PÉRGOLA, tomado del it. pèrgola íd., que viene del lat. PĔRGŬLA ‘pabellón’, ‘galería’, ‘glorieta’, ‘emparrado’.
En italiano y otros romances orientales es palabra de viejo arraigo; en castellano, italianismo arquitectónico reciente. Por lo demás este vocablo no fué ajeno al latín vulgar hispánico, pues la variante
percula figura en las Tablas de Aljustrel (
RL XXV, 21; comp. la otra variante
precula, estudiada por Walde-H. y Niedermann), y del mismo proceden el ast. occid.
piérgula o
peregulera «el purtal de la corti» (Munthe; Fz. Gonzz.,
Oseja, 328), y el minhoto
prégoa «espaço ou
vƟo por cima do fôrro [‘techo’] da casa, onde se recolhem e guardam várias cousas, tais como batatas, cebolas, etc.» (
RL XXV, 56). Otro representante popular es el rioj.
espergurar ‘limpiar la vid de todos los tallos y vastagos que echa en el tronco y madera, que no sean del año anterior, para que no chupen la savia a los que salen de las yemas del sarmiento nuevo, que son los fructíferos’ [Acad. ya 1843]; la segunda
-r- quizá se deba a influjo de
murgurar, que pudo tener en algunas partes el sentido de su variante
amugronar, vid.
MUGRÓN. Más representantes dialectales españoles en
GdDD 4944 (
espergurar desde luego no es
PERCURARE).