NO, del lat. NON íd.
1.ª doc.: orígenes del idioma (Glosas Emilianenses, etc.).
Para bien juzgar esta eliminación de la forma antigua, sería importante saber si nuestro adverbio se empleó siempre como palabra constantemente tónica, según se hace hoy en el uso normal del castellano de España, mientras que en América, o en muchas partes de ella, es palabra proclítica, como lo es ciertamente en catalán y en gallego: es posible que éste fuese ya el uso medieval4.
Non por ‘impar’ (sobre todo el pl. nones), ya usual en los clásicos (Quijote II, liii, 204; Covarr.; Pantaleón de Ribera en Aut.; 1633, Lz. de Arenas, p. 8), es abreviación de non par, nacida en la disyuntiva par o non par (jugar a pares non pares, cita del Orden. de las Tafurerías, a. 1276, en Cej., La L. de Cerv., s. v.).
El lat. NON era compuesto del arcaico NE OINOM, propiamente ‘no uno’; junto a él siguió empleándose en la Antigüedad el simple NE, que desapareció antes de la época romance. En latín clásico solía emplearse siempre en compañía del verbo, pero en vulgar ya aparece usado absolutamente («Propheta es tu? Et respondit: non» en la Vulgata, Ev. de S. Juan I, 21). Otro compuesto del mismo era NEQUE ‘y no’, abreviado en NEC.
De NEC procede el castellano ni5 (Cej. VI, § 49), de uso no menos general que no, con valor distinto, que no es aquí el lugar de estudiar; por simetría de non junto a no, se creó el no etimológico nin junto a ni. Nin se empleó en toda la Edad Media (todavía APal. 298b, etc.).
CPT.
Nomeolvides.
Ojinón, que el Voc. de las Irm. da Fala traduce por «torto» (‘tuerto’, ‘de sólo un ojo’), parece ser vocablo del castellano local gallego y de origen astur-leonés; aunque recuerda el ast. colungués gueyón ‘cierto pleuronéctido’ (cf. besugo = bisojo), más bien debe de tratarse de un compuesto de ojo con non ‘desparejado’.
Ninguno y su variante apocopada ningún [nicuno, 2.ª mitad S. X, Glos. Silenses, 315; nigún, princ. S. XIII, Disputa del Alma y el C, V. el texto s. v. disanto; niguno y ninguno, Berceo; ning- es general en el ms. del Cid y tiende a generalizarse desde el S. XIV, aunque nenguno siguió empleándose mucho hasta el S. XV, y todavía aparece en el Diál. de la L. de Valdés, si bien quizá debido a los tipógrafos, vid. Hz. Ureña, BDHA IV, 286; Nebr. y APal. ya sólo emplean ning-, pero hoy la forma con e sigue siendo vulgar más o menos en todas partes; Cej. IV,. § 105; dengún y nengún son hoy vulgares en ast. (V) y en otras partes]6, de NEC ȢNUS ‘ni uno’: de neguno se pasó a ni(n)guno por influjo de ni(n)7; ningunear tr. ‘tratar sin consideración’ cub. (Ca. 210). Cat. ant. nengun o ningun ‘ninguno’, cat. ant. y mod. ningú ‘nadie’ (como adj. sigue empleándose en Valencia). En gallego-portugués surgió en parte una forma reducida neun junto a negun, nengun, y de aquélla, pasando por nẽiun, se llegó al port. mod. nenhun, junto al cual otras hablas conservaron formas más cercanas a la que se ha impuesto en castellano: en definitiva lo normal hoy es port. nenhum, -uma y gall. ningun, -umha, repartición geográfica que ya comienza a aparecer en la Edad Media, pues en las Ctgs. las formas como nengũn (y ningũu) son frecuentes (junto a nehũ, niũ, etc.) y lo mismo ocurre en la Gral. Est. (nĩgũ, -a, 3.7, 7.1, 15.16, 18.27, si bien también nỹhu 20.32, njhũa 7.18). Para el gall. ningures, vid. algures en ALGÚN.
