PAIRAR, ‘estar quieta la nave con las velas tendidas y largas las escotas’, tomado de oc. ant. pairar ‘soportar, aguantar, tener paciencia’, que viene probablemente del lat. PARIARE ‘ser igual’: de donde se pasaría a ‘mostrarse ecuánime’.

1.ª doc.: 1587, García de Palacio, Instr. Náutica.

Con cita de este autor define Aut. en los términos arriba reproducidos; no tengo otros testimonios antiguos, pero el vocablo sigue figurando en diccionarios de marina (Jal). Sin embargo, lo verdaderamente usual es la frase estar al pairo, generalmente conocida en la actualidad; también poner el navío al pairo, etc. En portugués, como es natural tratándose de idioma de mayor tradición náutica, el vocablo tiene mayor amplitud fraseológica, y está documentado más abundantemente. V. el artículo de Moraes: «parar no mar, estar á capa, nƟo surdir» (documentado desde los Comentários de Albuquerque, princ. S. XVI), «cruzar, bordejar em certa altura, com ventos escassos, ou em tormenta, ou esperando outro navio», con las acs. figuradas «soster trabalhos», «andar irresoluto» («pairando entre a lei de Deus de urna parte e a sua honra da outra»), andar pairando em algum negócio «nao vir a conclusiƟo, delongá-lo», acs. todas ellas documentadas desde el S. XVI; también puede ser transitivo «soster, sofrer» (pairar a tormenta), ac. que ya aparece en el más antiguo ej. del vocablo, que cita Jal (1536b) en un doc. de 1504; luego pairar o tempo em algum negócio y también pairar alguém «sofrer as suas paix?es, iras e enfados» (lo que se dice asimismo pairar com alguém). El sustantivo pairo tiene las acs. correspondientes y no es menos antiguo1. Como se ve es palabra esencialmente náutica, y los usos figurados muestran claramente esta procedencia; en léxicos más modernos hay, es verdad, acs. ajenas al mar, como ‘volar lentamente, planear, cernerse’ (así H. das Neves define la cometa como «brinquedo que, em dias de vento, os rapazes fazem subir e pairar no ar», RL V, 227), pero aun éstas pueden explicarse como extensión de las otras, y todo hace suponer que la palabra entró en Portugal únicamente por conducto de los marinos.

En calidad de palabra náutica es exclusivamente castellana y portuguesa, es decir atlántica y no mediterránea, pues es poco castiza o totalmente ajena en catalán, italiano y aun lengua de Oc: el término mediterráneo correspondiente fue, por lo menos en forma aproximada, JÓLITO. Pero pairar es palabra conocida, si bien con diferente aplicación, en vasco, catalán, occitano y hablas del Norte de Italia. El oc. ant. pairar aparece desde fines del S. XII, con las acs. transitivas «souffrir, endurer» (complemento: malvestat) y «souffrir, permettre, tolérer» (causa que no·l voldrem pairar ‘cosa que no le querremos tolerar’; etc.), y luego el reflexivo (en textos algo posteriores) se pairar «être permis, toléré», se pairar de «se passer de, s’abstenir». Aparece antiguamente en autores gascones, languedocianos y provenzales; parece que hoy sigue viviendo solamente en Gascuña, y nada más que en la última ac. «se garder, se passer, se priver, s’abstenir de» (Mistral, Palay). El mismo sentido tiene en catalán, donde es palabra dialectal del obispado de Gerona, pero en esta zona muy vivaz y general: volies coca i només tenim pa: te n’hauràs de pairar; por lo demás Ag. anotó en Palamós la frase «tens mal a la boca? Paira-te’n», donde tiene evidentemente el sentido más arcaico, del occitano antiguo, de ‘soportar algún mal o molestia’ (al cual el editor ha puesto un interrogante, seguramente sin razón). Con el mismo arcaísmo se presenta el vocablo en vasco, pairatu, que Azkue define «sufrir, endurer» (p. ej. fríos, calores, molestias), y el postverbal pairu «sufrimiento, aguante, paciencia»: es palabra exclusiva de los tres dialectos vasco-franceses, y aunque ya será antigua en el idioma, en vista de los varios derivados netamente vascos que están en uso, de todos modos esta limitación geográfica, así como la existencia de un derivado de formación romance tan claro como pairant ‘resistente, aguantador’, y el hecho mismo de empezar el vocablo con la inicial no castiza p-, prueban que ha de ser antiguo préstamo tomado por el vasco de su vecino el gascón2. El diptongo ai (y no e o ei) es también indicio claro de procedencia occitana en portugués y castellano, y la misma deducción es probable en catalán, aunque más por razones geográficas que fonéticas. Queda finalmente el piam. (a)pairè, milan. ant. apairar (ya en Bonvesin), Como pairà, genov. apajâ ‘tener vagar’, citados por Diez, pero ahí también deberemos partir de la ac. occitana ‘aguantar, tener paciencia’, de donde se llega fácilmente a ‘disponer de tiempo’. Está claro que los castellanos y portugueses aprendieron esta palabra de sus vecinos atlánticos los gascones, que la emplearían ocasionalmente con aplicación marina, en caso de falta de viento, o de tiempo tempestuoso.

