REGATEAR, forma una familia con el ant. regatero ‘revendedor’, cat. ant. regater, it. rigattiere, fr. regrattier íd., de origen incierto; es verosímil que las formas más antiguas sean recatar ‘revender’, recatero ‘revendedor’, y que todo junto venga de *RECAPTARE ‘volver a comprar’, derivado de ACCAPTARE ‘comprar’.
1.ª doc.: 1570, C. de las Casas.
Pero en la Edad Media sólo éstos encontramos en castellano. Por primera vez en las Cortes de Sevilla de 1252: «otrossí mandamos que ningun regatón nin regatera non compre ningún pescado fresco de río nin de mar para revender». Es voz frecuentísima, desde la época arcaica, con el sentido de ‘revendedor’ (de cualquier artículo); regatero aparece en las Partidas, la 1.ª Crón. Gral., el glos. de Toledo; en J. Ruiz regatera es adjetivo, al parecer en el sentido de ‘regateadora’ o ‘mezquina’ (más bien que ‘recatada’ o ‘gazmoña’2), y en el Libro de la Caza de López de Ayala se aplica en sentido análogo a ciertas aves de caza poco recomendables (Cej., Voc.); sin embargo, esto es excepcional y en todas las épocas es palabra de índole mercantil, según muestra ya «vender a regatería» en el Fuero de Brihuega3. Regatón está no sólo en las Cortes de 1252, sino en las de 1369 (II, 173), en el glos. de Palacio (h. 1400), en APal. («regatón que vende grandes pexes en las tabernas», 47d; 250d), Nebr. («minutus mercator, institor»), en muchos clásicos4, y hoy sigue oyéndose en algunas partes: «revendedor de caza y aves de corral» en Zamora (FD), regatão «negociante de godo bovino» en Viana do Castelo (RL XXVIII, 273), etc. Que regatear apareció bastante más tarde que regatero y regatón en cast. la confirma el detalle de que Nebr. y PAlc. no conocen otro verbo que regatonear «promercor».
En port. existen también regatão, regateiro y regatear con sentido igual al cast.; de este último, Bluteau, Vieira y Moraes citan varios ejs. del S. XVII (quizá alguno del XVI). Anteriormente se halla regateiro desde 1229 (CortesƟo; otros muchos algo más tardíos en Vieira)5, y no faltan ejs. tempranos de regatão (uno de recatonear en fuero fronterizo de León, h. 1200). En cat. aparece regater desde el S. XIII o XIV (Ag.), y con abundancia en textos posteriores (Eiximenis, Regiment, N. Cl. XIII, 171.12; Jaume Roig, v. 7520, etc.); y aquí encontramos el ej. más antiguo del derivado regatejar ‘regatear, discutir el precio’: «per un diner / molt regategen, / florins barregen [‘saquean, dilapidan’] / pel que volrien, / quant han darien / pel que no tenen» h. 1460 (Jaume Roig, v. 595). Es probable, pues, que se trate de una creación propia del idioma donde nacieron mercader, lonja, pila y tantos términos comerciales, y comunicada desde ahí al cast. y al port. Un verbo de sentido semejante, es en efecto desconocido fuera de la Península Ibérica, y, sin embargo, en Francia y en Italia encontramos el equivalente de regatero.
El it. rigattiere se documenta con gran frecuencia desde princ. S. XIV, no sólo en Boccaccio y Giov. Villani, sino en varios Estatutos pisanos y de otras localidades dependientes, desde 13276; la ac. corriente en it. es ‘ropavejero’, pero en los textos más antiguos vale ‘revendedor de tejidos’ y en el Estatuto de Villa di Chiesa, a. 1327 (citado por Wiener), es ‘revendedor de vituallas’ como en todas partes.
El Norte de Francia es el país donde tenemos documentación más antigua, siempre en la forma regrattier7, con muchos ejs. desde fines del S. XII8. En Francia, como en España, se trata sobre todo de vendedores de vituallas: pan, verduras, frutas, queso, etc. (vid. Wiener). La antigüedad de esta forma es tal que invita a buscar el étimo en una forma semejante a la francesa, tanto más cuanto que la terminación -iere del it. puede indicar un origen francés. Sin embargo, conviene tener en cuenta que los demás romances coinciden en carecer de la segunda -r-, unanimidad que compensa la mayor antigüedad de la forma francesa; se cita un oc. amó. regratier, pero es hápax de un doc. de 1381, escrito en Bergerac (Raynouard III, 503b), o sea cerca del límite francés, y por lo tanto apenas puede considerarse occitano.
