LAÑADO, ‘afianzado con grapas’, aplicado a un objeto resquebrajado, es de origen incierto: teniendo en cuenta que en Asturias, Galicia y Portugal lañar y sus afines significan ‘agrietar, abrir con incisiones’, es probable que sea descendiente de LANIARE ‘desgarrar’, cuyo participio en castellano, después de significar ‘agrietado’ se aplicaría al objeto resquebrajado pero reparado con abrazaderas.
1.ª doc.: «Una bacia chica, de fust, de masar, lannyada», invent, arag. de 1368 (BRAE IV, 345); Cej. VII, § 27.
Es muy difícil separar este vocablo del ast. laña ‘grieta’ que Rato da como significado básico, aunque conoce también el castellano2, gall. laña ‘grieta, hendidura’, lañar ‘agrietarse alguna cosa como la tierra, el barro, la cal, el cutis’ (Vall.), lañado ‘Heno de rendijas’ («polas fendas do tabique lañado», Castelao 194.14), port. lanho ‘golpe de instrumento cortante’ (o barbeiro fez-te dois lanhos), en el Norte del Brasil «pedaço de carne em tiras; lardo», lanhar «dar golpes em; ferir; maltratar; deturpar»3, alanhar «fazer lanhos, cortar ao longo; v. gr. alanhar o peixe, fazendo incis?es para o salgar» (ya en Bento Pereira, a. 1647), boca grande e eslanhada «boca bem fendida», hablando de un caballo, ya en Maestre Giraldo, a. 1318 (RL XIII, 310); Aut. registra como gallego lañar ‘abrir el pescado para salarle’4, pero lañear tiene el mismo sentido en Santander (G. Lomas), y lañar en el Oeste asturiano es además ‘limpiar las tripas del cerdo’ (Acevedo-F.)5. Está fuera de dudas que todo esto procede de LANIARE ‘desgarrar’6, con paso facilísimo de esta idea a la de ‘hender, agrietar’ (también Arcos de Valdevez lanhar «fender, rachar», RL XXII, 23): es palabra difundida en todos los romances salvo el rumano, rético y catalán (FEW V, 164-5; REW 4892, 4894), y bien vivaz en el latín vulgar y tardío con la ac. ‘sacrificar, inmolar’ (en la Ítala, en el glosario hispánico de Leiden, S. XI, y en judeorromance: Blondheim, Rom. XLIX, 364-5)7. No creo que el paso de lañado ‘(objeto) agrietado y reparado’ al transitivo lañar ‘reparar con grapas el objeto agrietado’ y la creación de un postverbal laña ‘alambre o abrazadera empleados con este objeto’ causen escrúpulo a nadie, tanto menos cuanto que lañado es más antiguo y más frecuente que laña en la época primitiva, de suerte que esta etimología podría darse ya por segura si no hubiese otra defendible y que ha sido aceptada comúnmente.
Desde Diez (Wb., 187) se admite que el cast. laña viene de LAMէNA ‘hoja de metal’, y M-L. (REW 4869), lejos de rechazar la idea, agrega gall. lañado ‘provisto de abrazaderas’ [?], laña ‘grieta’ y lañar ‘agrietarse’: es palmario lo inaceptable de la idea en cuanto a estos últimos, que el propio M-L. coloca en su artículo LANIARE; por lo que hace al castellano, fonéticamente puede aceptarse, pues ya en la Antigüedad o muy poco después hubo de existir una variante sincopada LAMNA8. Ciertas objeciones que pueden hacerse a la idea quebrantan su verosimilitud, pero no son dirimentes. En primer lugar Diez partió de LAMINA porque tenía una idea falsa del sentido de laña, que él traduce «scheibe, riemen», es decir, ‘rodaja’, ‘correa’, entendiendo mal el sentido del antiguo laja ‘lonja’ de la Acad.; parece que M-L. siguió las huellas de Diez sin preocuparse mucho del aspecto semántico; y aunque no es fácil ver cómo ‘hoja de metal’ pudo convertirse en ‘laña’, que es un alambre o una abrazadera, de todos modos el cambio no es inconcebible. La existencia popular de LAM(I)NA en la Península Ibérica, y de LAMNA en romance, es mucho menos segura de lo que cree M-L.: el cat. llauna, and. y gasc. launa, no tienen que ver con LAMINA (V. LAJA), y tampoco es bien seguro que el sic. lanna venga de ahí (V. nota)9. Sobre todo es inverosímil separar el cast. lañar del gall.-port. y leon. lanhar, lañar, y en cuanto a éstos no puede dudarse del étimo LANIARE, tanto por su significado como porque MN no puede dar nh en gallegoportugués, donde esta familia se documenta desde antes que en Castilla10. En definitiva, el étimo LAMINA no es del todo imposible, pero sí mucho menos verosímil.