Nulo [h. 1550, Azpilcueta, Aut.], tomado del lat. nūllus ‘ninguno’, ‘nulo’ (de ne-ūn-los); la misma palabra latina por vía hereditaria dió el cast. ant. nul (forma apocopada adjetiva: F. de Avilés, Berceo, Alex., etc.; nuyll, Apol. 341) o nullo (forma sustantiva: Cid, F. de Avilés, etc.), fem. nulla (Alex. 61c; Berceo, Mil. 728c; etc.), muy usuales en los SS. XII y XIII. Nulidad.
Anular [1438, Corbacho, junto a anullar; -ular se generaliza en el S. XVI: DHist.]; anulable; anulación; anulador; anulativo.
Nunca [Cid, etc.; la grafía nunqua que predomina en la Edad Media era probablemente latinizante; no hay muchos indicios que permitan admitir una pronunciación *nuncua en ningún texto castellano, a pesar de que algún editor moderno de textos medievales ha impreso en esta forma, pero es muy probable que la qu sea tan artificial como la grafía numca de Apol. 39b; sin embargo no es imposible que realmente existiera antiguamente una pron. nuncȮa, pues así pronuncian hoy los judíos de Marruecos (BRAE XXXII, 258), aunque casos como legua LEUCA (también LEUCUA) y iȮnque < incȮe INCŬDEM ‘yunque’ y ciertas formas locales hispanoamericanas, demuestran que la u y Ȯ es un fonema susceptible de desplazarse y repercutirse, y por lo tanto invitan a mucha reserva en este punto], de NŬMQUAM Otro compuesto del lat. NE es el arcaico NEHILUM (cuyo segundo elemento significaba ‘cosa insignificante’, pero sólo por casualidad se parece con el cast. hilo), posteriormente NIHIL ‘nada’, de donde derivan los cultismos nihilismo y nihilista.
Nitos, palabra evasiva empleada para responder al que pregunta con curiosidad lo que uno se come o se lleva [Aut.] 1 Non lo vió, non se aproeva, etc.; pero ya no lexos, no en otra manera, 188d.― ↩ 2 Doña Sol fingiéndose labradora dice «non se burle, palaciego, / que non son bestias acá», La Corona Merecida, v. 361. Hoy todavía se dice non por ciertu y n’home, non, como también non pus!, expresión de amenaza, en Asturias (Vigón).― ↩ 3 «Salgo de aquel hospital, de sudar catorze cargas de bubas, que me echó a cuestas una muga que escogí por mía, que non deviera» dice Campuzano en el Casamiento Engañoso (ed. príncipe, 233v°).― ↩ 4 Vid. Navarro Tomás, RFE XII, 367; Corominas, RFH VI, 248. El catalán arcaico también conoció la forma non, pero con menos extensión que el castellano. Ya en Lulio se halla, p. ej., anch no vinch (Meravelles I, 57. 3), aunque alguna vez aparecen frases como entendre non podia (ibid. 56.7). No se olvide, empero, que el catalán trata la -N de otra manera que el castellano. Hoy el dialecto oriental pronuncia siempre nọ, aun cuando es proclítico, aunque cambie en u las oo átonas. El castellano de América va más lejos, pues allí se pronuncia nȮ ante vocal, y en algunas partes no sólo en la pronunciación descuidada o rústica (nȮ es cierto es muy general en la Arg.). Claro que estas pronunciaciones en gran parte son inconscientes. No sé de dónde era Mariano José Sicilia, que en 1827 afirmaba que no era palabra proclítica.― ↩ 5 La C ante palabra en consonante se vocaliza, como siempre, en ଖ: de ahí una forma preliteraria *neଖ, reducida por la debilidad de su pronunciación proclítica a ni. No es necesario discutir la inverosímil teoría de García de Diego, quien quisiera partir de una variante itálica *NզC o *Nզ, hipótesis tan inverosímil como innecesaria (RFE V, 133-5). Nótese que los límites geográficos de ni (cast., cat., oc., fr.) frente al it. ne coinciden con los de la vocalización de C implosiva. Claro que *nei lo mismo podía reducirse a ne que a ni, y en efecto en portugués ha triunfado nem, que corresponde a un primitivo ne; la forma ne tiene gran extensión en francés, occitano y catalán antiguos, y aunque es rara en castellano, no deja de encontrarse, sobre todo en algún texto leonés como el Alex. (1400, 1735).