OJALÁ, del ár. wa sa llâh ‘y quiera Dios’.
1.ª doc.: Nebr. («oxala, palabra púnica: utinam»).
En cuanto a la etimología, han partido unos de Ȑin šā llâh ‘si Dios quiere’ (Mz. Marina, Engelmann, etc.), otros de ya šā llâh ‘¡oh, quiera Dios!’ (Casiri), pero ninguno de los dos nos explica fonéticamente la primera sílaba, como mostraron detenidamente David Lopes (Rev. de Filol. Port. X, 21) y Gonçalves Viana (Palestras Filológicas, 89); y así Cuervo se inclina a admitir un cruce de Ȑin šā llâh con el cast. ¡oh! Pero tiene indudablemente razón Asín al observar que Ȑin šā llâh tampoco satisface por el sentido, pues es «la manifestación de la indiferencia de la voluntad que religiosamente se resigna a los decretos divinos»; no dudo en aceptar la explicación del maestro arabista por wa šā llâh ‘y quiera Dios’, pues la labialización de la a por la w precedente era fenómeno normal en hispanoárabe: aloquín < al-waqî; Wâdi > port. Odi-, Odiana; y demás ejs. que cito s. v. LUQUETE. El hecho es que la pronunciación oxaláh pertenecía ya al árabe de España, según el testimonio formal de PAlc. Últimamente se ha insistido en la vieja etimología Ȑin šā llâh ‘si Dios quiere’, apoyándola en una forma judesp. ixala, pero además de que no se indican las fuentes de esta variante (que falta en los trabajos de Wagner, Luria, Crews, Cherezli y Benoliel)7 y que lo conocido en el habla de los sefardíes de Marruecos es uxalla (BRAE XIV, 211), el testimonio de aquella forma reciente y más o menos local no pesa nada frente a la unanimidad de oxalá en toda la tradición literaria castellana y portuguesa desde el S. XV; puede explicarse fácilmente como sustitución del wa árabe por su equivalente romance y, y también sería fácil de justificar como alteración fonética. Lo que no sería posible explicar así es la desaparición de la -n- (comp. enjeco, enjambre, enjundia, enjuto, etc., mejunje, benjuí, ajonjolí, anjeo, alfanje...); por otra parte Ȑin se pronuncia Ȑen en árabe vulgar. La forma chilota enjualá, como indica su Ȯ, procede también de oj(u)alá, pasando por *ejualá (comp. enguaño y demás variantes de ogaño que cito en la ad. a año). V. además los argumentos que ya dan Asín BRAE VII, 360-2, y Steiger Contr. 294 y 311n.
Para ojalá en el sentido de ‘aunque’, V. MAGUER.
DERIV.
Ojalatero.
1 Falta en APal. y en los glos. de h. 1400; también en el Cid, Berceo, Apol., J. Ruiz, Conde Luc., Calila, Poema de Alfonso XI.― ↩
2 «Ved si estoy mal informado. / ¡Oxalá, mi bien, que assí / lo estuviérades de mí!», La Verdad Sospechosa, Cl. C., 79.― ↩
3 Es dudoso, por lo menos, que esté en Ruiz de Alarcón, como se había afirmado (vid. Denis, p. 29).― ↩
4 Ascasubi, Santos Vega, v. 2751; Hernández, M. Fierro I, 788.― ↩
5 Comp. la acentuación vulgar del nombre de Alá que revelan nombres propios como Benaudálla, Boabdíl(e), (I)fantílla, Fondeguílla.― ↩
6 Otras alteraciones vulgares de causa fonética son, p. ej., ujala en Santiago del Estero (O. di Lullo, Canc., p. 361), y el chilote enjuála (Cavada, Dicc. Manual Isleño, p. 51), comparable al afectivo Juasus por Jesús.― ↩
7 Mi corresponsal, el Prof. Ephraim Cross (que quizá ya no persista en esta etimología evidentemente errónea), me dice por carta que no ha visto ixalá en ninguna fuente escrita, pero le ha sido indicado por varios sefardíes neoyorquinos. Sabido es que el judeoespañol neoyorquino es una habla sumamente empobrecida, alterada y moribunda. ↩