LIRIA ‘liga, materia viscosa del muérdago, empleada para cazar pájaros’, voz dialectal de origen incierto; como antiguamente era lidia, y en el portugués del Minho liria significa ‘heces del vino’, quizá venga del céltico *LETէGA (Módena ledga, Parma lidga), metátesis de *LEGէTA ‘fango’, ‘heces’, de donde proceden, por una parte, el galés llaid y bretón lechit, y por otra parte el alto-italiano le(d)a ‘depósito fangoso del agua’.

1.ª doc.: «viscus: cosa llena de lidia·», h. 1400, en el glosario del Escorial.

El propio glosario traduce en otra parte el lat. viscus por liga. A Castro comenta «lidia es el moderno liria ‘liga’, que vive, por ejemplo, en Andalucía, con equivalencia acústica de -r- y -d-». En la tradición lexicográfica aparece liria muy tarde, sólo en las ed. de la Acad. en el S. XIX (ya 1843). No tengo otros datos acerca del vocablo en castellano1; Cej. VII, § 76. Que liria viene de lidia por vía fonética me parece claro, comp. la pronunciación argentina liriar LITIGARE, documentada en el artículo LIDIAR. Lo más sencillo sería que liria tuviese el mismo origen que el sinónimo liga, y si éste viene de LIGARE, no sería imposible explicar lidia por un *LէGէTA, participio vulgar de dicho verbo (formado como VOCէTUS de VACARE, PLICITUS de PLICARE); pero esta conjetura es inverosímil no habiendo testimonios directos ni indirectos de tal participio en parte alguna. El minhoto líria ‘heces del vino’ (Fig.), trasm. lirias, ast. occid. lliras ‘aftas, enfermedad de la boca, frecuente en los niños’, nos orienta hacia la familia céltica estudiada s. v. LÉGAMO. El galés llaid ‘fango’, bret. med. lechit, bret. mod. lec’hid «vase, lie», suponen una base céltica *LĔGէT-; del fem. céltico *LĔGէTA suele derivarse el lomb. leda, Véneto lea ‘depósito fangoso del agua’, alto-engad. glitta «crosta sudicia del fromaggio», sobreselv. gliet ‘fango’, y también, según M-L., el vasco lekeda ‘humor viscoso del limaco, caracol, gusanos’, ‘suciedad que se forma en la superficie de las aguas estancadas’, ‘cola de pegar objetos’, ‘goma’ (lekedatu ‘apegar, encolar’); por otra parte Monferrato, Reggio, Parma lidga y Módena ledga «fanghiglia» postulan una metátesis *LĔTէGA. De la misma puede venir sin dificultad el cast. ant. lidia, comp. LզTէGARE > lidiar y por otra parte TĔPէDUS > tibio; y las acs. vascas prueban que no hay la menor dificultad semántica. Para asegurar mejor la etimología sólo desearíamos poder documentar mejor el vocablo en los textos y dialectos españoles.

¿Hay que deducir de ahí que el cast. liga ‘liria’ también procede del céltico? Quizá sí, y esto tendría gran importancia para el análisis fonético del fr. lie ‘heces’, que unos derivan de *LĔGA y otros de un *LէGA más hipotético, único que podría compaginarse con la forma española (V. LÉGAMO). De todos modos nótese que la explicación del cast. liga a base de ligar es en sí irreprochable, y que nada se opone a que consideremos a liga de origen diferente de liria.

1 Fr. Diego de Valencia, poeta leonés, que escribía en el l.r cuarto del S. XV, en lugar de la conocida frase proverbial «ser tortas y pan pintado» (p. ej. Quijote II, ii, 9) dice «non es todo lirias nin pan rrepintado», Canc. de Baena, n.° 516, v. 52. Cej., Voc., quiere traducir ‘bagatelas’ e identificar con lilio = lirio, idea confusa e inadmisible. No creo tampoco que se trate de nuestro vocablo, sino de una alteración del lat. collyris, collyrida, ‘torta’ (colerida en los glosarios de Castro), puesto que a torta sustituye el vocablo en esta frase.