LOGRO, del lat. LŬCRUM ‘ganancia, provecho’.

1.ª doc.: S. XIII, ms. bíblico I-j-8, traduciendo el lat. usura (Bol. Inst. Filol. Ch. IV, 350).

También aparece en el glosario de Toledo (h. 1400), traduciendo fenerarius; en el mismo sentido de ‘rédito’, aparece en APal. (93b, 103d, 157b), en Nebr. («logro en la usura: lucrum, foenus»), etc.; todavía es frecuente en este sentido en el Siglo de Oro (Aut.). Pero desde los primeros siglos del idioma el verbo lograr fué de uso más frecuente.

Primitivamente tiene el sentido de ‘gozar el fruto de una cosa’: cuando Minaya vuelve del combate con el escudo destrozado a cuchillazos explica el poeta «aquelos que gelos dieran non gelo avian logrado», pues «de XX arriba ha moros matado»; al saber la deshonra de D.ª Elvira y D.ª Sol, exclama el héroe «non la lograrán los infantes de Carrión, / que a mis fijas bien las casaré yo» (Cid, 2452, 2833). Análogamente en Berceo: la Virgen, lacerada por el dolor, dice a los verdugos de su hijo: «matatme, sí veades criados vuestros fijos; / sí veades criados a los que engendrastes, / e logredes los cuerpos por qui mucho lazdrastes, / que soltedes el cuerpo que de Judas comprastes» (Duelo, 58b), es decir, ‘así podáis disfrutar de vuestros hijos’ (= los cuerpos o personas por quienes sufristeis); y en J. Ruiz: «llega el omne tesoros por lograrlos, apodo; / viene la muerte luego, e déxalo con lodo» (1534c: apodo ‘yo calculo, imagino’, o bien (a) apodo = ‘según sus cálculos, según sus planes’). Todavía es éste el sentido en que toma el vocablo Nebr.: «lograr de alguna cosa: potior, fruor; lograr de la vida: fungor vita»; ac. que todavía reconoce Aut.: «gozar, tener o posseer, como lograr salud, conveniencias, etc.», y es la que hay que entender en los dos ejs. de autores que erróneamente cita como pertenecientes a la ac. moderna: «la abundancia de frutos que logra el otoño y enriquece aquel Reino» (Ovalle, 1642), «logró [‘aprovechó’] la oportunidad de executarlo solo, sin atender al peligro del Duque» (Betissana, 1683). Esta ac. procede de la etimológica ‘hacer ganancias’, que es la del lat. LŬCRARI y que todavía se halla algunas veces en la lengua medieval: «que ningunos omes nin mugeres non anden baldíos por el nuestro señorío, nin pediendo nin mendigando, mas que todos logren y vivan por labor de sus manos» Cortes de 1351 (cita de Cabrera). De ‘gozar el fruto de una cosa’ se pasa con leve transición a ‘aprovecharse o valerse de algo’, como lograr la ocasión, el tiempo, etc., V. los ejs. de Aut. y este otro: «JACINTA: Yo agradezco, / señor, lo que me ofrecéys. / D. GARCÍA. Mirad, que me agraviaréys / si no lográis lo que ofrezco», Ruiz de Alarcón (Verdad Sospechosa, Cl. C., 23); ac. conservada por Torres Villarroel en el S. XVIII (Fcha.) y hoy en el Interior argentino: «a cualquier hora que corriese viento de estos dos puntos había que lograrlo, y trabajar aunque fuese de noche, pues podía llegar el fin de febrero y malograrse la cosecha» (Chaca, Hist. de Tupungato, p. 291), «El cura no sabe arar, /... / él cosecha sin sembrar. / Él gana cabras y ovejas, /... / Él logra a la gente vieja / y logra a la gente nueva, / cobra su buena moneda / al enterrar a los muertos, / tullidos, mancos y tuertos / los logra cuando se mueren», copla popular recogida en Mendoza (Draghi, Canc. Cuyano, p. 161). De la idea de ‘gozar del fruto’ se pasó en el reflexivo lograrse a ‘tener éxito una empresa’, ‘llegar a perfección un producto’, y al participio logrado ‘que ha tenido éxito, que alcanza perfección’ (un libro logrado); Aut. ya documenta estas acs. en el Siglo de Oro.

En cuanto a la ac. moderna ‘obtener’, ‘conseguir’, no figura todavía en Oudin, Percivale ni Covarr., y creo puede afirmarse que era todavía un neologismo en el Siglo de Oro; nacería en la frase lograr uno sus deseos, donde sería primitivamente ‘disfrutar de ellos’, pero ya tiene el sentido moderno en un pasaje del Quijote: «Tomé Cecial que vió quan mal avía logrado sus desseos, y el mal paradero que avía tenido su camino, dixo al Bachiller...» (II, xv, 53v°); pero se trata todavía de un ej. único en el libro1. Como consecuencia del empleo más frecuente de lograr, pronto este verbo adquirió la primacía sobre logro (de cuyo étimo derivaba su original latino), y este último pasó pronto a sentirse como un postverbal; de ahí que logro tenga ya el sentido ‘consecución’ en Eugenio Coloma, S. XVII (Aut.). Cej. VII, § 13.

El lat. LUCRUM ha dejado descendencia sólo en rumano, castellano y portugués, también en catalán y occitano antiguos, y hay algún ej. de loir ‘ganancia’ en francés en el S. XIII (PMLA LIV, 632-4); LUCRARI permaneció en los mismos idiomas y además vienen de ahí el it. logorare ‘gastar, desgastar’ y el galés lygru ‘echar a perder’ (Schuchardt, Litbl. XIV, 97). Duplicados cultos son lucro [Aut.], lucrar [Acad. S. XIX].

DERIV.

Lograr (V. arriba). Logrero [Berceo]; logrería; logrear.

Lucrativo [h. 1440, A. Torre (C. C. Smith, BHisp. LXI); fin S. XVII, Mondéjar, Aut.]; lucroso.

CPT.

Malograrse, malograr [1.ª mitad S. XVII, Aut.], malogrado [S. XVII]2, malogro [íd.].

1 El de Góngora que interpreta así Alemany, contiene en realidad la ac. ‘disfrutar’. En Calila, ed. Allen, 99.94, es interpolación impertinente del editor.―

2 No es imposible que con este compuesto se confundiera mal-agorado, derivado de AGÜERO, con el sentido de ‘desventurado’ (cat. malaurat, oc. malauirat); éste aparece en el ms. aragonés del Alex.: «Budas, un troyano que fué mal avorado, / por ferirse con él vino muy denodado, / diole el rey tal colpe... / echólo muerto frío» (509a, donde O trae mal aventurado). Así lo sugería Unamuno, Homen. a M. P. II, 60. Pero como malogrado puede explicarse por mal-logrado solo, harían falta más pruebas. Escriben mal logrado Rodríguez del Padrón (Canc. de Stúñiga, 62) y Vélez de Guevara (Serrana de la Vera, v. 1639).