JINETE, significó primeramente ‘soldado de a caballo que peleaba con lanza y adarga, y llevaba encogidas las piernas, con estribos cortos’, y procede del ár. vg. zenêtī (ár. zanātî) ‘individuo de Zeneta’, tribu bereber, famosa por su caballería ligera, que acudió en defensa del reino de Granada en el S. XIII.
Se refiere esta crónica a la llegada de los Zenetes a España en 1263. A los mismos hechos alude la Crónica catalana de Jaime I, redactada como una década después de ocurrir los hechos, con las palabras: «havíem hoït d’ abans que·1 Rey de Castela s’era desavengut ab lo Rey de Granada, e que·1 Rey de Granada de lonch temps havia percaçats los moros d’elèn mar, e que passaven los
Genets en sa terra» (395). Otros pasajes de esta crónica narran cómo D. Jaime acudió al socorro de su yerno el Castellano, rescatando de manos de los Zenetes el reino de Murcia, y les llama siempre
Genets (vid. Balari). En el mismo idioma
genet o
ginet es usual en toda la Edad Media, sea como nombre de un soldado de a caballo que ataca súbitamente, y huye si no puede herir mortalmente (así a fines del S. XIV en Eiximenis), sea como denominación de una raza de caballos rápida, que se cabalgaban sin bardarlos (
encobertar), es decir, los caballos empleados por los Zenetes (vid. Ag.). En ambos sentidos es corriente también el vocablo en castellano
1 y en portugués medievales; de España pasó el vocablo a Francia, donde el oc. ant.
janet,
jainet (
ZRPh. XLVII, 431) y el fr.
genet [1384:
BhZRPh. LIV, 79], designan un caballo hijo de padre árabe y madre española, y también al it. ant.
giannetto (SS. XV-XVII), it.
gin(
n)
etto [S. XVII], íd. (Zaccaria). El sentido antiguo es el registrado todavía por Nebr.: «
ginete: levis armatura eques;
g.
de Salamanca,
vaso: urceolus fictilis», y en los tres glosarios de h. 1400 (s. v.
gėtulus ‘africano’,
hippodamus ‘domador de caballos’ y
prodromus ‘corredor’). En el sentido moderno de ‘el que monta a caballo’ es usual por lo menos desde princ. S. XVII (Cervantes, etc.); Cej. VIII, § 40. Para pruebas históricas de esta etimología, vid. Dozy,
Gloss., 276-7; para más documentación, Steiger,
Contrib., 146, n. 2, y Fcha., s. v.; para nombres de lugar del tipo
Atzaneta, (
La)
Gineta,
Ginete, y quizá, por lo menos en parte,
Sanet y
Benissanet, reveladores del influjo local de los Zenetes y frecuentes sobre todo en el Bajo Ebro, Mallorca, País Valenciano y Murcia, vid. Dubler,
Festschrift Jud, 196 y mapa. En el aspecto material nótese que el cambio de
z- en
j- se halla también en
JIRAFA y algún otro caso; y obsérvese que no debe partirse del nombre geográfico
Zanâta, denominación de la tribu en sí, como hacen mis predecesores, sino del gentilicio
zanātî, pronunciado vulgarmente
zenêtī, de acuerdo con la fonética del hispanoárabe, hoy
zenâti en el Norte de África. Una confirmación la aporta el adjetivo femenino
genetia (
hòmens a cavall a la genetia, en las instrucciones de Jaime II a su embajador en Marruecos, a. 1323,
Homen.
a M.
P.,
I, 830, e igualmente en Muntaner)
2.