PLEGAR, forma semiculta del lat. plĭcare ‘doblar, plegar’.

1.ª doc.: pregar, Alex.; plegar, S. XIII, Purg. de S. Patricio; 1.ª mitad S. XIV, Cuento de Otas.

En ese texto tiene el sentido de ‘clavar con clavos’: «¡Ay, Señor! Cómmo fuestes vos traydo de los judíos descreídos, et ferido, et mal menado, et en la vera cruz plegado, et escopido» (ed. Ríos, 448.22); asimismo en la Crón. Sarracina de Corral, h. 1430: «ansí commo el candado fué quebrado et el arqueta abierta, non fallaron dentro más de una tela blanca e plegada» (quebrada en otro ms.: M. P., Floresta I, 193.11). En este sentido es voz especialmente leonesa, de donde la variante pregar, propia de este dialecto y común con este sentido en portugués; pregar ‘clavar’ está ya en el Alex. (2144c, 693; nótese la variante llegar de P en aquel pasaje), Gral. Estoria, 1.ª Crón. Gral. y Crón. de 1344; se llegó a este sentido partiendo de ‘doblar un fleje o zuncho’ ‘clavar algo con fleje’ > ‘clavar’, V. el pasaje de la Gral. Est.: «metiéronle en un ataut... et pregaron en él dos armellas bien fuertes con sennas cadenas» (M. P., Yúçuf, lin. 445); de ahí priego ‘clavo’1, que no viene, por lo tanto, ni del celta, como supuso Diez (el galés pric es préstamo del ingl. prick, sin relación con esto, como prueba Thurneysen, Keltorom., 87), ni del grecolatino EPIGRUS (como admitía Cornu, GGr. I, 2.ª ed., § 14), que además no satisface fonéticamente; así lo probaron Spitzer y M. P. (RFE XI, 412-5). En cuanto a la forma pígaro ‘clavija del timón del arado’, empleada en una habla local gallega (Cuad. Est. Gall. XIII, 179), está demasiado aislada para apoyar la etimología EPIGRUS; posiblemente ciertas hablas leonesas reducirían priego a *prigo (como priesa a prisa), y ahí tendremos un préstamo leonés, cambiado en *pigro > pígaro; o más bien el cambio de pegro en píg(a)ro se deberá a contaminación del gall.-port. pino ‘clavo de madera’ (IV, 244a13). V. además ABREGANCIAS.

En este sentido era semicultismo, según indica ya el tratamiento de PL-, y justamente este carácter de voz poco popular y advenediza facilitaría el cambio de significado. Más tardío es todavía plegar en el sentido lat. y cast. moderno de ‘doblar’, que no sé aparezca antes de APal. («complicare es en uno plegar» 87d, «doblegar y juntar una mesma cosa o vestidura plegada» 367d; 371d) y Nebr. («plegar: plico»)2: se trata de un semicultismo bastante tardío, que hasta entonces había expresado el idioma mediante doblar [S. XIII], hoy todavía única expresión popular de la idea. Primitivamente el presente fué plega sin diptongación, como se halla todavía en Nebr. («plegable: lo que se plega»), en farsas del S. XVI (Cuervo, Obr. Inéd. 266n.2), y sigue siendo popular todavía en muchas partes; aunque despliega ya se lee en Lope (P. Carbonero, v. 2484) y pliegue en APal. De plegarse en la ac. ‘ceder, someterse’ [Acad. ya 1884, no 1843], procede la argentina ‘juntarse, unirse’ (el Sr. N. se plegó a la comitiva en tal punto, dos barcos de guerra franceses se plegaron a los aliados; «la sala iba embelesándose de aquella música... todo se había plegado al macho imperio del rasguido», Guiraldes, D. S., Sombra, ed. Espasa, p. 115).

DERIV.

