MÍSTICO, ‘embarcación costanera de tres palos con velas latinas, que se usó en el Mediterráneo’, palabra de historia mal estudiada, quizá de un ár. *mísƫaɅ o *másƫaɅ, aunque lo único que se ha documentado en este idioma es musáƫƫaɅ ‘barca armada’.
Fr.
mistic o
mistique [Jal, 1848], ingl.
mistico [1801], port.
místico [Fig.], cat.
místic (Amades,
BDC XII, 48, grabado p. 95) o
mèstec1, genov.
mistegu, it.
mìstico [Jal, 1848; Guglielmotti, 1889], ngr.
μίστικο, turco
mistiko. Según indicaron Gustav Meyer, M. L. Wagner (
ZRPh. XL, 548) y los Kahane (
Journal of the Amer.
Or.
Soc. LXII, 249-50), el vocablo turco viene del griego, y éste del italiano. Hoy este tipo de embarcación está en desuso (Amades, Kahane), pero a princ. del S. XIX desempeñó importante papel en la guerra greco-turca. El resto de la historia del vocablo no está precisado. Es posible que venga del árabe, como indicó Engelmann, pero el vocablo árabe, según probó Dozy (
Gloss. 314-5;
Suppl. I, 652
a), no es
mísƫaɅ, sino
musáƫƫaɅ, definido «barca armata» en R. Martí (p. 186); con la misma vocalización se halla en diplomas arábigos de Sicilia, y así habrá que leer en Almacarí de Marruecos (1631) y en el egipcio Makrizí (princ. S. XV). Parece tratarse de un derivado, bien formado, de
sáƫɅ ‘puente o cubierta de una embarcación’; en efecto, según la descripción de Jal, la popa del místico «se prolonge par deux ailes, que réunissent des traverses, sur lesquelles est établie une sorte de clairevoie»: a esta especie de entarimado puede referirse el nombre arábigo. Pero las formas romances y egeas no pueden venir de este ár.
musáƫƫaɅ; para que la etimología pudiera confirmarse sería menester una variante arábiga
*mísƫaɅ o
*másƫaɅ, posible en principio según las normas formativas del árabe, pero no documentada con referencia al mar; la raíz
s-ƫ-Ʌ es bien viva en árabe vulgar (Dozy, Beaussier), y un vocablo
mísƫaɅ existe de hecho, con acs. no alejadas de la que buscamos: «locus in planitiem patens, in quo dactyli siccantur» (algunos vocalizan
másƫaɅ en esta ac.), «lignum quo tabernaculum fulcitur», «lignum transversum super duo vitis fulcimina, quo vitis capreoli expanduntur», «storea ex foliis palmae silvestris contexta», que Freytag documenta en el
Qamûs y en el
?auharí (comp. Devic, 50
b). Pero lo que inspira desconfianza es que en vocablos de esta estructura el árabe vulgar de España solía trasladar el acento a la última sílaba. Queda, pues, la duda de si
místico se parece sólo casualmente a esta voz árabe, y acaso se trate de una aplicación figurada del adjetivo grecolatino
místico; metáforas más atrevidas se registran en el lenguaje fantasioso de los marinos (comp.
FLECHASTE, etc., y por otra parte el cat.
místic ‘pálido, enclenque’). A pesar de todo, si existe un cat. ant.
mèstec será probable que éste venga del árabe y que la palabra mediterránea internacional sea alteración de esta voz catalana.