MOJÓN II, ‘señal permanente para fijar los linderos’, del hispano-lat. *MŬTŬLO, -ĶNISl>, derivado del lat. MŬTŬLUS ‘modillón, cabeza sobresaliente de una viga’, ‘madero hincado en un muro’.

1.ª doc.: doc. de 1057, Oelschl.; Cid, etc.

Palabra de uso general en todas las épocas. Tenía -j- sonora en castellano antiguo, según muestran todos los textos medievales y la grafía de G. de Segovia (p. 71) y de Nebr. («mojón, piedra: lapis limitaris»). Del mismo origen es el cat. molló, hoy sobre todo catalán occidental y valenciano, pero que en la Edad Media parece haber sido de uso general (Muntaner, cap. 12; y V. los ejs. citados por Ag.); molhão (pl. molhões) se halla en portugués antiguo, después la forma disimilada malhões, que se emplea en Miranda y en otras hablas propiamente portuguesas, vid. Leite de V., Philol. Mirand. II, 19; RL X, 163-4. Del catalán se tomó el campid. mulloni ‘límite’ (como indica M. L. Wagner, ASNSL CXXXV, 104). Ipso mollone rotundum en Cataluña se lee ya en una escritura de límites de 979 (Cartul. de St. Cugat I, 109).

Tras la nota de Schuchardt, ZRPh. XXXVI, 36, parece haber acuerdo general sobre que nuestro vocablo es derivado del lat. MUTULUS «lignum vel lapis extra parietem prominens, ad fulciendas coronas, aut tignorum capita, vel ad quippiam aliud sustinendum». Es decir, es el modillón o cabeza de viga, pero también puede ser un pedazo de palo hincado en la pared para colgar objetos, lo que en catalán se llama permòdol (que vendrá de *PRAEMUTULUS o *PROMUTULUS). Era fácil pasar de ahí a ‘mojón hincado en el suelo’, y este significado presenta ya el vocablo en algún texto tardío como la Lex Ripuaria. No hay razón alguna para suponer (con Walde-H. y con el REW 5797) que la primera U de MUTULUS fuese larga, pues el vocablo sólo aparece en prosa, y todos los representantes romances postulan Ȣ (mojón, permòdol, it. modiglione, aran, modellon ‘montón de hierba en el prado’), o bien son indiferentes al respecto (logud. muju ‘tronco grueso’, rum. muche; también el vasco mukuru, -ulu, pero éste quizá sea autóctono e independiente, vid. MOGOTE); el emil. mọć ‘montón’ estudiado por Bertoni (ZRPh. XXXV, 67) indica lo mismo y sólo el it. mucchio ‘montón’ parece suponer Ȣ (pero quizá se deba a ammucchiare); por la misma etimología se pronuncia Baist, Festgabe Mussafia, 557 ss.; los trabajos anteriores de M-L., ZRPh. XIX, 98-99; Litbl. XXIV, 412; Schuchardt, ZRPh. XXVI, 316-8; Baist, KJRPh. IV, 315; que por falta de información no lograron dar con esta etimología, pueden considerarse superados. Ésta es tanto más verosímil en palabra específicamente iberorromance cuanto que MUTULUS parece ser voz del substrato mediterráneo, quizá tomada del etrusco, y probablemente con parentela en vasco: muturr(a) ‘hocico, morro’, y el nombre de persona ibérico Muturra (Buturra), vid. Bertoldi en Walde-H.1

DERIV.

Amojonar [1272, BHisp. LVIII, 361; h. 1300, Mem. de Fdo. IV, DHist.] o mojonar; ast. amuñonar (< amuyonar), V; mojona; mojonación; amojonamiento. Mojonera. Modillón [1589], tomado del it. modiglione, que procede del lat. vg. *MUTILIO, -ĶNIS íd. (Terlingen, 135; REW 5790).

1 Gamillscheg, ARom. VI, 85n., supuso que el fr. meule ‘montón de gavillas’, fr. ant. mulon, muilon, vinieran de un galo *MULION-, fundado en el irl. mod. mul, moil, gaél. mul «a conical heap, a mound»; el derivado mullach ‘cumbre’, ‘cabeza’, ya es irlandés antiguo, y también varios compuestos como mul-dorn, en los cuales tiene también el sentido de ‘prominencia’. Si este *MULION- estuviera bien fundado, de ahí podría venir también el iberorromance mojón, molló, etc. Pero desde el punto de vista romance no es admisible la citada etimología del fr. meule (esperaríamos *mouillon), que por el contrario puede venir sin dificultad de METULA; desde el punto de vista céltico, debo dejarlo a juicio de los especialistas, pero a lo que se me alcanza, y según dicen MacBain y V. Henry (s. v. mel), las citadas voces célticas suponen MȢLU->, de suerte que el tipo indicado por Gamillscheg no parece tener realidad.