RESTINGA, ‘arrecife’, ‘banco de arena’, también restringa; origen incierto: quizá del ingl. rock string ‘cordón de rocas’.

1.ª doc.: 1492, Woodbr.

Aparece 20 veces en la Colección de Viajes de Fz. de Navarrete; la variante restriega está en las Cartas de E. Salazar [h. 1573], Fcha. y parece que ésta es la forma más corriente en tiempos de Colón (hallo dos ejemplos de restringa por uno de restinga en el Primer Viaje, Fz. de Navarrete I, 33, 112, 115, y es posible que la segunda variante sea modernización o errata tipográfica; en el primer caso se trata de una restinga de piedra, en los otros dos de restringas de bajos). Es vocablo ajeno a Aut. y Covarr. Ha designado un accidente geográfico submarino y también una especie de arrecife, ac. con que aparece p. ej. en Fz. de Navarrete, Viajes por la Costa de Paria (Madrid, Calpe, 1923, p. 58) «una restinga o cadena de isletas», con referencia al viaje de Ponce de León (1512). G. de Palacio define restingas «piedras que están encubiertas en la mar» Terr. lo define así: «así llaman los marineros a la cordillera pequeña de peñascos menores que los del arrecife». Por otra parte agrega: «Oudin lo toma por el paraje en que hay fondo y arena». Y la Acad. lo definía, ya en 1817: «bajío de piedras cubierto debajo del agua», «Náut. paraje estrecho de poca agua cuyo fondo de arena o piedra se introduce en la mar», acs. condensadas en la definición actual (ya 1899) «punta o lengua de arena o piedra debajo del agua y a poca profundidad». Por otra parte en Venezuela y el Brasil designa hoy el cordón de arena que separa del mar libre una albufera litoral o una bahía, ac. ya documentada en 1660; con el mismo sentido se aplica en el Marruecos español a la que encierra la Mar Chica, junto a Melilla, mientras que en textos referentes a la Arg., al Mar Caribe y aun al río Apure venezolano, se halla aplicado a bajos fondos rocosos o pedregosos1.

En lengua portuguesa halló Zaccaria restinga 13 veces en Juan de Barros, 14 en L. de Castanheda, 4 en Couto; además ya se encuentra en el Roteiro de Castro, que es de h. 1540 (Jal), y en el coetáneo Mendes Pinto tiene claramente el sentido de ‘arrecife’ (citas en Vieira); hay variante antigua rastinga; hoy en el Brasil se ha extendido el significado a Tierra Firme: «orla de bosque ou mato nas baixadas, á beira dos arroios ou sangas» (Callage), «pequeno e variado bosque que orla um arroio ou sanga» (Romaguera Correia), en el Norte del país «terra e vegetaçƟo que emerge do rio nas enchentes e inundaç?es», en Minas Gerais «rebotalho de terras ja lavradas» (Lima-B.).

Es también cat. restinga ‘borde que forma un placel submarino en su extremo, cuando el fondo del mar empieza a descender bruscamente’ (oído en Sant Pol de Mar).

No es verosímil la etimología sugerida en el dicc. de la Acad.: neerl. antic. rotssteen ‘peñasco’ (pron. *rótsstēn), compuesto de rots ‘roca’ (rotse es ya neerl. medio) y steen ‘piedra’: además de que habría dificultades fonéticas y aun semánticas, tal vocablo no habría podido trasmitirse sin un intermediario francés, y no tengo noticias de que en el fr. mod. o antiguo, ni en los dialectos galorromances exista nada análogo2; además, para que una voz trasmitida en esta forma a través de Francia estuviese ya afianzada en España y Portugal a fines del S. XV y primeros del XVI, sería preciso que hubiera partido de los Países Bajos mucho antes: ahora bien, aunque rotse ya se encuentra en neerlandés medio, no es de creer que fuese muy antiguo en este idioma, puesto que se tomó del fr. ant. roche, y aun menos lo sería su compuesto rotssteen.

Podría pensarse en un derivado romance de RESTIS ‘ristra’, comp. especialmente cat. rest, restellera ‘retahíla’, pero -inga no es sufijo vivo en iberorromance.