En cuanto al origen definitivo, sugirió M-L. (Rom. Gramm. II, § 576, y REW 6238) un *PARIARE ‘parar, detener’, que derivaría de PARARE ‘preparar’ (el cual en algunos romances toma el sentido de ‘parar’); sin embargo, el propio M-L. reconocía que se trataba ahí de un caso único o poco menos, de verbo en -IARE derivado de un infinitivo en -ARE (no de un adjetivo o participio, como en *ALTIARE, ACUTIARE y análogos; comp. lo que digo en RPhCal. I, 37-38), y aunque en el REW parece haber olvidado esta auto-objeción, la actitud tomada al escribir la Romanische Grammatik es más autorizada, pues entonces tenía más presentes las cuestiones morfológicas3. Como por otra parte el paso semántico de PARARE ‘preparar’ a ‘soportar, tener paciencia’ presenta también sus dificultades, es preferible partir del verbo latino conocido PARIARE ‘igualar’, ‘saldar una deuda’, que dejó continuación medieval (Du C.) y romance (REW 6239), aun cuando sea semiculta (vid. parias, s. v. PAR). La evolución semántica con esta etimología no es más difícil que con la otra, antes al contrario; sabido es que en los Padres de la Iglesia PARIARE aparece con el sentido intransitivo de ‘ser igual’, aplicado a comparaciones: utrāque substantiā panant ínter se Christus et Adam, scïlicet et carne et animā. Puesto que de aima se trata y puesto que el latín no observaba gran diferencia entre par y aequus (par est = aequum est, muy clásico; ex pari = ex aequo en Séneca y Quintiliano), bien pudo aplicarse pariare a los estados consecutivos de una misma persona en el sentido de aequo esse animo ‘ser ecuánime’, ‘tener paciencia, soportar’4.

DERIV.

Pairo [Terr.; Acad. ya 1817].

1 Más documentación del S. XVI en Zaccaria, s. v. pairo, voz que pasó ocasionalmente al italiano en la época.―

2 Luego está descartada toda etimología vasca, como la que admitía Diez, Wb., 514, en seguimiento de Larramendi.―

3 El admitir influjo de APPARIUM ‘aparejo, apero’, como ahí sugiere, no es más que una escapatoria que no convence, pero pone de relieve sus escrúpulos.―

4 Nada tiene que ver el b.-nav. pairatu ‘tomar la medida’ (Azkue), cf. bearn. payerà «mesurer», payère «mesure en général, proprement ‘mesure de longueur de 0 m. 30 à plus d’un mètre, selon les lieux’»: PAGELLA.