RAMBLA, ‘lecho natural de las aguas pluviales’, del ár. rámla ‘arenal’.

1.ª doc.: En doc. murciano de 1286, BHisp. LVIII, 363; h. 1519, Gonzalo Ayora (Cej., Voc.).

Está también en Covarr., en Aut., etc. Voz toponímica generalmente conocida, pero bien arraigada sobre todo en el Sur del territorio lingüístico castellano. En catalán lo está más o menos en todo el territorio lingüístico, y ya se documenta en el S. XIII (Costumbres de Tortosa, ed. Oliver, p. 426). Para la voz árabe, vid. Dozy, Suppl. I, 558b y 559a.

DERIV.

Ramblar. Ramblazo. Ramblizo ‘rambla’ [1600: «tomando cien soldados... se decendió por un ramblizo que yva a dar a las mismas heras» Pz. de Hita, ed. Blanchard II, 217]. Ramblón arg. ‘pequeña depresión de fondo chato y cenagoso donde se juntan las aguas’ (Sabella, Geogr. de la Prov. de Mendoza, p. 545; muy vivo en toda esta provincia). Arramblar ‘dejar las corrientes de agua cubierto de arena el suelo por donde pasan en tiempo de avenidas’ [h. 1580, Fr. L. de León], ‘arrastrarlo todo, llevándoselo con violencia’ [1652, Trillo y Figueroa], en este sentido ast. arramplar (V), contaminado por la familia de RAMPLÓN; arramplar con algo ‘llevárselo’ figura también en el madrileño D. Fz. Flórez, Lola..., 57: «uno no puede resistir el deseo de arramplar con ellas» [las sábanas]. En el dicc. vasco de Bera-Mendizabal: arranpallo bota ‘echar dinero para que lo cojan los chicos’; no da Azkue eso sino arrampalo, que parece ser otra cosa (‘espantajo’ y ‘orgulloso, bullanguero’ en muchas localidades vizcaínas) probablemente un compuesto, cf. arrapala, arrankola, etc., ronc. arranblatu ‘apilar maderas’, arranbalo ‘alboroto’ en un pueblo vizcaíno. Enramblar.