RASPAR, voz común a los principales romances de Occidente, probablemente de un germ. occid. *HRASPÔN (a. alem. ant. raspôn ‘acumular residuos’, hrëspan ‘arrancar, desplumar’).

1.ª doc.: Nebr. «radere».

Covarr. «raer alguna cosa sutilmente; por translación dezimos raspar el vino quando es un poco picante, de donde se dixo carraspada»; Aut. da testimonios del S. XVII en estas acs. y en la figurada ‘hurtar, quitar alguna cosa’; raspaduras de ladrillos (como abono) está ya en G. A. de Herrera (1513). Sería fácil juntar más testimonios clásicos (vid. Cej. V, § 56), y aun cuando no los tengo medievales, el sentido de este vocablo es tal que justifica lo tardío de su aparición en los textos, y no hay por qué dudar de que sea tan antiguo como el idioma literario. Lo mismo puede decirse del port. raspar (trad. «scalpo, scabo» en glos. del S. XIV, RPhCal. V, 94, §§ 2608-9; ej. de raspa, de la 2.ª mitad S. XVII, en Bluteau). El cat. raspar ya se documenta en el S. XV y raspa en 1371. Oc. raspar y sus derivados aparecen desde principios del XIII. El it. raspare parece también castizo. Y no habría por qué sospechar del fr. râper si se documentara antes de 1568, pero dado el desarrollo de la lexicografía francesa es realmente extraño que su aparición sea tan tardía, de suerte que en fr. es probable que sea préstamo; râpe ‘escobajo de uva’ (y su derivado vin râpé), así como râpe ‘lima’, aparecen ya h. 1200 o poco después, pero vocablos de este sentido fácilmente pueden ser prestados.

Fuera de las lenguas romances solamente encontramos el a. alem. ant. raspôn ‘recoger, acumular’, en especial «minutissimas res colligere», voz no muy frecuente y de sentido bastante alejado del romance; y hoy el alem. raspe, raspel, y el ingl. rasp, son romanismos. Sin embargo el a. alem. ant. raspôn pertenece a un grupo de vocablos indudablemente antiguo en este idioma, encabezado por el verbo fuerte a. alem. ant. y med. hrëspan (-en) ‘arrancar’ («vellere»), y formado por los derivados a. alem. ant. gihresp, giraspe «quisquiliae», irhrospan «exhausta» y el moderno y medieval tardío rispe ‘ramaje’, ‘espiga de muchas ramitas’ (comp. el cast. raspa ‘arista de espiga’ que ya pudo heredarse del germánico). Este sentido general ‘arrancar cosas pequeñas y recogerlas’, aunque no es igual al del romance, no queda alejado, si partimos de la idea de ‘hacer limaduras raspando’.

La muy escasa extensión en germánico se compensaría si estuviéramos ciertos de que hrëspan está por *hrëfsan y deriva del tipo *HRAPÔN ‘arrebatar’ (vid. RAPAR), tal como admite Kluge1; así y todo se trataría de una formación algo singular, que difícilmente podríamos aventurarnos a atribuir al germánico común, de suerte que es muy dudoso que el vocablo existiera en gótico; tampoco es verosímil que el punto de partida de las voces romances sea el fráncico (como sospecha Gamillscheg, R. G. I, p. 266) en vista de la repartición geográfica de las mismas. Quizá pueda atribuirse *HRASPÔN al germ. occidental común, de donde pasada al latín vulgar, pero desde luego esto es inseguro. Así y todo parece probable la etimología germánica, sobre todo por la falta de otros étimos aceptables.

Schuchardt (Roman. Etym. I, 27-28) cree que se trata del lat. RUSPARI ‘escudriñar, escrutar’ (de donde it. ruspare ‘andar buscando castañas olvidadas en el bosque’, ‘recoger tierra con una rastra’, en Siena «raspare [le galline]»; el oc. mod. rouspà ‘roer pan duro’, Mistral, es voz rara y muy dudoso su origen), que se habría cruzado sea con el a. alem. ant. raspôn, o con *HRAPÔNarrebatar’, o con el lat. RAPERE íd.; opinión que parece apoyarse en el campid. raspidu, raspinosu ‘rasposo’, logud. rasposu, raspizzu, corso raspiu, rasposu íd., dada la ausencia de germanismos directos en Cerdeña; y así ha obtenido la adhesión de M. L. Wagner, ARom. XX, 357; pero no veo pruebas suficientes de que estos vocablos sean antiguos en la isla ―pueden ser hispanismos―, y así no hay razón firme para dudar del origen germánico. La etimología de Schuchardt es francamente inverosímil por no ser creíble que un cruce así pudiera producirse en forma tan unánime en todos los romances occidentales.

