Dice Medina en sus Conversaciones Hist. Malagueñas: «rascacio, pez negro como una gallina, con púas venenosas como las del escorpión; se cura también su picadura aplicando encima un salmonete abierto, y el hígado del mismo: muchos lo confunden con la escorpena y escorpión; en Francia le llaman escorpión marino o rascase» (p. 253). El cubano Pichardo: «rascaso, pez de estos mares, de figura no mui regular; tamaño un pie; color todo ceniciento con manchas grandes negruzcas... escamas comunes... Scorpaena Rascasio Poey y S. grandicornis Cuv.»; su compatriota Martínez Moles: «rascacio: pez de estos mares». Cisternas da rescaza y resacio (¿sic?) para la Scorpaena porcus L. y rescacio para la Scorpaena scrofa L.; llamada ésta en Cataluña escórpora vermella o polla, y aquélla rascàs o rascassa; en Languedoc y Provenza rascasso es sobre todo aquélla y a veces ésta (Carus, II, 640-1); el rascàs que tengo anotado de la Costa de Levante catalana es pescado de 1 a 3 libras, de color más claro que el dot y de aspecto semejante. Paul Barbier f., RPhFL XXIII (1909), 129-131, indicó que de la lengua de Oc pasó rascasse al fr., donde ya se encuentra a princ. S. XVII como nombre del erizo de mar, e indicó atinadamente su identidad con el oc. rascàs ‘tiñoso’ [fines del S. XII, ARom. XXV, 81], hoy también «rude, raboteux» (Mistral), «piquant» (Sauvages): este último constituiría el substrato semántico, a causa de las famosas espinas del rascacio, lo cual se confirmaría por la aplicación al erizo de mar (significado menos conocido); también puede tratarse, sin embargo, de la ac. más común ‘tiñoso’, por las manchas que cubren el cuerpo de la Scorpaena porcus.