Esta terminación hace pensar involuntariamente en un origen germánico, quizá algo emparentado con el gót. rasta ‘milla’, ‘jornada de camino’, escand. ant. r྿st íd., a. alem. ant. rasta ‘descanso’, ‘alto en el camino’, ags. ræst ‘descanso’, puesto que arrecife procede en definitiva de una voz arábiga que significa ‘camino’: sería concebible un derivado *RASTINGA ‘trecho de camino’, con el sufijo de abstracto -INGA que ya parece haber existido en fráncico (Kluge, Paul’s Grundriss II, § 263). Sin embargo, no existiendo nada análogo en Francia, un vocablo así no pudo tomarse del fráncico, y tampoco es de creer que llegase directamente del escandinavo antiguo ni del anglosajón sin un intermediario francés; para que se tratara de un germanismo autóctono de España, teniendo en cuenta que el gótico no tiene formaciones en -INGA, sería preciso partir del suevo, que al fin y al cabo era dialecto de tipo alto-alemán y por lo tanto no muy alejado del fráncico; entonces se trataría de un término de Galicia, Norte de Portugal y Asturias, propagado desde allí al resto de la Península en calidad de término náutico. Nada hay en esto de imposible, pero impone un gran escepticismo la circunstancia de que no sólo no se conocen otros términos náuticos que vengan del suevo, sino ni siquiera del gótico, que dejó un legado lingüístico más importante.

Si verdaderamente se tratase de una voz de origen germánico, lo mejor sería suponer un compuesto del ingl. string ‘cuerda delgada, sarta’ o de sus congéneres holandés (streng) y escandinavo (íd.), sea reef string (hol. rif streng) ‘cordón de arrecifes’, o bien rock string ‘cordón de rocas’ (hol. rots streng). La dificultad está siempre en que el vocablo no se encuentre en Francia, pues string no existe en gótico y tiene forma muy diferente en alto alemán (strang). Un germanismo directo, en estas condiciones, apenas puede concebirse más que partiendo del inglés medio, y en éste no existe todavía reef, que es préstamo holandés reciente; en cambio, rock ya se documenta en el S. XIV y, a juzgar por un compuesto, es posible que ya existiera en anglosajón; en inglés actual son usuales frases como string of islands. Si el vocablo se encontrase un día en Francia, quizá sería preferible partir del neerlandés, donde rif significa no sólo ‘arrecife’, sino ‘arena’, o del escand., donde vale ‘banco de arena’.

La única alternativa que queda es suponer que restringa sea postverbal de un verbo *restrincar ‘romper’ (derivado de trincar ‘partir, desmenuzar’), tal como rompientes lo es de romper y el cat. trencall ‘línea de costa, línea de rompientes’ lo es de trencar, derivado formado como resquebrar de quebrar y voces análogas; restinga resultaría del documentado restringí por disimilación; pero como trincar es palabra rara y poco vivaz en cast. (quizá un poco más en port.), y como así no explicamos la -g-, habríamos de suponer que restringa se tomo del gascón marítimo, con el cambio típicamente gascón de -nc- en -ng- (Rohlfs, BhZRPh. LXXXV, § 368, y mi reseña en VRom. II); verdad es que Palay da trencà como forma básica en bearnés para ‘cortar, romper’, pero trincà existe en otros dialectos gascones, y él mismo anota esta variante en el Lavedán; en el Valle de Arán trincà es el vocablo corriente para ‘quebrar, romper’ (‘cortar pan’, ‘rajar leña’, ‘quebrarse de los intestinos’, etc.), y Raynouard ya registra un ej. de esta variante en la Edad Media. En definitiva esta explicación no deja de ser verosímil, aunque algo menos que rock string, y no podremos mirarla como asegurada mientras no encontremos confirmación de la existencia del verbo *restrincar, o por lo menos de que el sustantivo restringa, -ca, ha existido en gascón o bearnés.

GdDD 5643 pretende que restringa o restinga significan «faja... que contiene las aguas o las tierras»; pero de esta idea no hay indicio alguno en las definiciones que él mismo cita ni en las que aduzco yo; es nuevo el dato de que en Soria vale «reja de palos del canal del molino para contener la broza del agua», pero no nos consta si esto último viene del concepto popular o si lo agrega él; dado el aislamiento absoluto de esta forma en el interior de España, hay que seguir pensando en un origen náudco, pues al fin ahí se trata también de un arroyo y cabe extensión traslaticia; un postverbal *RESTRէNGA de RESTRINGERE tendría que remontarse hasta el latín vulgar y habría dado, sin duda posible, *rest(r)enga (estringa es germanismo sin arraigo, y por lo demás sin relación con STRINGERE).

DERIV.

Restingar [?; en G. de Palacio es errata por restingas] ‘paraje en que hay restingas’ (Acad. ya 1822). Restingar v. ‘sondear el fondo’ [1637, Fr. Diego Niseno en J. Mir, Rebusco de Voces Castizas].

1 Datos detallados en un artículo del sabio geógrafo Pau Vila, publicado en la revista venezolana Panorama de las ideas (1950-53) y con referencia particular a la Isla Margarita.―

2 He buscado inútilmente en los glosarios de Delboulle, Moisy, Verrier-Onillon, Dottin, Éveillé, Musset, Palay y Mistral.