DERIV.

Raspar. de espiga: arista; r., casi escofina: scobina», Nebr.]; la ac. ‘espina de pescado’, hoy general en muchas partes (p. ej. almer.; ahí también ‘espina dorsal’), está ya en Villaviciosa, princ. S. XVII; extrem. ‘escama de pescado’ (BRAE IV, 100); ‘escobajo de la uva’ (Aut.), comp. fr. râpe y demás formas romances estudiadas por Wartburg, Mod. Philol. XXXVIII 257-60; adj., arg. (Payró, Pago Chico, ed. Losada, p. 139); raspajo; ráspano santand.2; raspilla; raspiyón ast. ‘padrastro, pedacito de pellejo’ (V); raspudo. Raspado; raspadillo. Raspador. Raspadura [1513, G. A. de Herrera]. Raspamiento. Raspante. Raspear. Gall. raspalleiro aplicado a un clérigo indecente (Sarm. CaG. 102r y cf. p. 167). Raspón ‘sombrero de aldeano’ colomb. (Cuervo, Disq., 1950, 589), ‘huella que una cosa deja en otra al rasparla’ cub. (Ca. 116); rasponazo [íd., íd.]; rasponera santand. Derraspar o desraspar. Rapé [Acad. S. XIX], del fr. râpé, propiamente ‘tabaco raspado’.

CPT.

Respailar ‘moverse rápida y atropelladamente’ [salir raspahilando, Cervantes, El Juez de los Divorcios, NBAE XVII, 3; «venga rabo entre piernas raspailando», Quiñones de B., NBAE XVIII, 505; respai-, Quevedo, Cuento de Cuentos, Cl. C. IV, 181; cub. repajilando, Ca., 155, 180], cruce de salir raspando y salir rehilando (‘moviéndose rápidamente’); raspalijón ‘erosión, rasponazo en la cara’ extremeño, raspajilón salmantino, raspalejón en Vitigudino (BRAE IV, 100). GdDD 5603ch propone reunir el andaluz respailar, respallar, «ir corriendo a refugiarse», con el portugués repairar ‘reponer’ y con el francés antiguo repairier, occitano antiguo repairar ‘regresar’, de REPATRIARE. Con la burda fonética histórica del Sr. G. de Diego esto parece fácil; pero (sin entrar a discutir del port. repairar, en el que otros ven una variante de reparar, lo cual sería más sencillo para el sonido y el sentido) la Lingüística seria no admite que -TR- pueda dar ȳr en castellano normal (donde raspahilar ya aparece en el Siglo de Oro) ni en portugués, luego habría que suponer que en estas lenguas no es continuación directa de REPATRIARE, sino préstamo del galorrománico, lo cual siempre es posible; entonces habría que admitir también que la h aspirada antigua y moderna de respahilar es debida a una etimología popular y que lo es también la a de la forma más antigua raspahilar; también en rigor es posible, pero es invertir los términos de lo natural. Como por otra parte en respailar sólo se ve clara la idea de ‘huir corriendo’, pero no la de ‘refugiarse’ que supone el autor, la nueva etimología debe calificarse por lo menos de muy improbable.

1 Pero el paralelo a. alem. ant. wfsa > alem. wespe ‘avispa’ no es seguro, pues se cree que ahí ha habido influjo del lat. VESPA. Schade cree más bien que hrëspan es pariente del lat. crispus.―

2 Sarm. CaG. 136v lo da como ‘arándano’, localizándolo allí mismo. Ingl. rasp-berry es la misma o muy análoga frutita, según vi en los montes de Nueva Inglaterra.