JOVEN, descendiente semiculto del lat. JŬVĔNIS íd.

1.ª doc.: 1251, Calila, 20.94 (aplicado al elefante); J. Ruiz, 135761.

El vocablo universalmente usado fué MOZO, no sólo en la Edad Media, sino en todo el Siglo de Oro. En prosa normal no empieza a encontrarse joven hasta el S. XVII. Aut. no cita más que un ej., del P. Sartolo (1693); Cej. IV, p. 358, ninguno. Sin duda los hay anteriores, aparte del de Calila y el de J. Ruiz, que acaso sólo pertenezcan a los copistas (S. XV, y h. 1400), pero se trata siempre de textos en verso o de pasajes donde se aplica a animales. Es de notar que el único texto del Quijote que contiene el vocablo son los versos de Altisidora al Caballero (II, xliv, 167v°), cuyo estilo a fuerza de ser poético es casi burlesco. Son también poéticos los ejs. de F. de Herrera, J. de Castellanos, Villaviciosa, Hojeda y Virués, que cita Robles Dégano (Ortología, p. 43), y como es palabra frecuentísima en Góngora (pero ajena aun a escritor semiculterano, pero teatral, como J. Ruiz de Alarcón), Quevedo lo denuncia repetidamente como palabra típica del culteranismo (Libro de Todas las Cosas, ed. Cl. C., p. 148; Aguja de navegar Cultos, RH LXXVII, 341)2. Lo mismo ocurre en portugués; mientras que en los demás romances es voz del fondo común y hereditario. Pero en castellano, si lo hubiera sido, el resultado fonético había de ser *jone, comp. PECTINEM > peine, SANGUINEM > sangre, LENDINEM > liendre, *FAMINEM > hambre, y por otra parte CUBITUM > co(b)do, etc.

DERIV.

Jovenado. Jovenete (?, lo único que conozco es el italianismo joveneto, empleado por Góngora, joveneta en Polo de Medina, Terr.). Jovenzuelo [Acad. 1925; jovencillo, jovencito, están ya en Moratín], Juvenil [Mena (C. C. Smith, BHisp. LXI); Góngora; Covarr.], tomado de jŭvenīlis íd.; juvenible ant. Juventud [juventut, Apol., 20b; -ud, J. Ruiz, 582b; joventud, íd. 911c; etc.], tomado de jŭventus, -ūtis, se hizo usual, aunque culto, mucho antes que joven. Rejuvenecer [rejuvenir, 1438, J. de Mena; -ecer, S. XVI, Cej. IV, p. 358; 1628, Huerta], formado según el modelo del antiguo y popular remozar; rejuvenecimiento. Juvenco [Acad. ya 1817], ant., latinismo raro, de juvencus íd., aunque ha tenido empleo más amplio en Galicia, a causa del gall. xuvenca (Lugrís, Gram., 25), xovenco, -a, «de poco tiempo, novillo» (Carré), por lo demás vocablo conservado como romance sólo en rumano y en algún dialecto italiano y gascón (REW, 4641). Júnior [Acad. 1817], tomado de junior, comparativo de juvenis (para el uso anglicano de este vocablo, que tanto se está extendiendo, sobre todo en América, vid. Ortiz, Ca., p. 193).

1 «El buen galgo ligero, corredor e valiente, / avia quando era joven, pies ligeros, corriente», ms. S, pero nuevo en T. Éste sería el uso vulgar en tratándose de animales.―

2 Lo emplea en su prosa APal. («juventus... muchedumbre de jovenes;... juvenilis... que pertenece a los attos de los jovenes», 230b), pero el estilo de este lexicógrafo es latinizante y artificial. Falta totalmente en Nebr., PAlc. y aun C. de las Casas (1570). Está ya en Oudin, pero es notable que Covarr. no mencione el vocablo más que en la observación «dezimos joven en lengua Española antigua, y cortesanamente mancebo», confundiendo curiosamente lo poético con lo arcaico, que tantas veces andan juntos.