MAGANCÉS, ‘traidor, dañino, avieso’, del nombre del Conde Galalón de Maganza (Maguncia), personaje de la Chanson de Roland y de la Historia de Carlomagno, famoso por su traición, que puso la vida de Roldán a merced de los moros.

1.ª doc.: 2.ª mitad del S. XIV, Mocedades del Cid, 2.ª parte, I, 652.

Es frecuente en los clásicos: sale en Fco. Pacheco (1569), Guillén de Castro, Cervantes, Quevedo, Entremés de Mazalquiví, etc.1. También en otros romances: it. (raro), romanesco maganzese ‘traidor’, Bologna maganzèis «finto, mentitore», «ragazzo robusto, ardito, vivace» (ARom. XX, 202-3n.); val. magancés «mojigato o mogato», magancesa «mojigata, gazmoña» (Sanelo). La forma Magantia en lugar de Mogontia o Maguntia se halla ya esporádicamente en los SS. IV y V, en una fórmula de St. Denis (S. VIII), etc. (Pirson, RF XXVI, 857). De magancés secundariamente se derivó el abstracto magancia «astucia o habilidad en provecho propio y con perjuicio del prójimo; maula, engaño, bellaquería, maña, picardía, perfidia» (Román), «trapacerías, ademanes para emborrachar la perdiz, engañar» (G. Maturana, D. P. Garuya, Glos.) en Chile, hacer maganza «ociar u holgazanear, esto es dejar el trabajo, darse al ocio» en el Ecuador (Lemos, Semánt. Ec., s. v.), maganza ‘acción de holgazanear o remolonear’ en Colombia, que Cuervo, Obr. Inéd., 236, quisiera derivar de manga por un proceso semántico y fonético inverosímil; de ahí, por otra parte, costarriq., colomb. maganzón ‘remolón, holgazán’, domin., cub., venez., ecuat. manganzón2; en Chile dicen maganciero por ‘bellaco, astuto, ladino’, y según Toro G. (BRAE VII, 458) Lope empleó magacería3 (¿errata por magancería, registrado por la Acad.?).

DERIV.

Trato a continuación de algunas palabras que aunque no derivan realmente de magancés, han sido relacionadas con este vocablo así por el pueblo como por los eruditos, y han sufrido verdaderamente la influencia de este vocablo. Macandón ‘camandulero, maula’ [h. 1500, Juan del Encina; Lucas Fernández, ed. 1514, fº D 55 b], del nombre de Macandón, escudero del Rey Lisuarte en el Amadís de Gaula, que a más de 60 años solicita de Beltenebrós que le arme caballero, ceremonia que se realiza en medio de la algazara de las doncellas de palacio; Villasandino en el Canc. de Baena escribió «E pues no tengo otra renta / quise ser con grant razón / el segundo Macandón, / que después de los sessenta / començó a correr tormenta / e fué cavallero armado» (vid. ahí nota de Pidal, p. 652).

De macandón, por influjo de magancés, quizá combinado con una metátesis de sonoridad u otra alteración, se sacaría el adjetivo maganto ‘triste, pensativo, flaco, descolorido y macilento’ (Aut.), empleado ya en unas coplas de la Academia de Villamanta en 1592 («tan magantas quijadas», BRAE II, 202) y luego en Fonseca (1596) y en la Pícara Justina; de ahí el murc. magantería ‘tristeza, flojedad’ (Sevilla) y el chilote magantez (Cavada)4; aunque quizá maganto no tenga relación con macandón y se haya extraído sencillamente de magancia según el modelo de vagante ~ vagancia (pero desde luego no son meras variantes fonéticas de éstos, como dice GdDD 7001).

1 Véase documentación en E. Mérimée, BHisp. XIII, 288-233 (comp. Hämel, ZRPh. XXXIX, 242-3); Rz. Marín, ed. del Quijote, 1916, I, p. 92; Fcha.; Román, s. v. magancia, -ciero. Otro más: «chirriaba la muchacha / y el séquito magancés / zurriando como avispas / repicaban a coger», Quevedo, Musa VI, romance LXIV.―

2 Brito («sin oficio, vago»), Pichardo, Catauro (p. 262), Rivodó (p. 253), Calcaño (p. 239), Lemos (Semánt., s. v.).―

3 Es sumamente curiosa la forma magatias que ya se halla en las Glosas de Silos, 2.ª mitad del S. X, y podría tener importancia para el estudio de la antigüedad de la leyenda épica de Roldán y su temprano influjo en España. Por desgracia el sentido es oscuro. El texto del penitencial es «Qui in saltatione femineum abitum gestiunt et monstruose fingunt et malas et arcum et palam et his similia exercent 1 annum peniteant». Monstruose lleva la glosa «qui tingen lures faces» y malas lleva la glosa magatias. Así no se entiende. Desde luego habrá que borrar el et que precede a malas. Quizá hubo confusión entre la llamada de las dos glosas, y la primera traduce fingunt malas (que el glosador entendió como equivalente de tingunt malas: recuérdese que faces se empleaba como sinónimo de ‘mejillas’); entonces magatias, aplicado a monstruose, sería uno de los casos numerosos en que nuestro glosador pone un sustantivo donde haría falta un adverbio; debería suplirse una tilde sobre la segunda a, leyendo magantias.―

4 No creo que se trate de una alteración de vacante, como sugiere Malkiel, Univ. of Calif. Publ. in Ling. I, 271n.37, aunque éste pudo influir fonéticamente. Tampoco parece haber relación con el gitano mangante, a no ser secundaria (vid. MANDANGA).