MERLUZA, origen incierto; es posible que el vocablo naciera en Francia como resultado de un cruce entre el fr. merlan íd. y los descendientes del lat. LȢCIUS ‘lucio’ (cat. lluç, oc. y fr. dial. lus ‘merluza’), pero la incertidumbre acerca del origen de merlan da carácter provisional a esta etimología, y por otra parte no se puede descartar un parentesco entre merluza y el fr. morue o molue ‘bacalao’.

1.ª doc.: 1397.

En un inventario aragonés de esta fecha se lee «medio quintal de arroz, dos dotzenas de merluça, una jarra de miel» (BRAE IV, 221). La existencia del vocablo en castellano puede deducirse de una mención latina de 1343 en unas constituciones de la Iglesia de Palencia: «si fuerint día jejunii, duo marilucia sicca» (cita de Cabrera). En el Canc. de Baena está merluz en rima (ed. Madrid, p. 126), en G. de Segovia (1475) merluça, Palmireno (1569) escribe merluza advirtiendo que en catalán es merluça [?], vid. Cuervo, Obr. Inéd., 391n.; Cej. VII, § 17. Es verosímil que merluza no sea en Castilla la denominación más antigua de este pescado, pues no figura en Nebr. ni en PAlc., que en cambio traen pescada íd., ni en la larga enumeración de peces en J. Ruiz, 1102 y ss. (donde figura pixota ‘merluza pequeña, pescadilla’), ni en la de Juan Manuel (Libro del Cavallero, Rivad. LI, 251b), que en cambio trae luz. Ahora bien, ‘merluza’ se llama en portugués pescada y en catalán lluç; el vocablo es totalmente ajeno al portugués (si bien hay gall. merluza), y es verosímil que la vieja denominación castellana fuese también pescada, en vista de que las merluzas pequeñas todavía se llaman en todas partes pescadillas; no carecería, pues, de fundamento el sospechar que merluza sea voz importada, y la ç que tiene el vocablo en G. de Segovia y en el inventario de 1397 da mayor peso a esta sospecha (ç en castellano sólo podría venir de un grupo CT?, CC?, TT?, PT?).

Para averiguar la etimología sería de la mayor importancia averiguar si merluza es voz originaria del Mediterráneo, donde este pez no es nada raro, o del Atlántico, donde todavía abunda más. Pero en este punto no podemos llegar a conclusiones claras; aunque en apoyo de la procedencia atlántica militan por lo menos los hechos modernos. Sanelo, que recopiló su inédito pero importante diccionario en Valencia h. el año 1800, traduce lluç por pescada y afirma categóricamente que merluza es como dicen en San Sebastián. Hoy es palabra ajena al catalán, pues así en el Principado, como en Mallorca y en Valencia, se dice lluç (confirmado por Caras, Prodromus; II, 574; Amengual; Escrig), vieja denominación de origen latino; sin embargo, es verdad que se cita un ej. de merluz en Mallorca en 1403, otro de merluça en Valencia a fines del mismo siglo (Ag.) y otro en el Rosellón en 1249 (RLR IV, 249); pero la suposición de M-L. (REW 5143) de que lluç ‘merluza’ sea debido a una «confusión» de lluç ‘lucio’ (< lat. LȢCIUS íd.) con merluça no tiene probabilidad alguna, pues el lucio es pez muy poco conocido en tierras catalanas, mientras la merluza desempeña allí parte conspicua en la alimentación; comp. el artículo LUCIO. Todo hace creer que lluç debe ser la denominación antigua, igual que la moderna, aunque sólo podamos citar un ej. de fines del S. XV (Ag.), en el que no podemos asegurar si se trata del lucio o de la merluza, pero tampoco es seguro que los de merluç(a) correspondan al pez que nos interesa, y en particular bien podría tratarse ahí de las variedades de merluza o de otros gádidos importadas como pescado seco: así lo sugiere el detalle de que en la Leuda de 1249 se imponga un derecho de dos sueldos y dos dineros por cada «carga de merluces». En efecto el it. merluzzo (raro -uccio) es ante todo el bacalao seco [fin del S. XVII, Tommaseo, Petrocchi], si bien Carus lo registra en Roma, Nápoles, Cáller, Sicília y Malta como nombre de la merluza; según Cañes morlús se emplea en el árabe vulgar de Oriente en el sentido de «abadejo» el fr. merluche es el nombre del bacalao, y otros gádidos, secos, y merlus es uno de éstos, que se emplea para secar: merlus se documenta varias veces desde el S. XIV, merluche aparece primeramente a principios del XVII, y una vez morlusse en 1589. En castellano mismo la merluza designó más especialmente el pescado seco, pues Rob. de Nola (1525) distingue entre «luz, que es pescada fresca» y «merluza, que es pescada cecial» (pp. 192-3). En lengua de Oc hallamos merlos en una fuente medieval que no puedo identificar (Raynouard), y además en 1249, 1397, 1519 y en un glosario de la 2.ª mitad del S. XV (Pansier), también lus en 1439: no es posible asegurar si se trata del lucio o de la merluza fresca o seca; en cuanto a la localización de estas menciones, la de 1249 es probable que se refiera al Atlántico1, y las cuatro últimas proceden de la zona de Marsella y Aviñón. ¿Basta ello para asegurar que nuestro vocablo sea propio del Mediterráneo, como da a entender Bloch? Creo que no: desde luego merlùs es también bearnés (Patay), y el fr. merluche, que dada su terminación no puede ser provenzalismo, no creo tampoco que venga de Italia, como supone Barbier (RDR I, 440) ―pues allí la forma en cci es rara, y por lo demás hay documentación poco antigua del vocablo―, sino de la zona normando-picarda. En conclusión es imposible, con la documentación disponible, averiguar la procedencia geográfica de la palabra que nos interesa, y también si primitivamente designó un pescado seco o fresco, la merluza u otro gádido. Ahora bien, es evidente que por ahí deberá empezar el que quiera averiguar la etimología con seguridad. Los dos romanistas que se especializaron en el estudio de los nombres de peces, Schuchardt (BhZRPh. VI, 25; ZRPh. XXX, 724) y Barbier (l. c.) no dedicaron a éste, por desgracia, más que notas sumamente breves, y además contradictorias en sus conclusiones.

