertas hablas portuguesas (donde, sin embargo, giesta sigue siendo más común, gall. xesta ‘retama’, ‘escoba’ [«trae una gesta y limpia esto» Sarm. CaG. 76vº]), y en el cat. de Valencia e Ibiza (Griera, Tresor, retrama; AORBB III, 54; pero en el Principado ginesta).
El nombre de unidad arábigo ratáma está ya en Pedro de Alcalá; los diccionarios clásicos traen el colectivo rátam. Es normal el traslado de acento en árabe vulgar.
DERIV.
Retamal o retamar. Retamera. Retamero. Retamillo. Retamo [fin S. XVIII, en carta de un jesuíta cuyano, Draghi, Fuente Amer., p. 331 colomb. (Cuervo, Ap.7, p. 127; Disq., 1950, p. 305), chil, arg. (Sabella, Geogr. de Mendoza, p. 252), salm.; retamón.