MATA, antigua voz común a los tres romances hispánicos, la lengua de Oc y el sardo; de origen incierto: como el vocablo reaparece en el Sur de Italia, con el sentido de ‘ramo, manojo, haz’, ‘grupo de gente o animales’, y en iberorromance puede ser también ‘conjunto de árboles o arbustos’, es probable que venga del lat. tardío MATTA ‘estera’, de donde ‘manchón de plantas que cubre cierta extensión del suelo’.

1.ª doc.: «montem de Mata», en doc. gallego del S. VI; «kareira que discurre pro ad Mataplana», doc. leonés de 932, M. P., Oríg., 368.

También «cella Sancti Uincenti dela mata», en Oña, a. 967 (M. P., Oríg., 353). Du C. cita documentación catalana numerosa desde 876. Para datos castellanos tempranos, vid. Oelschl., y Simonet, s. v. En la Edad Media tiene sobre todo valor colectivo: en el Cid la Mata de Toranz (v. 1492) parece ser un campo poblado de matas, o quizá más bien un bosque de árboles; en el doc. de 1148 que cita M. P. (Cid, p. 752) mata encineña parece ser un bosque o bosquecillo de encinas; en Fn. Gonz., 150a, mucha de buena mata puede referirse ya a una coscoja, pero será más bien un bosquecillo de estos árboles; en Berceo, Signos, 21d, puede ser ‘mata’ o ‘bosque’ («non fincará conejo en cavo nin en mata»); el sentido de ‘bosque’ está claro en J. Ruiz («fallé una vaqueriza cerca de una mata», 962b). El sentido moderno por otra parte es ya inequívoco en Nebr. («mata o breña: frutex, virgultum») y Aut., que da del mismo varios ejs. clásicos; pero todavía es ‘bosquecillo’ hasta hoy en partes de América1. En catalán tenemos una evolución semántica paralela a la castellana, pero las hablas conservadoras del Pirineo tienen mata en el sentido de ‘bosque grande de árboles’, especialmente en la toponimia (la Mata de València, selva sobre Esterri d’Àneu; la Mata d’Estaon, en el Pallars, de Planès y de St. Pere dels Forcats en la Cerdaña francesa; Matamala, Mataplana, Mata-rodona, etc.). En tierras de Oc, mato «touffe d’herbe» debe de ser general actualmente en gascón (Palay) y languedociano2, y aun parece ) extenderse más allá del Ródano3. El portugués ha conservado mata en un sentido más arcaico: «bosque de árvores silvestres, onde se criam feras ou caça grossa» [1188, etc., CortesƟo], uma mata de vícios, de ignorâncias, ya en Luis de Sousa (1619)4, mato ‘bosque’, ‘monte bajo’ [1083, CortesƟo; cf. lançar a mato ‘perseguir, expulsar’ en una CEsc, R. Lapa 198.17].

Pero además de esta área ibérica hallamos el vocablo en Cerdeña y el Sur de Italia: el sardo mat(t)a «cespo, cespuglio», «albero», se documenta desde los SS. XII y XIII, en los Condaghes de Silki (3 ejs.) y de Trullas o Bonárcado (Wagner, Arch. Stor. Sardo III, 376; VRom. IV, 263)5, y por lo tanto no puede ser hispanismo. Como junto a mata está en portugués moita «mata de plantas arborescentes, rasteiras e densas» [mouta en doc. de h. 1475, C. Michaëlis, RL III, 174], que podría venir de un gót. *MATHWA ‘prado que se siega’ (comp. a. alem. med. matte6, ingl. meadow, ags. md, mædwe , b. alem. ant. mâtha, derivados de la raíz del alem. mähen ‘segar con guadaña’), podría pensarse en la misma etimología para mata a pesar de las dificultades semánticas, pero en vista del sardo, idioma que no contiene germanismos antiguos, es preciso renunciar a la idea, como indica M-L., Litbl. XXXI, 69-70; por otra parte tampoco es probable explicar moita por trasposición consonantica en un *MATT(U)LA, diminutivo de nuestro mata (C. Michaëlis), de suerte que provisionalmente podemos admitir que moita y mata nada tienen de común.

