LAY, tomado del fr. lai, y éste de una forma bretona o galesa hermana del irl. ant. laid ‘canción’.

1.ª doc.: princ. del S. XV, Canc. de Baena, p. 261; Acad. 1899.

Thurneysen, 103-4; REW 4854; Gamillscheg, EWFS 547. Raro en castellano. Esa palabra, viva en francés y oc. antiguos, que aparte de la ac. estrictamente poética tenía la de ‘poesía quejumbrosa y lamentación’, desde allí pasó al gall. y port. ant. lais ‘composición poética’ (en Ctgs. 8.15, 8.17, 103.16, y en una canción del portugués F. Rodrigues Redondo, princ. S. XIV, CEsc. R. Lapa, 139.13, etc., singular rimando en ais), y también con el sentido de ‘lamento’, ‘queja de dolor’ encontramos laio en gallego moderno (no port.), Vall., que por lo tanto no será celtismo directo sino extensión desde el empleo poético occitano: «laios de dôr» (Castelao 28.6); de ahí el deriv. gall. laiarse ‘quejarse dolorosamente’: «sempre remataba laiándose», «non fan mais que laiárense polo que perderon» (Castelao 161.2, 186.6, 273.4f., 215.6f.); laído ‘quejido’ (Vall.; Lugrís; «a tristura do seu laído ten caídas de fado portugués», Castelao 215.5f.); gall. salaio ‘suspiro’ (Vall.), fruto de un cruce con sabuco (= SOLLOZO).