PUCHES, del lat. PŬLTES, pl. de PULS, -TIS, íd.
1.ª doc.: «puchas: puls», Nebr.; puches, 1555, Laguna (Aut.).
DERIV.
Puchada [1513, Herrera, Aut.]. Puchero [«p. de barro: pultarius; ps. por buchetes: buca», Nebr.], del lat. PŬLTARէUS ‘puchero’, ‘olla para puches’, ‘vasija para vino’1, sólo conservado en cast. (cat. Puigpalter, nombre de lugar, antes Puigpolter, pero quizá sea ahí adjetivo, partiendo de la ac. de PULS ‘lodo’ en varios romances); puchera ‘puchero, vasija’ ant. (Alex., 2182), ‘medida de capacidad para áridos’, ‘íd. para sidra = 0.849 litros’ ast. (V), ‘olla, cocido’ (famil. según la Acad.; así en la novela de Pereda, La Puchera); pucherazo; pucherete; pucheruelo. Puchigos ‘calostro cocido’ ast., en Colunga, no es derivado de puches, sino cruce con HORMIGOS; un nuevo cruce, con gachas, ha dado la forma gochigos de San Jorge (V). Empuchar ‘poner las madejas en lejía’. Derivado culto pultáceo. De la misma raíz proceden en latín las palabras siguientes. Polĕnta ‘especie de gachas’, de donde el cultismo polenta (1555, Laguna, Aut.) y por vía popular el ast. pulientas ‘puches’, ‘gachas’ (R; V, s. v. farro, farrapes), que aparece ya en la Gral. Est. II, 1, 185b; el área de este regionalismo llega, hasta el O. de Navarra en Echarri Aranaz, donde Azkue (Supl.) anotó polenta como empleado en el vasco local con el sentido de ‘borona’. No tiene que ver directamente con este cultismo y regionalismo el arg. pulenta, tomado del napol. pulenta (it. polenta). Del lat. pollen ‘flor de harina’ se tomó el cast. polen [Acad. S. XIX]; polinización.
1 Con esta última ac. en Petronio XLII, 2, y en Vegecio, Art. Veter. III, cap. 56. ↩