Plega arag. ant. (‘montón de ropa’: invent. de 1365, BRAE IV, 343; ‘armario para ropa’, invent. de 1331 y 1362, dos veces, BRAE II, 551; III, 90). Plegable. [Nebr.]. Plegadero. Plegadizo. Plegado. Plegador [en la ac. arag. ‘el que recoge la limosna’ es forma dialectal correspondiente al cast. (a)llegador]. Plegadura [Nebr.]. Pliego [Covarr.]; pliegue [«vestiduras floxas de muchos pliegues», APal. 414b; 433b; 290d]; plieguecillo; pleguería; pleguete; despleguetear. Aplegar. Desplegar [1438, J. de Mena; ‘desclavar’ en Apol.; vid. Cuervo, Dicc. II, 1147-8]; desplegadura; desplego; despliegue. Replegar; repliegue. Exployada, águila ~, heráld., del fr. ant. esploiiee.

Cultismos puros: Plica [Academia ya 1843], del lat. médico plica. Aplicar [S. XV: Cuervo, Dicc. I, 542-6], de applĭcare íd.; aplicable; aplicación; aplicadero; aplicativo [1605, Lpz. de Úbeda (Nougué, BHisp. LXVI)]. Complicar [1555, Laguna, Aut.], de complĭcare íd.; complicación; complicado. Cómplice [princ. S. XVII, G. de Castro, Lope, Tirso, etc.: Cuervo, Dicc. II, 269-71], de complex, -ĭcis, ‘unido’, ‘cómplice’; complicidad.

Explicar [Corbacho3 (C. C. Smith, BHisp. LXI); «expedire: explicar, contar», APal. 117d; corriente ya princ. S. XVII: Aut.; pero falta en Covarr.], de explĭcare ‘desplegar’, ‘desenredar’, ‘explicar’; explicación; explicaderas [Aut.]; explicotear cub. (Ca., 186); explícito [Aut.], de explĭcĭtus íd. Implicar [h. 1440, A. Torre, Mena (C. C. Smith, BHisp. LXI); 1499, Hernán Núñez, Aut.] de ĭmplĭcare ‘envolver en pliegues’; implicación; implicancia [Aut.]; implicante; implicado; implícito [med. S. XVII, Madre Ágreda, Aut.], de implĭcĭtus íd.

Replicar [principios del S. XVII, Autoridades], de replĭcare ‘desplegar, desarrollar’, y como término jurídico ‘replicar’; réplica [fin S. XVII, Aut.], antes replicación; replicador; replicante; replicato; replicón [Quiñones B. (Nougué, BHisp. LXVIII)]. Suplicar [J. Ruiz; APal. 483b, 93d], de sŭpplĭcare íd., derivado de supplex, -ĭcis, ‘el que se dobla prosternándose’, derivado del radical de plicare; súplica [Covarr.], antes suplicación [Berceo]; suplicacionero [1605, Lpz. de Úbeda (Nougué, BHisp. LXVI)]; suplicante; suplicatorio, suplicatoria; suplicio [1605, Quijote], de sŭpplĭcĭum ‘sacrificio’ (propiamente ‘súplica para apaciguar a un dios’), ‘castigo’, ‘tormento’.

Plexo [Acad. S. XIX], de plexus íd., de la familia de plicare.

1 ‘Atadura, nudo, pegadura’ en Calila (Rivad. LI, 15), Alex. (2144); comp. «los diablos... quisyeronle plegar a la tierra con pliegos de fierro», trad. leon. del Purg. de S. Patricio, S. XIII: (Homen. a M. P. II, 228); «foi ontr’os ladr?es ena cruz pregado» «quando o despregaron da cruz» Ctgs. 145.65, 403.51.―

2 Plegar aparece en doc. de Sigüenza de 1226 (M. P., D. L., 252.9), en Berceo y en el glos. del Escorial, pero en calidad de variante fonética de LLEGAR.―

3 Aparece también una vez en la traducción de la D. Comedia atribuida a Enrique de Aragón (vid. J. A. Pascual Rdz., Salamanca, 1974, p. 190), pero en un contexto de interpretación tan ambigua que apenas puede emplearse para decidir si era vocablo normal y no latinismo ocasional.