En cuanto a esta última palabra, se puede pensar en un origen prerromano, conforme hicieron M. L. Wagner (ARom. XV, 231) y M-L. (Homen. a M. P. I, 68), pero será prudente tener muy en cuenta la aparición del vocablo en los dialectos del Sur de Italia, con significados notables: Amaseno matta «fascio di legna o d’erba», matt m. «fascio di lino, d’erba, mazzo di fiori» (Vignoli), abr. máttl m. «mazzo, manipolo» (Finamore), Molfetta, Irpino íd. «manipolo, manella», Lucania matt྿rr «scopa fatta di ginestra» (de mano ‘ramo’; Lausberg, 127), Lipari màttulu ‘broza’, ‘sarmiento, mugrón’, ‘injerto’ (Coray, VKR III, 319), calabr. màttulu «fascio di fieno» (Rohlfs), y más formas dialectales en el REW, 5424.1; más al Sur el vocablo tiene el sentido de ‘hato, bandada, grupo (de personas, cosas o animales)’ (que según hemos visto no es ajeno al portugués ni a la lengua de Oc): napol. mattuoglio «gruppo di cenci, carta, stoppa o simili per otturar qualche buco», «gomitolo, involto» (Filopatridi), calabr. matta «moltitudine, branco», sic. matta «quantità, moltitudine, branco (matta di birbanti)» (Traina), màttula ‘madeja’, y esta ac. siciliana de matta debió de tener mayor extensión antiguamente, pues se halla en el mantuano Castiglione y en el ferrarés Bartoli en los SS. XVI y XVII.

En vista de ello creo que se puede dar la razón a W. Meyer-Lübke cuando se inclina a considerar nuestro vocablo como un descendiente de MATTA ‘estera’, «teges, storea, stragulum», que de ahí pasaría a ‘extensión de monte bajo que cubre el suelo’, y luego por una parte ‘grupo de objetos o seres vivos’, ‘ramo’, o bien ‘bosque’, por la otra ‘matorral, mata extensa’ y finalmente ‘pie de una hierba’7. El lat. MATTA es palabra tardía, sólo documentada en S. Jerónimo, S. Agustín y otros padres de la Iglesia (ThLL VIII, 490); parece ser de origen semítico, seguramente procedente de la forma púnica equivalente al hebr. mittāh ‘manta, cobertor’ (derivado de nāthāh ‘extender’), y se comprende que arraigara principalmente en la Romania meridional, con mayores contactos africanos; sabido es que además pasó al alem. matte, matze, ‘estera’8 y que por otra parte tiene probablemente el mismo origen el cat. mató, fr. dial. maton, alem. matte, ‘requesón’ ‘leche cuajada’9, mientras que el fr. natte ‘estera’ (Gamillscheg) y la familia del cast. NATA ‘crema de leche’ presentan el mismo cambio anómalo de M- en N- que otro extranjerismo de origen púnico, MAPPA ‘mantel’ > fr. nappe; la coexistencia de mata y nata en español con significados diferentes, no puede invocarse como argumento contra esta etimología, como no lo es la coexistencia de natte y maton en francés, duplicados explicables en extranjerismos, que debieron de tomarse repetidamente y en condiciones dialectales y cronológicas diversas, en sus varios significados10.

DERIV.

Matear ‘sembrar matas’, ‘buscar entre las matas’. Mato (comp. el port. mato arriba)11. Matilla, dimin. de mata [mattêlla ‘cantueso’, en el anónimo sevillano de h. 1100, Asín, p. 174]. Matojo [Acad. 1884; variante tamojo; comp. cat. matoll]; matojal ‘matorral’ cub. (Ca., 225). Matorro santand.; matorral [h. 1600, Mariana, Aut.], matorralejo. Matuecas: «oí que se llamaban así en tierra de Madrid a las matas de tomillo silvestre, distinto del tomillo salsero y matocos», dato que anota Sarm. al final de su viaje de 1745, de regreso de Galicia a Madrid, no sé si como oído en Labajos (algo al NO. de Segovia), donde acaba de pasar, o ya más cerca de la capital; matocas parece forma gallega que esto le recuerda (pero que no anotó en el resto de la obra), por más que no figura en otras fuentes gallegas, ni port. (sólo matoco ‘res destinada al matadero’ Vall. de matar), y un matocada ‘objeto sacado [de matute] de una casa de labor’ en Muras (apéndice a Eladio Rdz.). Matoso. Enmatarse12.

