MANGANILLA, ‘treta, ardid’, antiguamente ‘cierta máquina de guerra’, del lat. vg. *MANGANĔLLAl>, plural de *MANGANĔLLUM>, y éste diminutivo del lat. MANGNUM ‘máquina de guerra’, tomado del gr. μάƔƔανον, que además de esta ac. tiene ya la de ‘embrujo, sortilegio’.

1.ª doc.: h. 1300, Gr. Conq. de Ultr. y Cavallero Zifar.

En el primero de esos textos sale varias veces como nombre de una máquina de guerra: «los engeños e las manganillas» (p. 328, también en la 280), «comenzaron luego de facer pedreras e trabuquetes e manganillas e castillos, con terminados e con saeteras cubiertas con cueros crudos e zarzos»; se trataba de una máquina de arrojar piedras (así claramente p. 337b), como lo eran conocidamente las pedreras y trabuquetes1. Por otra parte, el vocablo aparece pronto en la ac. ‘treta, asechanza’, dualidad que nada tiene de extraño, aun prescindiendo de que ya estaba en el étimo, si tenemos en cuenta la antigua identificación de la idea de ‘máquina’ con la de ‘astucia, ingenio’: gr. μƓχανƲ ‘expediente, truco’, lat. INGENIUM ‘máquina de guerra’, etc. No es de extrañar, pues, que en el Cavallero Zifar se cite ya el proverbio «tal arma la manganilla que cae en ella de golilla» (ed. Michelant, p. 271), que aparece repetido en fuentes posteriores; de ahí pasó el vocablo al logud. manghinella «insidia, tresca» (Jud, Rom. XLIII 457). El vocablo falta generalmente en los más frecuentados textos medievales, en los glosarios publicados por Castro, en APal., Nebr. y los diccionarios del Siglo de Oro2, y cuando Covarr. nos informa de que equivale a ‘truco de prestidigitador’ quedamos en duda de si se deja influir algo por la etimología3; de todos modos la ac. ‘jugarreta, treta’ es usual en el S. XVII: «¿es treta o manganilla, / señores? ¿Qué es aquesto?» Quiñones de B. (NBAE XVIII, 752b), y Ruiz de Alarcón tituló La Manganilla de Melilla una comedia cuya acción se resuelve por un ardid de guerra o estratagema (comp. Denis, Théâtre d’Alarcón). En este sentido el vocablo sigue bien vivo hasta la actualidad en el castellano común, aunque en algunos puntos ha sufrido un cambio de sufijo: manganeta en Honduras, con la ac. ‘red para cazar pájaros’ en Aragón (BRAE VIII, 511), jugar manganeta en la Arg. (M. Fierro II, 3698, y nota de Tiscornia). La forma femenina debió de nacer en la ac. ‘asechanza, jugarreta’, como procedente de un neutro plura *MANGANELLA, también conservado en el it. manganella, antiguamente ‘máquina de guerra’ y hoy ‘palanca para levantar pesos’. Más extensión tiene el singular *MANGANELLUM, de donde el citado cat. manganell (de ahí el maganel que la Acad. ya registra en 1884, quizá errata por mang-), oc. ant. manganel, it. dial. manganel, -iell ‘mayal’, ‘agramadera’, ‘polea’, ‘rodillo de planchar’ (REW 5297); en vista de tan amplia extensión no cabe duda que el diminutivo ya pertenecía al latín vulgar, tanto más cuanto que en griego moderno encontramos también el diminutivo μαƔƔάνι ‘aspa de aspar hilo’, ‘devanadera’; el primitivo mánganu sólo se ha conservado en los dialectos fuertemente helenizados del Sur de Italia (Rohlfs, EWUG n.º 1291). Como se nota por la acentuación, el cast. mod. mangana ‘lazo que se arroja a un animal para sujetarlo’ (así en Méjico, BDHA IV, 193; en Cespedosa, RFE XV, 262; Acad. 1884, no 1843) es derivado retrógrado de manganilla. Comp. MAGAÑA. Pasó a través del árabe el cast. ant. almajaneque (ejs. medievales en DHist.)4 cat. ant. almajanec.

DERIV.

Manganear; manganeo. Ast. desmanganiáse ‘jugar los brazos con soltura’ (Rato), and. desmanganillado y desmangarrillar (A. Venceslada), resultante el último de un disimilado *desmangarillar; venez., cañar. desmanganillado, ast. -aniáu (V), ‘desgarbado’, murc. esmangarrillar ‘desvencijar’ (BRAE VII, 465-6), recuerdo haber oído enmangarrillado ‘renco o lisiado’ a gente de Almería; de ahí el regresivo alto-arag. mangarra «toñán, falso, que tiene miedo al trabajo» (RLiR XI, 218; Borao).

1 No era algo para hacer caer en un lazo al enemigo, como se sostiene en RFE XXV, 244-6; trabuquete (emparentado con trabuco y no con trabucar) tampoco era eso; estamos bien informados de la naturaleza del cat. ant. manganell por los pasajes de Muntaner donde sale el vocablo (Giese, VKR I, 170; Ag.), y así éste como el gr. μάƔƔανον nos consta que eran máquinas lanzapiedras. El otro pasaje en que habla de la «maestría» con que estaban hechos estos «engeños> de «guardar a sí e poder hacer mal a los otros», alude a las protecciones que defendían el cuerpo de estos antiguos artilleros contra las piedras del enemigo: «cubiertos con cueros crudos e zarzos». Saco, empero, de este útil artículo algunas de mis citas.―

2 Manganilla, como nombre de una hierba, en lugar de manzanilla, en el de Oudin, quizá sea mera errata.―

3 «Una manera de engaño artificioso y prompto, como suelen hazer los del juego de masecoral..., gr. magganon, praestigiae, seu machinamentum praestigiosum».―

4 Variante almojanege Alex. O, 1058a (almañaneque en P).