― ↩ 6 Para documentación de las formas deguno y denguno, que no dudo en calificar de disimiladas, contra la opinión de Cuervo, V. sus Obras Inéd. 225, 227, n. 28 y 29.― ↩ 7 Como pronombre sustantivo, ninguno no era menos usual que nadie en la Edad Media (Berceo, Mil. 755d y passim), y sigue siendo muy vivo en el habla vulgar actual; p. ej. en la Arg.: en el M. Fierro tiene tanto uso como naide(s) (BDHA III, 139). Hubo un conato de forma ninguién, paralelamente al port. ninguem, pero Nebr. lo califica ya de «palabra antigua».― ↩ 8 Para la Ŭ, segura ya desde el punto de vista latino, comp. oc. ant. nonca, fr. ant. onques. La u castellana se debe al grupo NQ⺄, cuya ⺄ se pronunció en fecha protorromance, comp. junco JŬNCUM, mingua MէNŬA, etc.― ↩ 9 QUA se reduce normalmente a ca tras consonante (SQUAMA > escama). Nebr. escribe nunca, grafía que es ya frecuente desde el Cid. Nuncas con -s adverbial se halla en el Auto de los R. Magos, Alex. 136, 1044, etc. Por paralelismo con nada, nadie, jamás, etc., se ha empleado nunca con valor positivo en frases como «continuar la dirección de sus trabajos será el mejor homenaje que podremos nunca rendirle» (M. P., RFE X, 447).― ↩ 10 Con nitos desde luego y posiblemente con nítolas ~ nítols (V. la nota siguiente) ―fortificando un tanto la idea de un origen común, tal vez con la idea básica de Objeto insignificante, incierto, impalpable― tiene que ver un gallego nítaros que sólo recogió Sarm. explicando: «¿quieres nítaros? Si dice que sí, le hace inclinar el pescuezo y le repela con dolor», y sería porque «llaman así hacia la Coruña a los pelitos que nacen sobre la nuca» (CaG. 192r); pero me parece que esto último no viene de él (sino del que le informa), pues no es racional preguntar si quiere algo al que lo tiene y se lo arrancan burlándole con dolor: por lo menos en el origen no sería esto, que puede no ser más que una explicación bastante imperfecta, y algo evasiva, de uno a quien se pone en aprieto de definir algo que en realidad no es concretable, y se sale metonímicamente por la tangente; o bien pudo acabar por tomar en verdad este significado, con carácter más o menos burlesco o infantil (siendo muchachitos, probablemente, la mayor parte de las víctimas de este pesado bromazo): el sentido verdadero sería el de ‘ente imaginario, fantástico, que sólo excita la curiosidad’, como el coco, los menairons o nibelungos de la Cataluña pirenaica (cf. BDC XV, 34), o el animal misterioso y dañino a cuya cacería nocturna se invita a muchachos, o ingenuos desconocidos, apostándoles con un saco abierto en lugar agreste y nocturno. No hay nada de eso en los léxicos gallegos ni portugueses (varios parónimos y cuasi-sinónimos portugueses en nit- que trae Fig. tienen todos otras etimologías bastante claras).― ↩ 11 No creo que venga de ahí el cat. nítols ‘bofes’, ‘entrañas’, acerca de cuyo origen discuten Spitzer, Lexik. a. d. Kat. 67; REW 142a; y Moll, BDLC XVI, 12. Aplazo la cuestión para mi DECat. La voz existió esporádicamente en castellano: «bésoos las manos por me aver librado de tales yerros; arrancado me aveys de allá dentro de los pulmones bien gruessas nítolas de ignorancia», Hernando Alonso de Herrera, a. 1517, RH L, 92. En cuanto a nítols ‘duendes’, voz catalana, también dialectal, pero menos extendida (BDC XV, 79), no sé si tiene que ver con el fr. dial. niton ‘pesadilla’, fr. lutin ‘duende’ NEPTȢNUS. ↩