1 Así en el colombiano E. Rivera: «las negruzcas matas de monte provocaban el espejismo. ―Los caballos... ya ventearon el bebedero―observó don Rafo. ―No llegaremos a la mata antes de media hora, pero allí calentaremos el bastimento» (La Vorágine, ed. Losada, p. 21). El glosario explica «islote de bosque en la llanura».―

2 No hay mapa touffe en el ALF, y en buisson el vocablo sólo aparece en el extremo Sur del Aude y de Haute-Garonne. Pero registran el vocablo Mâzuc en Pézénas (Hérault), Buckenmaier en el Sur del Aveyron (p. 51), y Vayssier parece localizar mato y matado «cépée, rejetons qui poussent sur un chicot» en el SE. del departamento, pero agrega sin localizar la definición «fourré, bouquet d’arbres». Frecuentísimo en la toponimia del Aude (Sabarthès).―

3 Así se deduce de la abundancia de ejs. en Mistral, sin localización. Otras acs. afines las localiza: «meule de foin et de paille entassés par couches alternatives, en Dauphiné», «paquet de chanvre peigné, écheveau en Forez», «lou bos di Mato, près St. Restitut (Drôme)». Mata no está documentado en lengua de Oc medieval, y no lo hallo en vocabularios de Basses ni Hautes-Alpes, Puy-de-Dôme, Cantal ni Dordogne, luego parece ser ajeno a la zona Norte del occitano, salvo en las acs. especiales indicadas por Mistral. Nótese que mata es el nombre normal del avellano en los Pirineos gascones: Aran, Luchón, Bagneres-de-Bigorre, Lavedan, Arrens (Rohlfs, Le Patois de Lescun; Palay; ALF, 918); denominación explicable por el crecimiento de este árbol en forma de matorral; comp. la denominación busca, bösc, bosca, en los Alpes lombardos (RLiR I, 237, 253-4). Además landés amatuillà «herser à la main, émotter, couvrir le grain dès qu’il est semé» (Métivier, Agric. des Landes, 710).―

4 De ahí vendrá matilha ‘jauría de perros’.―

5 También en los Estatutos de Castel Sardo (según anotación de G. Bonazzi a mi ejemplar de Spano).―

6 Hoy palabra alemánica, muy frecuente en la Suiza meridional: docenas de ejs. en los pueblos de lengua alemana, en Planta-Schorta, Rätisches Namenbuch.―

7 En Cuba pasa a ser ‘árbol (que produce tal o cual fruto)’: mata de cocos, mata de naranjas, mata de plátanos, y aun mata de caña y mata de palma (Ca., 122).―

8 También se lee «mata es coma mathalàs faitz de lana» (es decir ‘colchón’), en la Regla occitana de San Benito, que parece ser de la región de Aviñón y del S. XIII (ARom. XIII, 447).―

9 En los dialectos franceses existe también matte en la ac. ‘grumo de harina, de lana, etc.’, de donde fr. matte «métal produit par une première fonte et qui n’est pas encore pur» [1627] > cast. mata íd. [Acad. S. XIX].―

10 No está a mi alcance el estudio que dedica a mata J. Balari Jovany en Poesía Fósil, Barcelona, 1890, y que será valioso por el aporte de documentación catalana primitiva. No hay que pensar en sacar mata del mismo origen que el it. macchia ‘manchón de tal o cual hierba’, cast. mancha, es decir, de MACULA, según quiere Simonet, s. v.―

11 Como nombre de lugar en la prov. de Elvira, citado por Abenjaldún (S. XIV), vid. Simonet.―

12 Después de mi estudio han aparecido dos trabajos que no aportan novedades ni argumentos que inviten a cambiarlo. Wartburg ha publicado el artículo *MATTA («buisson») del FEW en el Recueil Clovis Brunel II, 1955, 671 ss. Hubschmid, Pyrenäentwörter vorromanischen Urspr., 37-38, lo considera voz preindoeuropea; si le entiendo bien, no relacionada con este semitismo; en lo cual dudo que acierte. La acepción ‘bosque’ la he oído viva, como apelativo (aquella mata...), en Montçonís, cerca de Artesa de Segre.