MORTERO, del lat. MORTARIUM íd.
1.ª doc.: Berceo; doc. de 1210, Oelschl.
En Berceo hay también una forma latinizante mortario. La ac. ‘mezcla de cal y arena, argamasa’ se halla ya en Alex., 1347b, donde O da una forma morter, cuyo aspecto catalán quizá no sea casual: es sabido que también h. 1900 los albañiles madrileños adoptaron el método barcelonés para la construcción moderna de casas. Para morteros locales de tipo especial vid. Fz. Duro, y Chaca, Hist. de Tupungato, 259. En España, en Cuba y en otras partes se distingue hoy entre el mortero, de piedra o de madera, y el almirez, de metal, pero en el interior argentino, según Chaca, éste es de mármol y aquél es de madera y mucho mayor.
DERIV.
Mortera. Morterada; ‘morrada’ en Colunga (Vigón). Morterete [1587, G. de Palacio, 108vº; Covarr.]. Morteruelo [h. 1400, glosarios; vid. s. v. ALMODROTE].