PELOTA, tomado del fr. ant. pelote (o de oc. pelota) íd., que a su vez es derivado romance del lat. PէLA íd.; en la Edad Media se empleaba en el sentido de ‘pelota de jugar’ la voz castiza pella, del lat. PէLŬLA, diminutivo del anterior.
1.ª doc.: pellota, med. S. XIII (Apol.); pelota, APal.
Pelota aparece ya en APal. («pegina, pelota de fierro que solían usar los momos» 350d, «glans se toma por pelota de plomo pequeña») y Nebr. consagra ya la repartición moderna, en que a pella han quedado asignadas solamente las acs. traslaticias: «pelota como quiera: globus; p. de viento: follis; p. ginovisca: pila trigonalis; p. fofa de aldea: pila paganica; p. de espingarda: glans», frente a «pella, cosa redonda: globus». En portugués el genuino pela sigue siendo usual en la ac. básica hasta hoy en día; esta forma portuguesa, con la cast. pella, proceden del diminutivo lat. PէLŬLA, contraído ya por el latín vulgar en *PէLLA (como se deduce de la creación de un nuevo diminutivo PէLLŬLA en el sentido de píldora2, documentado en la baja época). Otros romances han sustituido el vocablo latino por un préstamo germánico (fr. mod. baile, it. palla); en cat. pilota [S. XII, Guillem de Berguedà, ARom. XXIII, 51], oc. pelota o pilota, y también el francés antiguo, durante toda la Edad Media, empleó pelote en el sentido de ‘pelota de jugar’ (God. X, 316), hoy sólo en el de ‘ovillo’: estas formas, como lo muestra la -l- catalana, no vienen de *PէLLA, sino de un diminutivo romance del clásico PէLA, que en algunas partes, en virtud de una contaminación vulgar, debió tomar la զ de PզLUM ‘dardo, jabalina’; el ast. pilota debe de ser occitanismo. Gall. central pillas ‘los granos del gamón o asfódelo’ (Sarm. CaG. 206r), quizá de PIL-զCULA con cambio de sufijo.
Acs. secundarias: en pelota ‘desnudo’, donde quizá hay influjo de pelo o piel (V. la explicación de Rz. Marín, Quijote I, xxii, Cl. C. II, 228); pelota ‘ramera’ [Quevedo, Aut.], porque pasa por todas las manos, de donde pelote ‘rufián’ en Mira de Amescua (RFE XVI, 300), porque vive a costa de ella; ‘pasión, preferentemente la sexual’ en Cuba (Ca., 60). Pella ‘borla’, invent. arag. de 1362 («un lavacap de cendal vermelló e vert, con rosetas e pellas», BRAE III, 90); ‘suma ahorrada’ G. de Alfarache («mi destino era hacer una razonable pella, y dar conmigo lejos de allí a buscar nuevo mundo», Cl. C. V, 114.9); ‘copo’ Tirso (Condenado por Desconfiado); ‘manteca del cerdo’, también de otros animales en la Arg. («nos arrimamos a un cordero de pella dorada por el fuego: ¡carnesita sabrosa y tierna!» Guiraldes, D. S. Sombra, ed. Espasa, p. 151), en otras partes de América empella (Cuervo, Ap.7, p. 559) o empellita; pella ‘masa de barro antes de prepararla para amasar cerámica’ en valenciano (Vocab. de la Ceràm. de Manises, 411) es castellanismo o mozarabismo, pues no existe tal palabra en catalán.
DERIV.
Pelotari, del vasco, donde es derivado de la voz romance. Pelotazo. Pelotear. Pelotera [Quevedo, Fcha.; Acad. ya 1843]3; o ¿viene de pelote (PELO)? Pelotería. Pelotero. Pelotilla. Pelotón ‘pequeño cuerpo de soldados’ [Aut.], del fr. peloton ‘ovillo pequeño’, ‘grupo de personas, de soldados’; apelotonar. Empelotarse. De pella: Pellada. Apellar. Repellar ‘arrojar pelladas de yeso a la pared que se está fabricando o reparando’; repellarse en Cádiz ‘rellenarse el estómago comiendo mucho’; repello ‘revoque o enlucido’ cub. (Ca., 31).
1 En el glos. del Escorial pelota parece ser ‘masa de pelo o borra’, derivado de pelo; también en invent. arag. de 1497 allí citado. En este sentido parece ser derivado de pelo. De todos modos hubo de haber cruce y confusión de los dos vocablos, pues en este sentido aparece también pilota en aragonés, que es forma procedente de PILA ‘pelota de jugar’; «una saca de terliz con una poca de pilota, siquiera [‘o sea’] lana de cabras», invent. de 1386 (BRAE IV, 353).― ↩
2 Éste es descendiente semiculto de la voz latina. Según Aut. ya está en la Montería de Alfonso XI (med. S. XIV); desde luego figura en Nebr. («pildora para purgar: pilula»). Hay diferenciación de ll en ld, y disimilación de la última l en r; en otras partes la disimilación se ha hecho en n: cat. y murc. píndola, cast. dial. píndora (BDHA I, 177), y otras formas romances citadas en el REW 6507. Pinnola en el Tratado de las enfermedades de las Aves (fin S. XIII) p. p. B. Maler (Filologiskt Arkiv IV, 101). En la Caza de las Aves de López de Ayala, cap. 11, figura pílora según Cabrera.― ↩
3 Cespedosa peltrera ‘porfía, riña’ (RFE XV, 261), quizá por contaminación de pehrero. ↩