MAIMÓN, ‘especie de mono’ ant., ‘bollo hechizado’, probablemente del ár. maȳmûn ‘feliz’, vulgarmente ‘mono’; créese que porque procedían estos animales del Yemen o Arabia Feliz.
1.ª doc.: h. 1326, Juan Manuel, Rivad. LI, 250.
En cast. ha sido escasamente conocido en esta ac.: falta en Aut., Covarr., Oudin, etc., aunque lo registra la Acad. desde el S. XIX; pero hay bastantes testimonios en francés y en italiano, que en parte procederán indirectamente de España, vid. A. Thomas, Rom. XXXVIII, 556-63 (y comp. el trabajo de L. Wiener, RF XXXV, 954-85, cuyas conclusiones etimológicas son, como siempre, problemáticas). En catalán ya hallamos «simi o bogia o maymon» en la Reva de Perpiñán de 1284 (RLR IV, 376).
En fecha bastante posterior encontramos en castellano aplicaciones secundarias algo sorprendentes: ya Aut. registra el bollo maimón, que el DHist. define «roscón de masa de bizcocho o mazapán relleno de conservas, al que solían añadirse hechizos», Covarr. dice es «pan mezclado con hechizos de bien querencia: dar a uno bollo maimón, averle ganado a todo punto la voluntad», y hay ya ej. en Lucas Fernández (h. 1500). Estas creencias siguen vivas en varios puntos de España, particularmente en el Sur, y sabido es qué ingredientes asquerosos suelen emplearse al efecto; de algo de esto nos habla ya el médico valenciano Jaume Roig h. 1460 en su Libro de las Mujeres: «no dura poch / ser menstruoses /... / del drap que·s muden / fetilles [‘hechizos’] fan; / del que·n roman / may bon paper / d’ell se·n pot fer [no sirve para la fabricación]; / si·n fas penó, / mes al maymó / de les galeres, / bon vent no speres».
En este pasaje el lexicógrafo castellano encuentra algo conocido: en el Cancionero del S. XV la voz maymones designa una parte de la nave (Cej., Voc.), que Covarr. llama maimoneta, definiéndola ‘estaca donde atan las velas’, y el Vocab. Marítimo de Sevilla (1696), citado por Aut., nos informa de que maimonetes son «unos curvatones o palos de pie derecho, que están en la cubierta superior, cerca del palo mayor y trinquete, y tienen sus roldanas para laborear por ellas las brazas del trinquete y velacho, y otros diversos cabos de labor»; está también, en 1587, en G. de Palacio, s. v. Con el pasaje de J. Roig a la vista adivinamos el origen de la denominación: marineros supersticiosos atarían al maimonete trapos menstruosos de la mujer amada, en forma de pendón, con la esperanza de que les trajera buen viento (creencia de la cual se ríe nuestro médico), mientras las brujas aficionadas esperaban atraerse la querencia de un hombre esquivo dándole a comer la horrible mixtura. Pero ¿qué tiene que ver todo ello con el simio? El hecho es, según el Qamûs, que se llama maȳmûn el ‘pene’: sospecho que lo mismo ocurriera con las partes femeninas, en ambos casos quizá por comparación con el aspecto hirsuto del cinocéfalo. Ma(i)monet es forma frecuente en francés antiguo como nombre de este animal. Olvidado ya de su repugnante origen, maimón significa hoy ‘bizcocho fino de forma de manguito’ en Zamora (Fz. Duro), y maimones ‘especie de sopa con aceite’ en Andalucía (Acad.)3. En cuanto al cat. maimó ‘calmoso’ (Cataluña, Mallorca), en el Priorato maimeró (Butll. del Club Pirinenc de Terrassa II, 170), recuerda el ár. maȳmûn ‘feliz’, pero quizá también venga, sencillamente, del nombre del mono. Comp. REW 5242 y la bibliografía allí citada.
DERIV.
Maimoneta, maimonete, V. arriba.
1 Dozy, Suppl.: R. Martí; PAlc; Beaussier; Fagnan; Frisoni; Bocthor; Probst; Lerchundi.― ↩
2 Como extranjerismo, pero sin precisar de qué lengua se tomó, en la lista que da al fin de su libro.― ↩
3 Usual, p. ej., en Almería y Córdoba. Lo verdaderamente característico de esta sopa, que se prepara con un sofrito, son unas como bolitas de masa de harina y agua: de ahí ha venido la comparación con los antiguos bollos maimones. Tal como son en la actualidad los maimones se parecen más bien al alcuzcuz. Juan Valera (La Cordobesa en Cuentos, Diálogos y Fantasías, ed. 1887, p. 244) sospecha que «la torta maimón y los maimones, que son unas a modo de sopas» tomaran nombre de alguna persona, sea de Maimónides, por ser éste cordobés, sea de un califa Maimún, marido de Burán, la que dió nombre a la ALBORONÍA. Claro que esto no está fundado históricamente, y es suposición innecesaria. ↩