JACERINO, cota jacerina ‘cota de mallas’, probablemente adaptación del ár. ǤazāȐirî ‘argelino’, derivado de al-ǤazâȐir ‘Argel’, de donde parecen haberse traído estas cotas.

1.ª doc.: 1586, Diego de Torres, Historia de los Jerifes.

En este autor figura como adjetivo, relativo a la armadura de un musulmán: «una cota de malla jacerina, vestida debaxo de la marlota»; análogamente en Pérez de Hita: «que le diessen una adarga fina, hecha en Fez, y una rica cota jacerina que él tenía, labrada en Damasco» (Guerras C. de Granada I, 69); otros datos en Cej. IX, § 175. Verdad es que con esto no queda demostrada la afirmación de Covarr. de que las mejores cotas jacerinas se habían hecho en Argel, pero sí de todos modos que se hacían en tierra de moros.

Tiene razón Dozy, Gloss., 289, al señalar esta laguna de nuestra documentación y subrayar que el cast. jacerina, con el port. jazerina y el it. ghiazzerino íd., son inseparables del fr. ant. jaseran1, oc. ant. jazeren de igual significado; pero como éste en la Chanson de Roland aparece en la forma osberc jazerenc, oc. ausberc jaserent o zazerent, está claro que en francés tenía -enc originario y por lo tanto estas formas no pueden apoyar la etimología de Dozy: fr. jac ‘jaco, jubón’ + ár. zárad ‘malla, cota de malla’, que además de sospechosa por su hibridismo tropieza con el hecho de que jac (y toda la familia de palabras estudiada aquí s. v. CHAQUETA) es palabra tardía, no documentada antes del S. XIV2. Hay que renunciar a la idea de Dozy y volver, por lo menos provisionalmente, a la etimología de Covarr., también aceptada por Diez (Wb., 162), Engelmann, Eguílaz, el DGén., Gamillscheg (EWFS) y Sainéan (Sources Indig. II, 398-9): en iberorromance e italiano se sustituyó la terminación arábiga gentilicia por la castellana equivalente -ino, y en lengua de Oc y francés se hizo lo mismo con la terminación autóctona correspondiente -enc.

1 De ahí se tomó el cat. ant. gesaran (Ag.), cast. ant. jasarán, jacerán, jaserán, del cual da ejs. el propio Dozy.―

2 Claro está que todavía es peor la etimología de Defrémery, Rev. Critique, 1868, p. 407, persa kazāġand ‘cota de mallas’, de evidente imposibilidad fonética.