Esta forma aparece tres veces en este poeta, en el sentido de ‘prosternado (echado al suelo en actitud de humildad o ruego)’,
Sacrif., 166
d,
Mil., 265
c, 571
b; en el último pasaje el ms.
I trae variante
postrado. No sería voz frecuente en lo antiguo, pues no tengo otros testimonios medievales, y falta en los glos. de h. 1400, APal. y Nebr.;
prostrar figura en autores clásicos como Fr. L. de Granada (1588), Rey de Artieda (1605) (Cuervo,
Obr.
Inéd., 217, n. 5) y Covarr., mientras que Cervantes imprime
postrar y
postrado en el
Quijote, y
Aut. ya no da otra forma como usual ni cita otra en los escritores del Siglo de Oro allí extractados; Cej. IX, § 194.
Prostrar(
e) es usual en port., oc. ant. e it. (algún ej. de
postrar en cat. ant.,
Breviloqui de J. de Gales,
N.
Cl., 112;
pros- en Ag.). No hay que creer que la innovación del tema de presente e infinitivo
p(
r)
ostrar sea puramente romance, ya que
prostrare y
prostrarentur se leen en las Etimologías de San Isidoro (XVIII, xlii, 2; lvi; también
strarentur en el simple, XIX, xxvi, 5, de donde ast., gall. y port. ant.
estrar: Sofer, p. 107);
prostratur (
CGL IV, 420.25),
prostat (
CGL IV, 381.52) y aun
postrat (
CGL V, 476.59) en glosas, y formas análogas se hallan en escollos de Juvenal y en otras fuentes vulgares y medievales (citas en
CGL VII, 150, y Du C.).
Desde el punto de vista fonético no habría razones para dudar de que postrar y sus congéneres de otros romances sean voces hereditarias (así REW 6789), pero su rareza en cast. ant. y el sentido y tono estilístico en que suele aparecer el vocablo dan a entender que sería cultismo.