Lo único documentado con cierta frecuencia en la Edad Media es el gasc. (ar)recardier. Éste presenta su pequeño problema, por su parte, pero desde luego no puede separarse de regrattier ni de regatero, tanto menos cuanto que en iberorromance, según veremos, también son frecuentes las formas con -c-, y que si por una parte no es rara en gascón la sonorización de las sordas tras fricativa (hourdiga por ‘ortiga’), la trasposición de la r al final de silaba átona debe considerarse normal en este lenguaje. Cabría, pues, igualarlo al fr. regrattier, y aunque el aspecto fonético no es del todo claro, desde luego hay que rechazar el punto de vista de Spitzer y Wartburg (FEW II, 371a) cuando ven en recardier un derivado de CARDUUS, con la forzadísima explicación de que el revendedor volvería a cardar la lana de su ropa vieja: sin embargo, nótese que este comerciante, según los textos, no vendía ropa, sino vituallas9. Sea lo que quiera de esta forma privativamente gascona, aun en el Sur de Francia la forma básica, según Mistral, es regatier.
Por otra parte, para partir de regrattier habría que encontrar una etimología convincente. Definitivamente desechada la base ERGASTERIUM ‘tienda de venta’ que había propuesto Wiener (ZRPh. XXXIV, 651-61), por imposible fonéticamente10, propone Spitzer (ZRPh. XLIV, 197-8) ver en regrattier un derivado de gratter ‘rascar’ (opinión aceptada por el REW3 y Bloch); partiendo de la explicación de Tommaseo: «dal ristropicciare per ripulire roba vecchia». Pero esta explicación parte del tardío significado it. ‘ropavejero’, secundario aun en este idioma, y que en Francia no encuentra Spitzer hasta el S. XVI (Estienne): antes el regrattier es un vendedor de víveres. Du C. lo explicaba de otro modo: «nostris corradere regratter dicitur», se trataría, pues, de la idea de ‘aprovechar el céntimo’, que no dejaría de convenir. De todos modos el prefijo re- presupone un origen verbal, de suerte que esta explicación exigiría la antigüedad del verbo regratter. El hecho es que el DGén. señala regratter «faire de petits profits en revendant de seconde main» en Mme. de Sévigné y God. sólo da ejs. de 1488 y del S. XVI11: luego regratter parece haberse sacado de regrattier, y la explicación de Du C. queda en el aire.
Ante lo difícil de llegar a un resultado partiendo de la forma francesa, viene la sospecha de que a pesar de las razones cronológicas, engañosas tantas veces; y esta vez además poco claras, esta r interna pueda ser secundaria, por repercusión, apoyada en la seudo-relación con gratter. Por lo demás es increíble admitir con Spitzer que las tres variantes fonéticas regrattier, regatero y arrecardier, perfectamente sinónimas, procedan de étimos diferentes. En cuanto a regatero y rigattiere, ha logrado el favor de Spitzer la opinión de Sainéan (BhZRPh. I, 39), que como no podía ser menos lo derivaba de gato en el sentido de ‘pendenciero’, ‘amigo de discutir, regatear’, por la tendencia del gato a pelearse; del mismo origen procedería el venec. ant. ragatar «pelearse» (S. XV, en los glosarios de Mussafia) y de ahí venec. regata ‘carrera de embarcaciones’, pasado al it. y a las demás lenguas modernas; es opinión aprobada por A. Prati (AGI XVII, 413) y Wartburg (FEW II, 520). Por más cierto que sea que el it. gatrigliare es ‘altercar’ y que formaciones semejantes se encuentren en otros idiomas, esta etimología de ragatar y de regata no convence por razones morfológicas; directamente no podría venir ragatar de gato, puesto que re- (ri-) es prefijo verbal, y apenas cabe suponer un primitivo perdido *gatar: un derivado de este tipo se habría formado con sufijo (gatteggiare o algo por el estilo).
