MARCHAR, tomado del fr. marcher íd., antiguamente ‘pisar, pisotear’, y éste del fráncico *MARKÔN ‘dejar una huella’ (a. alem. ant. markôn ‘poner una marca, señalar’, ‘significar’, comp. ags. mearc, escand. ant. mark ‘señal’).

1.ª doc.: h. 1550 (Rivad. XXXVI, 549a); 1568, Eugenio de Salazar.

Para los primeros ejs. castellanos, vid. Terlingen, 181-2. Dice Salazar que pertenece a la «lengua soldadesca», y el mismo carácter militar le reconoce Sigüenza h. 1600; así éste como el «Bachiller de Arcadia» (quien h. 1550 reprende a Pedro de Salazar por haber usado este vocablo italianizante en una obra muy reciente por entonces) advierten que es palabra introducida muy poco tiempo atrás. En los ejs. citados por Aut. (h. 1680 y 1728) sigue siendo palabra guerrera (quizá no en G. de Alfarache). En catalán aparece ya en 1586 (Guerau de Montmajor, RH XXXIV, 548), y por las mismas fechas puede documentarse en portugués. En Italia apenas es de introducción anterior, pues Varchi en la cuarta década del siglo lo califica de «nuovo verbo militare»1; por lo tanto está lejos de ser seguro que la palabra española se tomara en Italia, como afirma Terlingen: la obra de Pedro de Salazar se refiere a la guerra de Alemania, y por lo tanto es más natural que el autor lo aprendiera de gente de lengua francesa2. En el S. XVIII, y sobre todo en el XIX, marchar amplió la extensión de sus usos, saliendo ya de la esfera militar; en parte se debió ello a nuevo influjo francés, como observa Baralt al vituperar locuciones como marchar bien o mal (un poema o acción), por ‘desarrollarse, sostenerse’, esto marcha por progresa, etc., y así la marcha de las lenguas, de la civilización, del tiempo, de las ideas, cuando antes sólo se hablaba de la marcha de la tropa. Sin embargo, al final se ha acabado por rebasar los límites del empleo francés, al sustituir irse ‘dejar (un lugar)’ por marcharse, hoy general y debido a un impulso que nada tiene de forastero: así se hizo para huir del sentido sucio que en castellano había tomado aquel otro verbo (Casares, Crítica Efímera I, 75-81).

