MARTA, de origen germánico; la procedencia exacta de la forma castellana es incierta, pero es probable que se tomara del fr. marte (variante de martre), que a su vez procede del germ. occid. MARTHR íd. (comp. el a. alem. ant. mardar íd., y el derivado b. alem. ant. marthrîn).

1.ª doc.: «marta, animal conocido: martes, -tis», Nebr.

Posteriormente citan las martas o sus pieles Ant. de Guevara, Fz. de Oviedo, Ambr. de Morales, Cervantes, Covarr., Huerta y otros autores del Siglo de Oro (vid. Fcha. y Aut.); casi en todas estas fuentes se trata de la piel y no del animal vivo, pero Morales habla de las que se cazan en Asturias y Galicia; allí mismo Sarm. cita un pontev. marta, Tuy martaraña, animal distinto del cast. garduña y sería la jineta, V. pormenores, Sarm. CaG. 203v, 204r, en otras partes martuxa o marta das galiñas (CaG. 109r, 206u y p. 242). Lo mismo ocurre con el port. marta (V. ejs. en Vieira y Bluteau), que ya se halla en Mendes Pinto (1541). El cat. mart es ya frecuente en el S. XV (Ag.)1; de ahí hubo de tomarse el plural mars que figura en un inventario aragonés de 1444 (BRAE II). Oc. martre m., moderno y ya documentado algunas veces en la Edad Media (Levy V, 133, martre y martrin, 147, matre); el aran. gat marto ha de proceder de *mártol < *mártor. En francés tenemos el femenino martre desde el S. XI; la variante menos frecuente marte, que algunos dan como moderna, se halla ya en el S. XVI, en Ronsard y en Montaigne (Littré). It. màrtora. Parece simplificación excesiva decir que todas estas formas son préstamos del fr. martre, según hace M-L. (REW 5384)2; pero también hay dificultades en considerar con Gamillscheg que el cast. y port. marta salgan de un gót. *MARTHUS, mientras que el fr.-oc. martre e it. màrtora vendrían del germ. occid. *MARTHR (R. G. I, 31, 383), pues además de que la TH gótica parece haberse ya convertido en D antes de la invasión de España (salvo en principio de palabra), como reconoce él mismo (p. 396, y II, 40-41), hay sobre todo la dificultad del género. El gót. *MARTHUS correspondería a a. alem. ant. mard, fris. ant. merth, ags. mearth, escand. ant. m྿rr (dat. m྿ri), que eran todos masculinos (salvo la forma del alto alemán, que es alguna vez neutra, y otras masculina, vid. Grimm, s. v. marder) y no femeninos; masculina hubo de ser, por lo tanto, la hipotética forma gót. *MARTHUS. Luego de éste puede venir solamente el cat. mart, mientras que el femenino sólo se explica en francés, a causa de la ambigüedad de la terminación de martre. En conclusión es probable que el cast.-port. marta venga del fr. marte, y quizá sea también galicismo el it. màrtora. Más datos acerca del problema en Th. Braune, ZRPh. XXI, 215, y en Riegler, ASNSL CL, 109-1113. Para la posible aparición del vocablo en una glosa latina, vid. M-L., Wiener Studien XXV, 102, y Walde-H. s. v. martola; para la posible aparición en céltico continental, de Martalo- o marto-, vid. Loth y Fraser, R. Celt. XLI, 56, XLII, 62.

DERIV.

Gall. matuxa y martaraña, V. arriba. Martagón ‘sujeto cauteloso y astuto’ [Aut.; ej. de Moratín en Pagés], vendría del nombre de la marta, por ser animal difícil de cazar, según Aut. (pero ignoro si puede haber relación con MARTAGÓN nombre de planta).

1 Sigue hoy vivo, p. ej. gat marc «gato montés» en Sant Hilari Sacalm (BDLC VII, 145). En Estaon, alto Pallars, recogí fagina marta. En lengua de Oc no falta alguna forma análoga al cat. mart: Gers galmar «loir, mulot, rat» (Cénac-Moncaut) < gat mart. No es bien seguro que martz pl. en el trovador catalán Cerverí de Girona (tercer cuarto del S. XIII) sea ‘martas’ y no ‘mes de marzo’; quizás las dos cosas a la vez: «celhas que semblon martz / mudan sovén lur colors», ed. Riquer, 909.9.―

2 La base fráncica «martar», de que parte M. L., está en desacuerdo con la fonética de este idioma, donde sólo *mardar o a lo sumo *marth(a)r serían posibles. Gamillscheg, R. G. I, p. 31 (comp. p. 261), se niega a creer que ninguna forma romance venga del fráncico, por la buena razón de que el fráncico había ya cambiado rth en rd antes de la invasión de Francia.―

3 El lat. martes que alguna vez se cita es lección dudosa, probablemente falsa, que estaría una sola vez en Marcial.