QUEBRAR, del lat. CRĔPARE ‘crujir, chasquear, castañetear, estallar’, y en la baja época ‘reventar’.

1.ª doc.: Cid.

Se halla en autores de toda la Edad Media; aunque hoy muestra tendencia a anticuarse en el lenguaje ciudadano español, persiste lleno de vitalidad en muchas hablas rústicas, y en América sigue siendo de uso general. En los SS. XII y XIII mantiene siempre, o casi siempre, la construcción intransitiva que tenía en latín, y es común que entonces, y aun más tarde, conserve el sentido etimológico ‘estallar, reventar’: «cuydavan se los omnes que con seso quebrava: / non entendién que todo Satanás lo guiava» (‘rebosaba de inteligencia’ Berceo, Mil., 724a), «ansí fué que la tierra començó a bramar, / estava tan finchada que quería quebrar», «con la envidia quieren por los cuerpos quebrar» (J. Ruiz, 98b, 289c), «criebes por medio de tu vientre» (F. de Navarra 34b), quebrar ‘salir brotando’ en la Gr. Conq. de Ultr., 273, etc.; otras veces vale ya ‘romperse’ pero sigue siendo intransitivo: así generalmente en el Cid, y en Berceo («las piedras, porque duras, quebraban de pesar» Duelo, 115; S. Mill., 264)1; sendos pasajes del Cid, de Berceo y de Apol. que se han citado como prueba del uso transitivo, son en realidad equívocos, y uno del Fuero de Calatayud mencionado por Lanchetas debería verificarse en el manuscrito y en cuanto a la fecha. En el S. XIV aparece quebrarse en el Conde Luc. (como morirse, casarse, cansarse, enfermarse junto a la construcción intransitiva) y de ahí se pasaría al empleo de quebrar como transitivo, que ya está bien comprobado en J. Ruiz 465c, 846a, y que pronto se generalizó (es el único en APal.: 93d, 168b, 168d).

Ya en el latín tardío aparece el sentido de ‘reventar’ (S. Agustín), y Prudencio da a crepare incluso el valor de ‘romperse’: «in partes ensem crepuisse minutas» (cita de Cabrera). Este vocablo latino ha dejado descendencia en todos los romances, pero en todos, salvo el port. y el cast., ha conservado el sentido ‘reventar’ y ha mantenido la r en su lugar etimológico (it. crepare, fr. crever, cat. ant. crebar, etc.); la forma crebar persistió por lo demás en cast. ant., donde la encontramos no sólo en el Fuero de Navarra, sino también en la Gr. Conq. de Ultr. (586), en los refranes arag. del S. XIV (crieba, RFE XIII, 368), y posiblemente en las Crónicas Generales de los SS. XIII y XIV (M. P., glos. de los Inf. de Lara); además en textos moriscos arag. del S. XVI y hasta hoy en esta región (M. P., Yúçuf, § 13), y sigue vigente en gallego («unha fita de luz marela crebándose nunha morea de caixons» Castelao, 194.31). Varias de las acs. modernas de quebrar están ya en Nebr. («q. o quebrantar: frango; q.: infringo; q. desmenuzando; q. se la pierna: frango crus; q. el crédito, el banco: conturbo; quebrado, potroso: herniosus»).

DERIV.

Quebrada ‘abertura estrecha y áspera entre montañas’ [Nebr. «fraux (sic), -cis; pyla»; ac. clásica, en Cervantes, Balbuena, etc., y a veces en los historiadores de Indias], amer. ‘valle’ [ac. que ya se nota en muchos ejs. de estos cronistas, desde Fz. de Oviedo: Cuervo, Ap., § 603; Disq., 1950, 424], cub. ‘hecho de quemarse irregularmente el carbón de un horno, en un sitio más que en otro’ (Ca., 70). Quebradero adj. ant. [Nebr. s. v. flaco]; m. [1646, Estebanillo, Aut.]. Quebradizo. Quebrado [Nebr., V. arriba]; quebradillo. Quebrador [q. de nave: naufragus, Nebr.]. Quebradura [Nebr.]. Quebramiento. Quebraza [Acad. 1925, como ant., no 1843]; quebrazar («los piedes eran quebraçados, / en muchos logares eran plagados», Sta. M. Egipc., 746), comp. fr. crevasse(r), cat. crebassa, etc.; aquebrazarse arag. Quiebra [ley de 1554, Aut.]2. Quiebro [S. XVII, Aut.].

Quebrante part. Quebrantar [crepantar, 1102, Oelschl.; crebantar y quebrantar, Cid y Berceo]3, derivado común al cast. y port., conocido en la E. Media en cat., oc.4 y fr., y dialectalmente en el Norte de Italia: quizá ya existente, por lo tanto, en latín vulgar; quebrantable; quebrantado; quebrantador; quebrantadura; quebrantamiento [Nebr.: q. de fe; q. de nave: naufragium]; quebrantante; quebranto [Berceo].

