MAROMA, del ár. vg. mabrûma íd., propiamente participio de báram ‘trenzar’, ‘retorcer’.

1.ª doc.: ¿S. XIII?, en mss. de las Partidas (B. R.).

Ahí se lee: «marineros... han de seer sabidores de maroma et ligeros et bien mandados», ed. Acad. II, 263 (libro II, tít. xxiv); mientras que la lección adoptada por la Acad. reza «sabidores de marinería et ligeros...». Con posterioridad no vuelvo a hallar el vocablo hasta h. 1400 (Glos. del Escorial) y luego a fines del S. XVI, en Percivale (1591, «cable of a ship») y en Mármol («las galeotas... tirando los moros y la chusma con maromas y rempuxándolas con los hombros... las sacaron todas del canal», vid. Jal, 1129b). El port. maroma se halla también desde el S. XVI o principio del XVII (Monarquia Lusitana; Leonel da Costa); hoy también maromba, que parece castellanismo. Parece tener arraigo autóctono al menos en parte del valenciano (sustituyendo a los castizos y generales sègola o gúmena). Maroma se empleó también en calidad de hispanismo en el lenguaje náutico italiano1. Como indicó R. Dozy en Gloss., 304, el cast. maroma viene del árabe vulgar mabrûm, que PAlc. traduce «cordón de seda, cordón de sirgo, torçal», propiamente participio pasivo del verbo báram «tresser un corde en tordant les fils; retordre, tordre, tortiller, cordonner» (Beaussier)2, «croiser, rouler, entortiller» (Dozy, Suppl, I, 77a); se diría primeramente šarîƫ mabrûm ‘cuerda retorcida’ y luego abreviando mabrûm, y como hay también šarîƫa, equivalente de šarîƫ, se diría igualmente (šarîƫa) mabrüma, de donde las formas romances; en éstas la b se perdió, ayudando la disimilación de las dos labiales. Sabido es que la û se pronunciaba como o junto a las consonantes enfáticas (entre ellas r); atiéndase a que en el silabeo de este idioma se pronuncia mab-rû-ma, y en España y Marruecos, por lo menos, con fricativa, que en esta posición implosiva es sonido muy poco perceptible, de ahí su pérdida al pasar al romance. La etimología de Müller y de Eguílaz burm o barîm ‘cuerda’ no es posible fonéticamente.

DERIV.

Amaromar. Enmaromar [med. S. XVIII, Torres Villarroel]. Maromat (1411) o marromat (1390), en inventarios aragoneses (BRAE IV, 530, 517), como nombre de una especie de paño lujoso3, en portugués antiguo maromaque («nobre estrado de maromaques e d’outros panos d’ouro», S. XIV, cita de CortesƟo), del ár. mabrūmât ‘cordones trenzados’, plural del citado mabrûma. Maromero cub. ‘el volatín que pasa la maroma’ (Ca., 184).

1 Vid. E. Zaccaria, Il Parao, il Maroma e il Cabrestante, Modena, 1908.―

2 De ahí mubárraǤa mabrüma «torse (colonne)».―

3 «Dos almátiguas de panyo de maromat sines foradura», «un panyo de seda verde de oro marromat, viello; otro panyo de cendal». En el Poema de Alf. XI, 1630d «Sobrino deste rey moro, / de la sangre de Audalfaque, / armas traían de oro, / coberturas, marromaque». I. P. ten Kate traduce ‘tela rayada’ y propone la etimología ár. muráqqam, participio pasivo de ráqqam ‘bordar’. Quizá con razón. Sin embargo, en árabe vulgar no parece hallarse con este sentido más que la primera forma (participio marqûm, de donde los cast. recamar y margomar), vid. Dozy, Suppl., PAlc, R. Martí, Beaussier; y la metátesis es algo violenta (comp., sin embargo, ALMOCREBE).