Las varias etimologías propuestas adolecen de graves defectos. Desde Diez se admitía que merlusa era MARIS LȢCIUS ‘lucio de mar’, y en efecto la merluza es semejante al lucio, con la diferencia de que éste vive en los ríos: de ahí que a aquélla o a una de sus variedades se le llame en alemán seehecht, equivalente de MARIS LUCIUS. Sin embargo, no se explica entonces el cambio de a en e, a no ser en francés, pero merlus se documenta primeramente en lengua de Oc que en fr.2. Por otra parte en favor de esta etimología puede citarse no sólo el cat. lluç, sino también Guernesey lu, Caen luts, nombres de gádidos (Gadus Virens L., Gadus Pollachius L.), y el vasco a. nav. lutxana ‘pez más largo que el bacalao’ (junto a lutxo ‘lucio’)3; pero también es verdad que cuesta creer que merluza no tenga nada que ver con el nombre del mismo pez en francés, a saber, merlan, y éste no puede venir de MARIS LUCIUS. A pesar de todo esta etimología, en el caso de merluza, es la que cuenta con fundamentos más firmes.

Partir del lat. MĔRŬLA con sufijo -ȢCIUS, como admitía Charles Joret (Rom. IX, 122-5), seguido por Barbier y Gamillscheg, y, con vacilaciones, por M-L. (REW 5534) y Bloch, tendría la ventaja de explicar junto con merluza el fr. merlan, bien documentado desde el S. XII, primero en la forma merlenc4: en el Norte de Francia se le habría agregado, pues, el sufijo germánico -ING. La verdad es que no se ve qué función desempeñaría este sufijo si MERULA era ya el nombre latino de la merluza, como admiten estos autores. Pero sobre todo esta premisa parece ser totalmente arbitraria. Los que han traducido MERULA por merlan o merluza no parecen contar con otra base que esta supuesta etimología, círculo vicioso. He examinado la documentación de esta palabra latina, y a reserva de la opinión de los ictiólogos, no veo nada en ella que autorice esta identificación, a no ser la circunstancia de que hay gádidos de color verdoso (Gadus Virens L.), que es el color de la merula según Ovidio (Halyeut., 114); pero claro está que esto dista de ser suficiente, y por otra parte Plinio (Nat. Hist. XXXII, 53, 6) y Columela (VIII, 16) coinciden en que habita entre rocas, lo cual no parece ser el caso de la merluza, Ennio (en el De Magia de Apuleyo, cap. 39) lo confirma al citarlo con los mismos peces (turdus, melanurus) que de este modo caracterizó Columela, y los demás autores (San Isidoro, Varrón) no dan precisión alguna; por otra parte Plinio cita la merula entre el mullus (salmonete) y el mugil (mújol), peces que en nada se parecen a una merluza. En realidad la identidad del lat. merula es perfectamente conocida: se trata del llamado Labrus Merula por Linneo (Carus II, 597). El vocablo existió como cultismo en castellano, donde Minsheu (1623) lo traduce por cookefish, o sea el Labrus Mixtus. El Labrus merula, cast. borriquete, vive en efecto entre rocas, como lo prueban el nombre prov. roucau, Marsella roucau, cat. roquer, una de sus variedades lleva el nombre científico Labrus saxorum, y la típica es de color «fuscus aut viridi -olivaceus» y lleva los nombres vulgares merla (cat.), merra (Catania), mirli (Malta), zorzal marino (¿Andalucía?), griva (‘zorzal’ en Valencia), tord-massot (Baleares), tourdou (Provenza), turdo merru (Sicilia), etc.; una especie muy semejante es el Labrus viridis de Linneo, también llamado roucau, turdu, etc., y por su color recibe el nombre de papagallo verde en el Adriático y perroquet en Provenza. Ahora bien, los labros, no muy diferentes de las percas, lo son completamente de la merluza, y pertenecen a dos órdenes diferentes, los anacantinos y los acantopterigios. En una palabra, esta etimología carece de base semántica.

