MURO, del lat. MȢRUS ‘muralla’, ‘muro’, ‘pared’.
1.ª doc.: Berceo.
DERIV.
Mural. Muralla [S. XV: Santillana; 1570, Crist. de las Casas1; 1594, B. de Mendoza; Covarr.], tomado del it. muraglia ‘pared’, ‘muralla’ [h. 1300, Fr. Giordano da Rivalto], y éste del lat. MȢRALIA, pl. n. del adjetivo MURALIS ‘relativo a los muros’; es antiguo y seguramente autóctono en francés [1346, murail S. XII], lengua de Oc [S. XIII], y quizá en catalán [h. 1420, Ag.], aunque ahí sólo significa ‘muralla’; es importado en castellano y portugués; amurallar [princ. S. XIX, DHist.]; murallón. Murar ‘cercar con muro’. Murete. Murezno arag. ant. ‘almena’ [S. XIII; con variante murecino, S. XIII, en Tilander, 489-90; murezino, invent. de 1381, BRAE IV, 351], murón íd. [invent. citado, p. 352]. Muria, murio, muriar, mureño, V. MORENA II. Antemuro; antemural. Extramuros. Además, vid. AMURAR.
Muradal, antiguo, ‘lugar próximo al muro exterior de una casa o población, donde se arrojan inmundicias’, ‘muladar’ [documento zamorano de 1185, Staaff, 2.19; como nombre propio ya aparece en doc. de 1159, y en forma latinizada muratale, en 1106, Oelschl.]2, de donde con metátesis muladar [doc. de Brihuega de 1329, M. P., D. L., 293.8; h. 1400, glos. de Palacio; J. Ruiz S]3.
1 Sólo en la parte italiano-española. Hasta entonces se empleaba muro en este sentido. J. A. Pascual, La Trad. de la D. Com. atr. a Enr. de Aragón, p. 98, la documenta varias veces en el S. XV (Santillana, Gz. Manrique) y demuestra que se trata de algo más que de un mero italianismo. Añádanse a los ejs. citados ahí uno más de Santillana, referente también a las murallas de Tebas, en el Canc. Cast. del S. XV p. p. Foulché-Delbosc I, p. 480a; otro de 1493, de F. Vidal de Noya en su trad. Cath. e Jugurth. de Salustio hist. romano (en la ed. de Logroño 1529, fol. 2vºa); uno de fin. S. XVI: D. García de Palacio, Diálogos Militares, Méjico 1583, 130b; y varios ya en el S. XVII: Fr. Andrés Núñez de Andrada, Del Vergel de la Escriptura Divina, M. 1600, 277rº, D. Villalobos, Coment. de las cosas sucedidas en los Paises Baxos, M. 1612, 137rº, 140vº y 1621, Tirso de Molina Cigarrales, M., Renacimiento, 1913, 154, 155, 189, 322.― ↩
2 Otros testimonios de esta forma: doc. de 1202 (Oelschl.); J. Ruiz, 1387a, 1391d (mss. T y G); y otros de los SS. XIII-XV citados por G. de Diego, Contrib., § 423. El sentido es claro: «mucho yerra aquel que siempre se llega a este sucio muradal e da deleite a su carne», Consol. del Antipapa Luna, Rivad. LI, 584a, lín. 4 del fin; «rudera son muradales de estiércol», APal. 423d (y otros pasajes); «pensavan los egiptios ser parte de buena ventura la tal conservación de los muertos: más que a los romanos quemarlos y más que a los Sabeos enterrar los reyes en los muradales», Tres Pasos de la Pasión (a. 1520), publ. por Gillet, p. 953. Muradal sigue empleándose en Miranda de Duero («cada galho Ɵ söu muradal t? muita força», Leite, Philol. Mirand. II, 333), y era el nombre antiguo del Puerto de Despeñaperros (así ya en las Ctgs. 292.39), que se ha conservado, con imela arábiga, en Almuradiel (Al-Muraƫâl en escrituras mozárabes, Simonet 389), último pueblo antes de llegar a Despeñaperros, 12 km. más al Sur. El sinónimo moderno parece indicar que la base semántica del nombre Almuradiel ~ Muradal es también ‘lugar adonde despeñan cadáveres de animales (muladar)’; mal interpretado por M-L. (RFE XI, 10-11), que cree es -ELLUM. La variante mozárabe almuradal debió de emplearse también en tierras valencianas, a juzgar por la sima y barranco de l’Esmuladar en el término de Alberic, que se emplea como muladar de cadáveres de animales: la forma en es- sólo se explica como evolución fonética de *armuradar < alm-.― ↩
3 De ahí el cat. occid. muladar (pron. muladá, y arraigado aun en la toponimia menor, p. ej. en La Pobla de Cérvoles), que significa sólo ‘lugar adonde se echan los cadáveres de los mulos’. Pero es especialización secundaria (no ajena a muchas hablas castellanas, por lo demás) causada por la etimología popular. Paralela a muladar es la forma moledero, empleada en el mismo sentido en muchas hablas del NO.: se trata de un *muladero (disimilación de *muradero) atraído a la órbita del verbo moler a causa de la disimilación y del aspecto postverbal de la terminación -dero. Otras formas alteradas son muradral (APal. 168b), muladral ‘estercolero’ (glos. del Escorial, ed. Castro, p. 373), «un moradral donde estava estiércol de bestias» (Libro de los Gatos, Rivad. LI, 30), «e enterráronlo en un muraral» (P. Tafur, Cej., Voc.); «?u avol muradal» Ctgs. 314.40, donde el contexto no aclara bien si es ‘montón de escombros o de estiércol’ o bien ‘casa en ruinas’ (pero podemos atenernos a aquello, lo conocido). Indicó primeramente esta etimología Covarr., seguido por Gayangos (glos. de Rivad. LI) y G. de Diego (l. c.). ↩