PETREL, ‘ave marina del género Procellaria’, voz documentada primeramente en Inglaterra y Francia, de origen incierto.
No tengo documentación anterior de este vocablo en castellano, portugués ni catalán (
petrell)
1; el fr.
pétrel aparece ya en 1699, el ingl.
petrel va en 1676 (escrito
pitteral). Si el vocablo fuese de procedencia iberorrománica se podría pensar en una forma mozárabe de
PETRARIUS, derivada de
PETRA, pues el petrel anida en las rocas; no habría dificultad fonética, pues esta base ha dado
Petrer en el Sur de Alicante (
Petrel en castellano),
Petrairs en valenciano antiguo (Repartimiento de Valencia, hoy
Patraix junto a la capital valenciana). Pero la aparición tardía del vocablo en la Península obliga a abandonar, al menos provisionalmente, esta etimología. Se ha venido repitiendo que
petrel es derivado de P
ETRUS porque se ve muchas veces a esta ave como si fuera sobrenadando en el mar, y así se le habría comparado con el milagro de San Pedro andando sobre las aguas, en apoyo de lo cual se aduce el alem.
petersvogel, propiamente ‘ave de S. Pedro’, pero esta forma parece ser tardía y seguramente es adaptación de la inglesa o francesa por etimología popular; ahora bien, para admitir esta etimología sería preciso que el vocablo hubiese pasado de Inglaterra (donde se dice
Peter por ‘Pedro’) a Francia (donde es
Pierre), pero el caso es que entonces no se explica el sufijo. Por el contrario Spitzer (
ZRPh. XLII, 7-9) indica que el
petrel deja oír una especie de crepitación durante sus amores, lo que autorizaría a identificar con un fr. dial.
péterel ‘pedorrero’ (comp. el fr. antic.
pétereau ‘especie de cañón de artillería’, God. VI, 131); Baist piensa en lo mismo, con la posibilidad de otra explicación semántica no bien precisada (
ZRPh. XLIII, 91-92), comp. el norm.
chievent y
petit puant usual en el dep. de Finistère (Rolland II, 385). Quizá sea éste el origen, pero es inseguro.