Sin embargo, en un punto estoy conforme con Sainéan, y es en que el problema de regata y el de rigattiere deben resolverse juntos. Ahora bien, el tipo verbal regatar tiene cierta importancia y extensión: Tommaseo cita ejs. de un anticuado rigattare en los SS. XVI y XVII; «quod empta fuerint seu rechatata» en estatutos genoveses12; Sainéan menciona un napol. rigattare, y en todo caso hay napol. far a regatto «far a chi più può» (Filopatridi), sic. ricattari «vendicarsi, render la pariglia» (Traina), Comelico ragatà «litigare» (ARom. X, 148). En especial interesa el cat. ant. regatar ‘hacer regatas varias embarcaciones’, documentada en los SS. XIII y XIV (Ag.), que invitaría a revisar el origen italiano de regata, al menos por lo que hace a la procedencia última del vocablo; por otra parte cast. arregatar ‘revender’ aparece en el S. XIII (F. de Molina, en DHist.), port. regatar desde el S. XIII (Fig.; Ordenações Afonsinas en Moraes), del mismo tiempo es cat. regata ‘regateo’ (Ag.) y gasc. recardar ‘dedicarse a la reventa’ (Levy).
Aunque no todo esto es tan antiguo como regatero, y por lo tanto es lícito formular reservas, la antigüedad es lo bastante considerable para que debamos admitir la posibilidad de un étimo *RECAPTARE ‘volver a comprar’, ‘volver a vender’, derivado del romance ACCAPTARE (> fr. acheter, it. accattare, etc.). El revendedor revende, pero también compra por segunda vez: compra al comerciante al por mayor, que a su vez adquiere del productor sus mercancías. De hecho, en muchas partes aparecen formas con -c- conservada: recuérdese el gasc. recardar; recatón, recapton, recaptonear y recateiro se han encontrado en muchas leyes portuguesas de los albores del S. XIII (CortesƟo); recattero en antiguos docs. napolitanos (Wiener, p. 655), recatteri en calabrés (Rohfs); recaptarius en estatutos italianos mencionados por Tommaseo; en castellano aparece recatero en el Fuero de Usagre (S. XIII)13, allí mismo recatonear ‘hacer de regatero’ (Cej.), y recatear por ‘regatear’ es frecuente en el Siglo de Oro: lo encuentro muchas veces en el G. de Alfarache («concertáronse en dos reales; que el mal pagador, ni cuenta lo que recibe, ni recatea en lo que le fian» Cl. C. I, 125.3; íd. II, 258.13; III, 277.7), se lee en Lope (Si no vieran las mujeres), y en el Buscón de Quevedo la ed. príncipe trae «la hambre... parecía que tenía por pecado matarla y aun herirla, según recatava el comer», donde el ms. Bueno lee regateava (RH XLI, 280; Cl. C., p. 52); aun hoy en Chile se dice recateador (Román) y en Asturias recatiar, recatieiru y recatón (Acevedo-F.)14.
En una palabra, esta etimología es plausible, pero deberá mirarse como incierta mientras no se encuentren más pruebas de que el verbo regatar (reca-) es tan antiguo como el sustantivo regatero, y otros indicios de que el fr. regrattier es forma secundaria. Debo dejar esta tarea a los futuros investigadores, pero me arriesgo a considerar probable que estas pruebas se hallen15.
DERIV.
Regate ‘movimiento pronto hurtando el cuerpo’ [Aut.; de regatar o regatear en el sentido de mezquinar el cuerpo, como en la Arg. se dice]. Regateo [Acad. S. XIX]. Regatero [S. XIII, V. arriba]; regatería. Regatón ‘revendedor, vendedor al por menor’ [S. XIII, V. arriba]; regatonear [íd.]; regatonía [«promercatura», Nebr.], después sustituído por regatonería. Regata [Acad. 1884, no 1832], tomado del it. regata íd., propiamente ‘disputa’, derivado del venec. ant. ragatar ‘pelearse’, voz hermana de regatear (pero V. arriba); cast. antic. regatar o regatear ‘hacer regatas’ (Acad. 1817, después suprimido), cub. ‘disputar dos o más jinetes cuál de sus caballos pase en la carrera a los demás’ (Pichardo).