Pero entonces, ¿tendremos que renunciar al enlace entre merlan y merluza? Quizá sí, a no ser que pensemos con Gamillscheg en que merlus-merluza resulte de un cruce del nórdico merlan con el mediterráneo y normando LUCIUS. Si la forma merluche es de origen normando, como he supuesto, la idea seria posible. Pero ante todo haría falta encontrar una etimología razonable para merlan (merlenc). Y la de Vising (ARom. II, 25), neerl. med. smerling ‘gobio’, es del todo inverosímil en lo semántico, y tropieza con la injustificable caída de la s-. Una posibilidad sería partir de un fránc. *MERILINGel marino’, derivado de MԷRI ‘mar’, que se explicaría de la misma manera que MARIS LUCIUS, seehecht, etc., por la oposición con el lucio. Quizá sea esto así, y es otra explicación plausible que se deberá tener en cuenta, aumque reconozcamos que la falta de testimonios de esta denominación en germánico deja a la idea un carácter algo hipotético.

Finalmente será bueno prestar atención a la indicación de Schuchardt, de que puede tratarse de un congénere del fr. morue ‘bacalao’ [S. XIII], fr. ant. y dial. melue, ingl. melwel íd., que a su vez enlazan con el venec. molo, croato mol, Niza moro, cat. general mòllera, bal. molla, nombre de varios gádidos (Carus, 571-4), sobre todo teniendo en cuenta que el mozár. molúça «pescada» (PAlc.) y el sic. miruzzu ‘merluza’ parecen enlazar las dos familias5.

En cuanto a la combinación MERUS LUCIUS ‘lucio puro’, como étimo de merluza, de la cual parte GdDD 4306, además de ser meramente supuesta, no se justifica en lo semántico.

1 Doat, en cuyos papeles se halla, recogió documentos en el Bearne, Guyena y País de Foix, aunque creo que también en otras partes del Languedoc.―

2 La objeción que opone M-L. a causa del femenino no tiene fuerza.―

3 En atención a estas formas se decidía Schuchardt en su primer artículo en favor de la etimología de Diez (comp. su nota en ZRPh. XXXVI, 40). El escepticismo de Barbier (BDR VI, 6) acerca de la etimología de lu no parece justificado. Para vco. lebatz, legatz, etc., V. LUCIO.―

4 Del francés vendrá un merlanga, mencionado en un arancel de Castilla de 1488 (cental de merlangas), que según Ibarra, BRAE XVI, 646, podría ser ‘pescadilla’.―

5 El origen de morue es desconocido (la conjetura de Gamillscheg carece de base). Suponiendo que el ingl. melwel (que falta en los diccionarios a mi alcance) venga de un fr. *meluelle, una base *MOLȢCA ~ *MORȢCA sería posible, y junto a ella podría estar una variante en -UCIA, que explicaría merluza (quizá *MORUCIA > sic. miruzzu, y en merlus, -uza, influencia de LUCIUS); sin sufijo o con otro sufijo mòll(er)a, cuya -ll- pudo ser originaria (aunque la terminación difícilmente permitiría explicar morue como gasconismo), o más bien debida al influjo de moll ‘salmonete’ (MULLUS).