PEPIÓN, ‘antigua moneda pequeña que corría en Castilla’, origen desconocido.
Así en éste como en
Alex., aparecen
pepión (
Mil., 132;
Alex., 56) y
pipión (
S. Mill., 424;
Alex., 1230); aquél además en J. Ruiz (658, 1454). Mateu i Llopis,
Glos.
de Numism., dice que ya corrían en tiempo de Alfonso VIII (1158-1214) y cita testimonios en docs. castellanos y catalanes del S. XIII, desde 1258 (otros de la misma época en Du C., también españoles)
1.
En su opinión el nombre vendría de un adjetivo
pipo o
pipio «que significa pequeño», aludiendo a la figura del rey niño cuya efigie se representaba en esta moneda junto a la de su padre Fernando II. Pero en realidad no hay tal adjetivo
pipio en latín ni en castellano, y Mateu no lo prueba. También existió
pipião en portugués (Fig.). Fuera de Mateu nadie se ha preocupado de la etimología, que me es desconocida. Sería concebible que hubiera relación con el it. antic.
pippione ‘paloma, pichón’ y ‘necio’ (lat.
PIPIO, -ONIS), pero sólo si el nombre de la moneda viniera ya de Italia, o a lo sumo del Sur de Francia (donde
pepion se halla hoy y ya antiguamente en el sentido de ‘polluelo’; comp.
pipiar,
repepiar, cat.
repapiejar ‘chochear’); también podría explorarse la posibilidad de que tenga que ver con el fr.
pépin ‘pepita de melón, etc,’ (que quizá venga de
pépi-in, derivado de
pépie, V.
PEPITA), pero tampoco tenemos noticia de que el vocablo se empleara en Francia como nombre de moneda (falta en God.). No parece posible fonéticamente sacar
pepión de la familia de
PARPALLOTA (gr.
ȗπέρπυρον). Un detalle fonético que intriga es por qué
pepión no se cambió generalmente en
pipión, lo cual revela, de todos modos, relativamente poca antigüedad en castellano
2.
Romualdo Loddo,
BABL VII, 336-350 (principalmente pp. 341 y 347) fijándose en un documento que menciona
papions como antigua moneda catalana, supone que al castellano pasara desde el catalán, y en catalán se formara con
Papia, nombre latino de la ciudad de Pavía, que figura en las monedas acuñadas en esta ciudad desde el S. VIII hasta el XII. Es ingenioso y desde el punto de vista fonético y formal es perfectamente posible. Sin embargo, como observa Botet i Sisó, ibid. 352, tiene la debilidad de que la existencia de tales
papions catalanes no consta directamente y sí sólo por un documento posterior, aislado y anónimo, no anterior a la 2.ª mitad del S. XIII; tampoco hay testimonio de tal nombre en Italia, y en cambio en Castilla la moneda está copiosamente documentada, y su nombre está allí desde princ. S. XIII. Por otra parte en Pavía mismo se conoció una moneda
pegione, que el Sr. Loddo (p. 342) supone nombre tomado del cast.
pepión. Ahora bien, todo esto ya no parece posible fonéticamente, y más bien parece confirmar mi supuesto de que
pepión venga del lat.
PIPIO, cuyo resultado
pegione,
pigione es conocido en Italia.