La verdadera etimología del fr. marcher, después de sugerirla Diez y proponerla formalmente Spitzer (ZRPh. XLV, 288-9), la demostró en forma convincente Tilander en su trabajo de Rom. LVII, 395-431 (comp. Rom. LVIII, 255-7). Fr. ant. marchier aparece primeramente h. 1170 en el sentido de ‘pisotear’, ‘pisar’, como verbo transitivo (marchier le fust, marchier quelqu’un); lo mismo cabe decir de oc. ant. marcar; en francés, a fines del siglo ya aparece como intransitivo (marcher sur le ventre, etc.), pero el uso transitivo todavía está bien vivo en los SS. XV-XVI, y hoy en algunos dialectos y en ciertos usos técnicos (marcher l’argile). H. el a. 1400 (Froissart), y sobre todo en la primera mitad del S. XV, aparece claramente la ac. ‘caminar’ (que ya se anunciaba en textos del XIII), aunque se trata sobre todo de un término técnico militar, con el matiz especial de ‘hacer una marcha, avanzar (la tropa)’, otras veces con el de ‘marcar el paso’; así también en el S. XVII español: «Éstos ¿qué atanbores son? / ―De don Rodrigo Xirón, / maestre de Calatraba. / ―El maestre viene; alguna / nueba nos trae, pues marchando / entra en Plasencia», Vélez de Guevara (La Serrana de la Vera, v. 952). En el francés medieval se nota su frecuente uso como término del lenguaje de la caza, con el sentido de ‘dejar una pisada’, ‘hollar’. Éste debió de ser el sentido etimológico, y es lógico suponer que el fráncico distinguiría entre *MARKÔN ‘dejar una huella, imprimir una pisada’ y *MԷRKJAN ‘marcar, señalar’ (de donde el fr. ant. merchier, merche, merc, V. MARCAR), aunque ambos verbos tengan casi los mismos sentidos en alto alemán antiguo (markôn «notare, significare, definire, destinare», markjan, mrken, «designare» y luego «animadvertere», etc., Graff P, 850-1)3. Otras etimologías que se han dado del fr. marcher deben abandonarse. Un germ. *MARHAN, admitido anteriormente por M-L., es palabra de existencia improbable, fundada solamente en una arriesgada interpretación de un pasaje latino del S. IV relativo a los sármatas, que no eran germanos (ZRPh. XXXIX, 203 y 494). Un lat. *MARCARE ‘martillear’ (derivado de MARCUS ‘mazo’), de donde ‘marcar el paso’ (admitido por Brüch y Gamillscheg), es improbable por tratarse de palabra hipotética en latín, y porque la limitación del tipo marcher a Francia es más favorable a una procedencia germánica. La suposición de M-L. (REW3, 5364) de que marcher se derivara de marche ‘frontera’, en el sentido de ‘cruzar la frontera’, es inverosímil desde el punto de vista semántico: se funda solamente en unos pocos ejs. dialectales y en algún raro texto en bajo latín, de fecha tardía (Tilander, l. c., 429) y de tipo excepcional, frente al carácter general del fr. ant. marchier ‘pisar’ (hoem qui a serpent marchié, S. XII, etc.)4.

DERIV.

Marcha [h. 1680, Solís, Aut.]; gnía. ‘asociación de ladrones’ [1896, Salillas], ‘robo’ [1905, Besses], propiamente ‘valentía’ y antes sin duda ‘actitud marcial’; de ahí marchanas and. ‘presencia de ánimo, valentía’ [1856, F. Caballero, RH XLIX, 501; AV]; marchoso and. ‘engallado, que no pierde los arrestos’ [1933, AV, con citas anteriores], ‘amigo de lances airados y galanteos’, ‘gallardo, rumboso’ [Acad. 1936], ‘vistoso, de color encendido’ [cielo marchoso, García Lorca]5. Contramarcha; contramarchar.

CPT.

Marchapié [Acad. ya 1914], náut., del fr. marchepied ‘peldaño’, propiamente ‘¡pisa, pie!’.

1 Se cita ej. de Dino Compagni († 1324), pero debería comprobarse mejor, pues por este tiempo apenas se empleaba el vocablo siquiera en francés, y, sin embargo, es indiscutible el carácter galicado de este verbo en italiano. Si la cita es exacta se tratará de un extranjerismo esporádico y sin arraigo.―

2 En la lista del Bachiller no todos los vocablos son realmente italianismos. Era lugar común por entonces atribuir a Italia toda la jerga especial de los militares, por ser las guerras de Italia las más divulgadas.―

3 El ingl. med. mark ‘caminar, marchar’ (SS. XIII-XVI) no creo que sea voz germánica hereditaria, como supone Tilander, sino tomada del francés normando.―

4 Sin embargo tiene razón M-L. al objetar a Spitzer el que parta de un fr. ant. *marche ‘marca’ que nc parece haber existido. De marche ‘pisada’ no haj ejs. antes del S. XIV, así que será postverbal.―

5 El cat. desmarxar ‘deteriorar, echar a perder’ [S. XIV, Alc.], hoy -xat ‘pasado, deslucido’, y que en la ac. ‘desfigurado, disfrazado’ ya aparece en el S. XIII, en Lulio (Amic e Amat, § 167), no tiene relación directa con esto ni con el caló cat. marxa ‘robo’, sino que vendrá del fr. ant. de(s)marchier ‘pisotear’, ‘hacer algo desventajoso’, derivado de marchier ‘pisar’.