DERIV.
Lañar y laña (V. arriba); lañador.
1 En el Oeste de Cataluña se dice tenalla por tinaja.― ↩
2 La ac. ‘astuto, perspicaz’, ‘sujeto de poco crédito’, Juan es un laña, ¡bona laña!, que registran él y García Rey, es más probable que venga de ‘resquebrajadura’, ‘hendidura sutil’, que de ‘abrazadera’.― ↩
3 El port. lanha, cast. laña, ‘coco tierno o verde’, es palabra de origen dravídico, sin relación con esto, vid. Dalgado.― ↩
4 Dato acaso obtenido de Sarm., quien entonces, a los 39 años, vivía en Madrid; once años después lo anotó en Pontevedra: lañado «de la sardina, cuando está abierta» (CaG. 104v).― ↩
5 De ahí Colunga llana ‘pez de la familia de los espáridos cuando está muy desarrollado’ (V).― ↩
6 Claro está que también el lañar «plaindre, lamenter» que Oudin y otros registran, con laña «plainte» y lañador «qui lamente», pero son voces sospechosas de italianismo, pues en Italia es donde lagnarsi ha tomado este significado. Castizo será en cambio laña ‘lonja de tocino’ que la Acad. daba ya como antiguo en 1843.― ↩
7 El granadino lanío ‘carnicero’ (A. Venceslada) parece cultismo (¿término estudiantil o frailesco?), o bien mozarabismo.― ↩
8 No todas las pruebas que se dan de este punto son seguras: el sentido de lanna en el seudo-Apuleyo es incierto (V. aquí s. v. LAJA). Sin embargo, lamnula se halla en glosas y lamnicus en agrimensores (Walde-H.); por otra parte el sic. y calabr. lanna (landa, làndia) ‘hojalata’ no pueden venir de LAMINA, sino de LAMNA, aunque la variante lànd(i)a no es fácil de explicar (comp. val. llanda íd. junto al cat. llanda ‘llanta’, de origen francés, y comp. el gall. lamia ‘llanta’ < LAMINA). También hay λĘμνα en griego bizantino según M-L.― ↩
9 Kuhn (RLiR XI, 174, 176) supone que Echo lambrado ‘tocho, palo’, lambrada ‘paliza, tochada con una vara’ vengan de LAMINA, lo cual no es nada convincente desde el punto de vista semántico ni dialectológico, pues el tratamiento mbr < MN no parece ser indígena en Aragón: luego para admitirlo debería ser en voz existente en castellano. Me parece más natural partir de alambrado ‘bastón con contera de cobre’, pues ‘cobre’ se decía alambre en castellano antiguo. Leo «una vara de sauce o de lambras» en el peruano o boliviano Arguedas (La Prensa de B. A., 21-VI-1942), pero ahí tenemos el quich. lámran ‘aliso’.― ↩
10 De todos modos hay un representante seguro de LAMINA en el gall. lamia ‘llanta de carruaje’, que se extiende hasta Sanabria y algún pueblo de Salamanca (VKR XI, 273; Krüger, Gegenstandsk., 220). ¡Pero nótese que es LAMINA y no LAMNA! Finalmente en Lamano leemos dos artículos «lamia: laña» y «laña: lámina», que parecen apoyar la etimología de Diez; pero la verdad es que a fuerza de querer apoyarla se hacen sospechosos. Contra su costumbre no da ahí Lamano ejs. fraseológicos ni localiza el vocablo en el segundo caso: Lamano era hombre erudito, de suerte que en el segundo caso su papeleta indicaba simplemente una etimología (tomada de la Acad., que a su vez seguía a Diez), y en el primero el significado de lamia sería ‘llanta’ como en todas partes (el vocablo ha de ser galleguismo en Salamanca dada su fonética) y él lo traduciría mal, quizá por obsesión erudita. ↩