PICHEL, tomado del fr. pichier íd. (seguramente por conducto de la lengua de Oc o el catalán), voz de origen incierto; emparentada con el alem. becher e it. bicchiere ‘vaso’, pero en francés no puede proceder de estos idiomas.
1.ª doc.: h. 1260, Partidas (Aut.).
En catalán se emplean (con mayor arraigo que en castellano) pitxer y pitxell, como nombres de un jarrito, especialmente para flores o de adorno; como en Francia no hay formas en -el, es fuerte la sospecha de que el cat. pitxell sea una adaptación del cast. pichel, puesto que en castellano el cambio de la terminación francesa -ier en -el es normal; sin embargo, el hecho es que pitxell es ya frecuente en el catalán medieval (desde 1394), quizá algo menos que pitxer [1404; vid. Ag.]: hoy pitxell es voz muy arraigada y popular en el catalán occidental, desde la frontera pirenaica hasta el Ebro, ciertamente más popular que en castellano (‘medida de vino’ en el Pallars, ‘botijo para agua’ en el Priorato, pitxella íd. en Gandesa y Andorra, etc.), y se emplea y se ha empleado también en muchos puntos del Este del Principado; pitxer es valenciano, catalán oriental y conocido más o menos en todas partes. Como por otra parte se nota la gran frecuencia de la aparición del vocablo castellano en textos aragoneses, es posible que el catalán sirviera de intermediario entre el francés y el castellano; y como esta voz presenta otros cambios de sufijo en Francia (pichet, etc.), es más verosímil que pitxell lo sea también y deba mirarse como voz castiza en catalán.
En lengua de Oc pichier y aún más pechier (-iera) (frecuente ya S. XIV); en francés pichier (> ingl. pitcher) es palabra anticuada o dialectal, pero muy arraigada en los patois de todo el Norte del país, y frecuente en la Edad Media desde el S. XII; como la -ch- de la lengua de Oc, el catalán y el castellano no puede corresponder hereditariamente a la -ch- del francés, se impone admitir que en todas partes es galicismo. El problema de la relación con el it. bicchiere ‘vaso’ y con el alem. becher íd., es difícil y oscuro; en todo el Este de Francia existe una variante bichier o bichet, ya algo antigua, que por razones geográficas quizá sea de procedencia alto-alemana; en germánico, aparece ya bëhhâri en alto alemán antiguo, y formas correspondientes aparecen en bajo alemán antiguo y en escandinavo antiguo (de donde el ingl. beaker); el it. bicchiere es algo desconcertante, pues aunque es palabra esencial, general y antigua (ya en Boccaccio), su terminación presenta la forma acostumbrada en los galicismos, y, sin embargo, la consonante inicial señala más hacia Alemania que hacia Francia (la variante pecchero se tomó del longobardo, y quizá no pueda descartarse del todo una procedencia longobarda de bicchiere, comp. los nombres Ranieri, Rainerio, etc., que Gamillscheg, R. G. II, p. 209, mira como autóctonos).
Todavía complica el problema el grupo del languedociano antiguo y gascón antiguo pegar ‘jarro, medida de líquidos’, hoy gasc. pegà, extendido por toda Gascuña (H.-Garonne pegaro ‘cangilón de noria’, VKR VI, 81) y cuya área llega hasta el Hérault, el Aveyron y el Quercy (Lot pegal ‘jarrito’, VKR VI, 45); de ahí el vasco pegar(ra) ‘cántaro’ (Urtel, Berliner Sitzungsber., 1917, 536; Jud, ARom. II, 239).
El origen último debemos calificarlo resueltamente de oscuro, aunque muchos partan del gr. βƗκος ‘ánfora para vino’, ‘vaso para beber’ (FEW I, 361-2; Kluge; vagamente REW 1081a, comp. 1102). Por lo pronto esto no nos explica las formas francesa y gascona con p-, pues de ninguna manera convence la propuesta de Gamillscheg (EWFS; y R. G.) de un cruce del fráncico BIKARI con el tipo pot; aún menos la idea de Brüch (ZRPh. XXXIX, 210-1) de una ultracorrección de la tendencia del latín vulgar a cambiar la π- griega en b, tendencia meramente esporádica. La palabra griega, conocida desde Heródoto, es de origen fenicio según los antiguos, que nunca le dieron uso general y la sintieron siempre como extranjera; aunque en los mss. predomine la acentuación βίκος, que presupone una i breve, es dudoso que esta acentuación sea correcta, pues las grafías βƗκος y βεƗκος no son raras, y los dos testimonios poéticos coinciden en indicar una i larga (vid. Stephanus y Liddell-Scott): ahora bien las formas germánicas, el gasc. pegar y la variante fr.-oc. pechier postulan una I breve (con la cual puede también explicarse, en rigor, la forma pichier). La forma becarius «orceoli genus», en un glosario trasmitido por un ms. del S. IX, y en otras glosas alto-alemanas (Kluge, ZRPh. XLI, 679; ARom. VI, 301), como puente entre el griego y el romance, tiene muy escaso valor (tanto menos cuanto que el epigráfico bicarus sería un nombre propio de persona sin relación con esto, según el ThLL); queda también el problema de la relación con el BACARIUM ‘vas aquarium’ de las glosas (que suele relacionarse con la familia céltica de BACÍN, fr. bache, etc.). En principio parece lo más probable que βƗκος nada tenga que ver con las formas romances y germánicas. En cuanto a éstas, quizá se trate de una voz prerromana en P-, tomada en préstamo del romance antiguo por el germano, cuyas sordas son aspiradas y cuyas sonoras tienen sonoridad imperfecta, sonando casi como sordas lenes, lo que llevaría a adaptar la P- no aspirada extranjera en forma de B-.
Es muy problemático en el aspecto fonético (claro está que también en el geográfico) que pueda venir del scr. piƫharaྔ ‘olla, puchero, cazuela’ documentado desde el Mahabharata y que parece ser de origen indígena o bien indio medio. ¿Pasaría ƫh a una palatal en lenguas meso-índicas? No falta algún indicio de que se dé tal cambio en esas lenguas, aunque ni eso puedo probar; menos todavía que pasara a lenguas del Asia Menor y de ahí se transmitiera a Occidente, sea por los Cruzados o por otro vehículo. Sobre todo se hace más difícil todavía explicarlo si tenemos en cuenta el it. bicchiere y el a. al. ant. bëhhari del cual es inseparable pichier y su familia. Si no me limito a desechar la sugestión y recomiendo tenerla en estudio es sólo por la oscuridad completa de la etimología del vocablo.
DERIV.
Pichelero; gall. pontev. picheleiro ‘trabajador de estaño y hojalata’ (porque hacen picheles de este metal), Sarm. CaG. 206v; pichelería. Arag. pichella < cat. pitxella (V. arriba). Pichola gall. Deriv. regresivo gall. picho «pocito que está alrededor del gorgullón de agua» (Sarm. CaG. 219r).
1 No será grafía abusiva, en vez de picher, puesta por el editor Cañete, pues Gillet (vid. tomo III, 416) imprime igual. Por lo demás hay ahí un juego de palabras con piquero ‘soldado que sirve con pica’. Parece haber también cruce de pichel con el it. bicchiere, pero no préstamo de éste, como quisiera Terlingen, 331. ↩