PIMPINELA, ‘Poterium Dictyocarpum’, planta rosácea, y ‘Pimpinella Magna’, planta umbelífera; tomado del b. lat. pimpinella íd., probablemente alteración de *pepĭnĕlla, derivado del lat. vg. pepo, -ĭnis (lat. cl.
1.ª doc.: 1515, Rodríguez de Tudela.
Que la forma originaria de este nombre de planta no contenía nasal en la primera sílaba lo confirman la forma latina pipinella y la francesa piprenelle, que figuran en el Glosario de Tours, del S. XII, así como la variante piponella, que Skeat cita de un antiguo vocabulario latino-anglosajón. El cambio de *pepinella (pipinella) en pimpinella pertenece a un tipo corriente, debido a una propagación de la otra nasal; también es explicable la aparición de una r no etimológica en el fr. pimprenelle, como repercusión de la otra líquida que contiene el vocablo. Si esta etimología es satisfactoria por el sentido y por los sonidos, no lo es menos en cuanto a su punto de partida, puesto que la forma pepĭnem del acusativo y demás casos oblicuos de pepo, está documentada en el CGL III, 541.36 y 592 (pepenus), y es la que supone no sólo el cast. pepino (forma semiculta con cambio de sufijo), sino también el rum. pépine ‘melón’, alb. piepཙn íd., y el macedorrum. y rum. olímpico peápine ‘pepino’.
Las demás etimologías no satisfacen. Simonet (p. 456) supone que pimpinela venga de *pampĭnella, diminutivo de pampĭnus ‘sarmiento tierno’, a causa de los tallos de la pimpinela: pero éste es un criterio de semejanza demasiado vago, pues son casi infinitas las plantas que tienen tallos, y muchísimas las que los tienen tales que se pueden comparar mejor o peor con un sarmiento; por lo demás no veo en parte alguna descripciones de la pimpinela que hablen de algo semejante a un sarmiento de vid; en realidad esta etimología sólo se apoya en la forma pampínula que citó Laguna (1555) como nombre de la pimpinela, apoyo demasiado endeble, pues esta forma igual puede venir de un *pepĭnŭla: en cambio sería inexplicable fonéticamente la desaparición de la m en las formas pipinella y piprenelle del S. XII1.
Gamillscheg, EWFS, s. v., propone partir de un *pĭperīnella, diminutivo de piperīnus ‘semejante a la pimienta’, porque el fruto de la pimpinela sería semejante al grano de pimienta; pero aunque así sea, son centenares las plantas silvestres que producen granos pequeños y esféricos más o menos comparables a un grano de pimienta; por otra parte la forma con r es exclusivamente francesa y aun no general en este idioma (el ingl. pimpernel y el alem. pimpernelle son galicismos), comp. oc. pimpinelo, it. y cat.2 pimpinella, etc.; en el Campell, pueblo catalán de la provincia de Huesca, anoto pempinella como nombre de una planta de flor semejante a la del regaliz. La desaparición de la r en estas formas sería muy difícil de explicar.
El b. lat. pimpinella ya parece hallarse en un botánico del S. VI. Spitzer, Word 1951, p. 211, propone otra etimología.
Completamente infundado es el étimo *BIPENNELLA ‘de dos alas’, que varios han tomado de Diez, y que este lingüista sólo citaba sin hacérselo suyo.
1 Simonet quiere identificar con la pimpinela la bublináଖra (o poplináଖra) citada por Abenbuclárix, lo cual no apoyaría mucho la etimología *pepinella, pero aún menos favorable sería a *pampinella; por lo demás esta identificación sólo se basa en un vago parecido de nombres, pues la equivalencia árabe que le da Abenbuclárix es nombre de una planta de la familia de las compuestas (que nada tiene que ver con la pimpinela); la equivalencia mozárabe ġišûneš que le señala Abenbuclárix no se sabe en realidad qué planta designa y aunque fuese cierto que sean los quijones, como sugiere Simonet, éstos no se parecen en nada ni a la planta árabe citada, ni tampoco a la pimpinela menor (y ni siquiera a la mayor, que es umbelífera como los quijones, pero de una subfamilia muy alejada); es decir, la identificación botánica de la poplináଖra es sumamente dudosa, y es improbable que sea la pimpinela. Desde el punto de vista de la forma del vocablo es más natural identificar la poplináଖra con la poplína también citada por Abenbuclárix, y de ésta sí nos consta que era la PAMPLINA, planta muy diferente de la pimpinela (véase).― ↩
2 Figura en muchos botánicos, en Fabra, etc., como nombre catalán de la pimpinela. Además lo anoté en la plana de Vic en calidad de denominación de un hongo muy alto y enteramente blanco; ignoro si es la misma palabra o un homónimo, pues en este sentido es más común la forma pentinella. ↩