Requebrado antic. ‘apasionado, deshecho por el amor’ [«llaman requebrado acá / al que está fuera de sí /... /al que está namorado / y se muestra muy penado / por la que le enamoró» h. 1500, Juan del Encina, ed. Acad., p. 129]5, ‘(enamorado) que habla con quiebros en la voz’ («respondióle muy requebradamente: ―Señora, es un servidor suyo» Timoneda, Rivad. III, 179); de ahí requebrarse antic. [Covarr.]6 y después requebrar tr. ‘galantear’ [«vagheggiare, vezzeggiare» C. de las Casas, 1570; «s’amouracher... courtiser une dame, amadouer, mignarder, dire des affetteries d’amour» Oudin; ya general en Góngora, Ruiz de Alarcón y casi general en el Quijote]; requebrador; requiebro [1535, J. de Valdés, Diál. de la L., entre las palabras cast. intraducibies al latín; Covarr.; Oudin, etc.].

Resquebrar ‘resquebrajar’ (med. S. XIV, Montería de Alf. XI, Aut.); resquebradurar.s de los caminos que se suelen en ellos causar con la lluvia» APal. 232d; 250b]; resquebrajar [rescreba-, S. XIII, L. de los Cavallos, 57.5; -quebrajarse: hio, hisco: Nebr.]; resquebrajadura [Nebr.]; resquebrajadizo; resquebrajo; resquebrajoso; esquebrajar raro; regresivos quebrajar-quebraja, quebrajoso [Acad. ya 1843].

Cultismos. Crepitar [Acad. S. XIX], de crepitare íd.; crepitación; crepitante. Decrépito [fin S. XVI, Aut.], de decrepĭtus ‘sumamente viejo’7; en forma hereditaria en gallego: «cando saíu do leito parecía un longueirón: chuchado, esgumiado, decrebado, sen cara onde se persinar», Castelao 218.8. Decrepitud. Decrepitar; decrepitación; decrepitante. Discrepar [2.° cuarto S. XV, Santillana: Cuervo, Dicc. II, 1248], de discrepare ‘disonar’; discrepante; discrepancia. Increpar [h. 1440, A. Torre, Mena, Santillana (C. C. Smith, BHisp. LXI); Aut.], de increpare íd.; increpación [h. 1440, A. Torre (C. C. Smith)]; increpador; increpante [Mena, C. C. Smith].

CPT.

Quiebrahacha ‘Quebrachia Lorentzii, árbol de gran dureza’ [Acad. 1925, no 1884], quiebrahacho (err. quiabr., 1774, Faulkner), quebracha (1722, Lozano), quebracho rioplat., boliv. [1869, Tschudi: Friederici, Am. Wb., 533]; quebracho es nombre de un arbusto en Chile, quiebracha es la Copaifera Hymenaeifolia en Cuba (P)8; quebrachal. Quebrantahuesos [h. 1330, Juan Manuel, Rivad. LI, 250b47; Libro de los Gatos, Rivad. LI, 544; «águila quebranta uessos: aquila barbata» Nebr.], calco del lat. ossifraga. Quebrantaolas. Quebrantapiedras.

1 Claro que no hay por qué enmendar el texto en este pasaje ni en Mil., 724a, como propusieron Lanchetas y cierto editor, que no conocían el uso antiguo.―

2 Acs. secundarias ‘quebrada, valle’ en el Norte argentino: «por esa misma quiebra bajan anualmente los misachicos rumbo a Chicoana» J. H. Figueroa Aráoz, La Nación, 18-VIII-1940. Quiebra m. ‘valiente’ gauchesco (Ascasubi, S. Vega, v. 3964); de ahí quebrallón ‘valentón’ (ibid. 4331).―

3 La forma crebantar es común en docs. del S. XIII (1213, 1229: Staaff, 7.10, 9.10), persistió en Castilla hasta el siglo siguiente, y en Aragón hasta el XVI, vid. M. P., Yúçuf, § 13.―

4 Para oc. ant. crebant ‘golpe’, ASNSL CLII, 82.―

5 «Púsose a pasear muy requebradamente por donde estaba Finea, mujer de Casiodoro», Timoneda, Rivad. III, 155.―

6 «Requebrarse el galán, que es tanto como significar estar deshecho por el amor de su dama; dezir requiebros es significarle sus pasiones, loar su hermosura y condenar su crueldad; desto han dicho harto los poetas... Requebrado, el tal galán. Requiebro, el dicho amoroso y regalado». Todavía una vez en el Quijote: «Los Andantes Caballeros / y los que en la Corte andan, / requiébranse con las libres, / con las honestas se casan» II, xlvi, 173.―

7 Quizá aplicado al principio a una pared que se raja por todas partes, según Ernout-M.; éste y Walde-H. notan que el sentido no es fácil de explicar. La explicación de Ernout tiene el inconveniente de que en latín se aplica sólo a personas; la de Walde-H., a base de crepare ‘reventar, morir’, tiene el de que esta ac. pertenece sólo al bajo latín. Me parece que se debería partir de un punto de vista más material y aun brutal; el vocablo hará alusión al crepitus ventris, en calidad de eufemismo: el decrepitus es el que se ventosea a fondo y se zurra a cada paso, con un empleo del prefijo comparable al de puella defututa ‘prostituta ya consumida’; cf. Top. Hesp. I, 399.―

8 Quiebrahacha se cambió en quiebracho por tener terminación masculina casi todos los nombres de árboles; y entonces, no percibiéndose ya claramente la formación de la palabra, se redujo a quebracho, sentido como derivado y no compuesto. En Bédar (Almería) se llama quiebraollas cierta planta silvestre; pero, en forma análoga, también es corriente oír quebraollas.