PENDENCIA, ‘riña, pelea’, significó anteriormente ‘situación apurada, alarma, mal paso’, y procede del lat. PAENITENTIA ‘pesar’, derivado de PAENITERE ‘tener pesar de algo, arrepentirse’; es verosímil que se tomara del port. pendência, que tuvo antiguamente el sentido de ‘penitencia’ y corresponde al verbo repender-se o arrepender-se ‘arrepentirse’.

1.ª doc.: 2.ª mitad S. XV.

Demostró esta etimología Yakov Malkiel en su penetrante y modélico artículo de RRQ XXXV, 307-16. En la época citada Diego de San Pedro, Diego de Valera, Diego Enríquez del Castillo, López de Villalobos, y varios poetas del Cancionero del S. XV (publ. por Foulché-D.), empiezan a emplear el vocablo castellano, pero siempre con el sentido de «distress, emergency, state of alarm». Todavía ocurre algo de esto en algunos pasajes de Cervantes, donde observamos el matiz de ‘rabieta’ o el de ‘quebradero de cabeza’: «murió bruja... de envidia... o por otra pendenzuela de celos, que nunca pude averiguar», Coloquio de los Perros, Cl. C., p. 292, «esse es un sabio encantador, grande enemigo mío, que me tiene ojeriza, porque sabe... que tengo... de pelear... con un cavallero a quien él favorece, y le tengo de vencer. Quién duda de esso, dixo la sobrina, pero ¿quién le mete a vuestra merced, señor tío, en essas pendencias, no será mejor estarse pacífico en su casa, y no yrse por el mundo a buscar pan de trastrigo?» Quijote I, vii, 21v°. Sin embargo, ya por este tiempo estaba muy generalizada la nueva ac. ‘riña, reyerta’, que también aparece en el Quijote y ya se documenta en José de Acosta (h. 1590, Aut.).

La etimología tradicional hasta ahora admitida, lat. PENDENTIA, con el significado de ‘cuestión pendiente’, tiene que desecharse porque esta palabra no existe en latín antiguo ni apenas en bajo latín (en éste tiene otros sentidos) ni ha dejado descendencia en otros romances. En cambio, el port. ant. pendença ‘penitencia’ está perfectamente documentado en este idioma desde el S. XIV al XVI por lo menos (ejs. en CortesƟo y Fig.), y posteriormente tomó el sentido de ‘desavenencia, conflicto’, como en castellano, y también ‘arranque de cólera’, ‘intriga’, etc. El sentido primitivo es ‘pesar, sentimiento que se tiene de algo’, que es el que con mayor frecuencia tiene el lat. PAENITENTIA en el período clásico.

Salvo algún detalle ya indicado, poco tengo que agregar ni retocar a la etimología de Malkiel; sólo quiero llamar la atención hacia el hecho de que si el étimo PAENITENTIA parece seguro, lo es menos el préstamo, que él admite, del port. al cast., pues también en este idioma existió la forma sonorizada rependirse (Berceo, J. Ruiz, Alex.), siendo ARREPENTIRSE galicismo posterior; el hecho es que hallamos rependencia en el San Millán de Berceo, precisamente en el sentido de ‘disgusto, pesar’, cuando dice que los diablos, mohínos por los escarnios de que el santo los hacía objeto, «non adrunavan seso nin sapiencia / porque vencer podiessen la mala rependencia» (210d)1; penedencia es ‘penitencia’ en Alex. O, 2220b.

DERIV.

Pendenciar [S. XVII, Aut.]. Pendenciero [íd. íd.]. Pendenzuela (V. arriba).

1 Del castellano pasó pendenzia a Italia en autores hispanizantes desde el S. XVII, y hoy en Nápoles, Sicilia y Lombardía.