MANGONEAR, ‘entrometerse en negocios ajenos’, derivado romance del lat. MANGO, -ĶNIS, ‘traficante’, ‘chalán’.
1.ª doc.: principio del S. XV, Diego de Estúñiga, Canc. de Baena, n.° 424, v. 21; Aut.
De todos modos dudo de que este último venga directamente del lat. MANGO, -ONIS, dada su extensión local y fecha reciente: quizá esté sacado de mangonear bajo el influjo de mandón. En todo caso es muy problemática la existencia de un cast. mangón ‘revendedor’, sólo registrado por la Acad. en el S. XIX (ya 1843), con la mención de antiguo, que por esta época solían los académicos emplear abusivamente para introducir en el diccionario voces de existencia hipotética en castellano y admitidas para la explicación etimológica. Parece perteneciente a esta familia el vocablo mangonada que Nebr. traduce «elusio, ludibrium», es decir, ‘engaño, burla’; Percivale explica «a bob on the nose, a toy to mocke withall» y Oudin (1607) «une nasarde, une mocquerie, une chiquenaude par le nez»; esta dicción parece haber existido en efecto, aunque pronto se anticuaría, pues Pagés cita de Cáceres y Sotomayor († 1615) «nos apartas de ti, nos das de mano, no quieres que parezcamos en tu presencia, nos das mangonada».
En cambio, es poco fidedigna la definición de Covarr., evidte. inspirada en el deseo de ver en el vocablo un derivado de manga: «el desvío que se da a alguno con el braço y la manga»; Aut. da pruebas claras de no conocer el vocablo sino a través de Covarr. (a quien cita, por lo demás), pero la Acad. ha seguido repitiendo esta definición con la acostumbrada falta de crítica. En realidad parece que mangonada significaría ‘engaño’, ‘mofa’, como los que suelen hacer los chalanes.
De la supervivencia de MANGO en la Romania hay pruebas múltiples, especialmente su extraordinaria vitalidad en el latín medieval, donde además de las acs. clásicas toma también las de ‘engañador’, ‘salteador’, ‘lacayo’, ‘aprendiz’, siempre con matices peyorativos, vid. Du C.; de ahí oc. mangonier (-gan-) ‘revendedor’, ‘mercader de feria’, ‘quincallero’, muy vivaz ya en la Edad Media y todavía conservado en la actualidad1, valón mangon ‘carnicero, matarife’ (ya medieval; Brüch, VKR VII, 248), b. alem. ant. mangôn ‘traficar’ (Frings, Germania Romana, 66). Mucho más dudoso es en cambio el port. mangão ‘engañador’, mangar ‘engañar’, mangação ‘engaño’, pues el hecho de que todos los consideran «termos chulos» (ya Moraes, faltan todavía en Bluteau), y la falta de testimonios antiguos, nos obligan a desconfiar: podría ser verdad, como sugiere Fig., que se expliquen por el gesto obsceno del corte de manga; más probablemente se tratará del gitano mangar ‘mendigar’, etc., para el cual vid. Clavería, Estudios Git., 182ss., y aquí s. v. MANDANGA. M. L. Wagner, ZRPh. LXX, 267-9, allega datos, sobre todo acerca de los vocablos modernos de este grupo procedentes del gitano y los que derivan del cast. manga. De todos modos nada de esto se aplica al cast. mangonear, y las demás formas romances citadas nos prueban que MANGO fué palabra de vida real en la Edad Media: de ella pueden derivar mangonear y el antiguo mangonada. Es posible que debamos partir de MANGONIZARE ‘arreglar la mercancía, como hacen los chalanes’, verbo que se halla alguna vez en el latín tardío, junto a la forma más común MANGONICARE2. acrítico>
DERIV.
Mangoneo. Mangonero ant., aplicado al mes en que había muchas fiestas y no se trabajaba [Acad. ya 1843 (?)].
1 Bearn. mangounè «page, suivant» (Palay), mangonier ‘charcutier’ en un autor del Gers, Polge, Mél. Phil. 1964, 51.― ↩
2 Algunos detalles relativos a esta familia en Graur, Bull. Linguistique IV, 62ss. (rum. mangosit «propre à rien»); L. Wiener, ZRPh. XXXIV, 672; Holmes, PMLA LIII, 34 (fr. ant. mangon ‘especie de moneda’, que difícilmente será celtismo, como ahí se supone). ↩