1 Sigue diciéndose regatero en Cuba, pero en el sentido ‘el que regatea mucho los precios’ (Ca., 72).― ↩
2 «Por mejor tien la dueña ser un poco forçada / que dezir ‘faz tu talente’ como desvergonçada... / todas las fenbras an en si estas maneras: / al comienço del fecho sienpre son referteras, / muestran que tienen saña e son rregateras, / amenazan mas non fieren» (632c).― ↩
3 El sentido de ‘mezquino’ está claro en Seb. de Horozco, med. S. XVI: «que siempre para tomar / tienen la mano ligera, / mas pesada y regachera / para haber ellos de dar» (BRAE III, 125), forma que ha sufrido el influjo del grupo formado por el cat. regatxo ‘paje, lacayo, niño que lleva recados’ (Ag.), cast. antic. regacho (S. XVII: Terlingen 186, etc.), it. ragazzo ‘muchacho’ etc.― ↩
4 «Tienen ganado el favor y perdido el temor tanto el mercader como el regatón» G. de Alfarache, Cl. C. I, 64.28; Aldrete explica pulpero «assí llaman los regatones, que venden quanto ay, en las Indias» Origen, f°28v°2. Ahí es, pues, ‘el que vende al por menor’, pero ‘revendedor’ vuelve a ser el sentido en el Quijote: «Sancho... ordenó que no hubiese regatones de los bastimentos en la república» (II, li, Cl. C. VII, 288).― ↩
5 Otros ejs. posteriores de pocos años en PMH Leges, I, 618, 647.― ↩
6 En it. no parece existir otra forma que rigattiere, pues el regratarius que cita Wiener en doc. de 1178 pertenece a una fuente francesa (aunque lo saca de Tommaseo y éste de Du C., vid.).― ↩
7 Vasco errekardari «revendedor» en Roncal y en Andoain (guip.), «maletier, commissionaire», b. nav., guip. errekardaritu ‘regatear’.― ↩
8 Algunos de ellos parecen modernizados, pero así Du C. como Wiener citan bastantes, luego no es de creer que deba retrasarse mucho la fecha. Sea como quiera el DGén. agrega otro de la misma fecha, y el vocablo es frecuente desde Étienne Boileau, S. XIII.― ↩
9 Millardet, Études de Dialectologie Landaise, 41, supone que la segunda r se deba a repercusión, lo cual es muy aceptable. Ya no tanto el que sea lo mismo que el cast. recadero ‘el que trae recados’.― ↩
10 A las buenas razones que da Spitzer agréguese que no se explica el cambio de ER- en re- ni la desaparición de la -S-, que de ninguna manera puede achacarse a una pronunciación francesa, en vocablo que nunca la tuvo en los textos de los SS. XII-XIV cuando aun en Francia se pronunciaba esta consonante. El propio M-L., después de aceptarla en la 1.ª ed. del REW (2893) suprimió este artículo en la 3.ª ed., adhiriéndose a la tesis de Spitzer (REW3 4764).― ↩
11 El DGén. dice que ya aparece en el S. XIII, pero remitiendo a God. Los editores del último tomo de este diccionario advierten que hubo una confusión entre regratter y regretter ‘lamentar’. A pesar de esta advertencia, la falsa fecha del S. XIII ha pasado a Bloch y a Wartburg. También hay inexactitud en la de 1210 que Wartburg atribuye a regrat: es errata en lugar de 1279, como imprimen Bloch y el DGén.; ésta, a su vez, es también errata, pues la Ordenanza que ahí citan, sacada de God., corresponde a 1329, segun este léxico.― ↩
12 Miscellanea di Storia d’Italia XLIV, 192.― ↩
13 Recatero y el curioso sinónimo recatán, ambos con -c-, salen también en varios de los Fueros Leoneses, publ. por Castro y Onís. La oposición entre el hispánico recatán y el más tardío regatón podría hacer pensar en un origen germánico, con declinación débil gótica en aquel, y fráncica o germana-occidental en éste; algo en relación con el a. alem. ant. rëhhan ‘reunir a fuerza de economías’, gót. rikan ‘amontonar, acumular’, alem. rechen ‘rastrillo’, it. recare ‘aportar’. Pero temo que la idea no conducirá a ninguna parte, pues además de que no veo explicación fácil de la -t-, entonces deberíamos esperar que la forma en -ón (siendo germana-occidental) se hallara precisamente fuera de la Península y no en portugués y castellano.― ↩
14 En apoyo de la etimología *RECAPTARE puede recordarse el rescatar de los cronistas de Indias en el sentido de ‘comerciar con los indígenas’. Según Darío Rubio (La Anarquía..., s. v.) rescatar en Méjico vale hoy ‘revender’ y según R. Duarte en Colima se dice resgatón por ‘regatón’ (el cambio de rescatar en resgatar está muy extendido).― ↩
15 Cannobbio, Refranes chilenos, afirma que en este país regodeón se emplea por ‘regateador’ (y al parecer regodearse por ‘regatear’), pero no lo veo claro según el refrán citado. ↩