ISLILLA, ‘sobaco’, ‘clavícula’, alteración del antiguo aslilla, que a su vez resulta del más antiguo aliella ‘sobaco’, diminutivo del lat. ALA íd., por cruce con asilla ‘clavícula’ y ‘sobaco’, diminutivo de ASA.

1.ª doc.: aliella, h. 1400, Glos. de Toledo; asilla, 1585, Arfe; aslilla, APal.; islilla, princ. S. XV, Canc. de Baena.

En el glosario de Toledo aliella traduce el b. lat. acella, que es variante del lat. axilla ‘sobaco’, como se ve por la traducción sobaco que el contemporáneo glosario de Palacio da a la misma forma acella; ello se confirma, y al mismo tiempo se ve que aliella no es una errata, por reaparecer esta forma en aquel mismo glosario como traducción de escella, otra variante del propio axilla, documentada en el bajo latín de otras partes (vid. Du C.). No hay dificultad para ver en esta forma un diminutivo del lat. LA, que además de significar ‘ala’, conserva en Horacio y en otros su sentido etimológico de ‘sobaco’; sabido es, en efecto, que el nombre más corriente del sobaco en latín, o sea AXILLA, no es más que un diminutivo de *AXLA, forma etimológica de LA; la misma formación de un diminutivo (que permitiese distinguir las dos acs. ‘ala’ y ‘sobaco’) se repetiría más tarde, cuando ya se había perdido noción de la formación de AXILLA, y así resultó *ALELLA, de donde el cast. ant. aliella. Por otra parte asilla figura claramente como nombre de la clavícula en el leonés Juan de Arfe de Villafañe: «el hueso del pecho [= ‘esternón’], cómo prende ambas asillas, que son dos huesos largos y delgados, que hacen la olla de la garganta y las puntas de los hombros»; también está en Iriarte (1774), que aunque juega del vocablo en su otra ac. de ‘pretexto, asidero’, lo emplea en el sentido de ‘sobaco’, como se ve por su alusión a las cosquillas: «buscar asillas para cosquillas»1 (V. las citas en el DHist.). Se comprende el doble sentido, tratándose de un derivado de asa, pues si las clavículas tienen forma de asas, también se puede asir a una persona por los sobacos a modo de asas; en una ac. muy análoga el port. asêlha se emplea en el Alentejo: «articulaçƟo escápulo-humeral: aselha do hombro» (Leite de V., RL IV, 228); por lo demás, en este idioma sólo significa ‘pequeña asa de cesta, etc.’ (documentado en Lopes de Castanheda, h. 1550, por Moraes, s. v. azelha). Cruzándose los dos sinónimos alilla y asilla resultó aslilla, que heredó los dos significados del segundo, como sugirió ya, con certera intuición, Spitzer (WS IX, 80n.), a pesar de no disponer de la documentación que ahora cito y que demuestra irrefutablemente su punto de vista2. APal. dice que aslilla es sinónimo de sobaco, y del lat. ala (12d), y en el mismo sentido emplea islilla a mediados del siglo siguiente S. de Horozco al hablar del mal de bubas; por Otra parte el anatómico Montaña (1551) toma aslilla por ‘clavícula’3, y lo mismo significa yslilla ya en una poesía del Canc. de Baena debida a Páez de Ribera4, mientras que aslilla en el Canc. de Castillo (h. 1500) y en Fernández de Villegas (1515), e islilla en el Quijote (I, xxxiv, 181), pueden significar en rigor cualquiera de las dos cosas; para esas autoridades, V. el DHist. y las citas de Rodríguez Marín, en su edición crítica de la obra cervantina (1927. III, 106n.). Hoy eslilla es la clavícula en la Argentina: «me había quebrado la eslilla y... tal vez tuviera el brazo sacado» (Guiraldes, D. S. Sombra, ed. Espasa, p. 201). Finalmente el cambio de aslilla en eslilla es debido a sustitución de «prefijo» (como ascuchar, asconder, astilla > escuchar, esconder, estilla, etc.), y posteriormente se supuso que eslilla era un diminutivo de isla con disimilación vulgar del tipo escribir > escrebir: de ahí la ultracorrección islilla, tanto más fácil cuanto que las clavículas sobresalen como islas de hueso en medio de la carne. De hecho la forma eslilla es también antigua y la emplea APal. en su pág. 34b: «ascella, logar so el braço, dicho porque de las eslillas se mueven los braços».

Ante esta explicación sencilla y coherente es preciso abandonar las otras etimologías propuestas: M-L. (RFE X, 301) admitía un cruce de AXILLA con un gót. *AHSէLA de igual significado (deducido del a. alem. ant. ahsala, alem. achsel, ags. eaxl, escand. ant. ྿xl), pero lo más probable es que de producirse tal cruce el resultado hubiese sido idéntico a la forma AXILLA y no una forma de pronunciación tan incómoda como *AHSILILLA; en cuanto a que el latín vulgar formara un «rediminutivo» *AXILLELLA, como quería Castro (RFE IV, 394; V, 30), es inverosímil en grado sumo tratándose de una voz de aspecto diminutivo tan marcado como ya lo era AXILLA, y por lo demás seguramente se habría formado más cómodamente *AXILLINA o algo análogo

5 .

1 En realidad se trata de un proverbio popular, ya registrado por Correas en 1627: «buscar asillas por costillas: achaques para bregas, achaques de pendencia, buscar asidero». Claro está que debe leerse cosquillas en vez de costillas.―

2 El isla de Berceo que cita ahí Spitzer (Mil., 666) es seguramente ‘lugar rodeado de mar’, pues como observa M-L. (WS IX, 88) no se puede a un tiempo llevar un saco bajo el sobaco y «troxado a cuestas», es decir, cargado sobre las espaldas. Como variante de su etimología, en MLN LIII, 125, propuso un cruce de AXILLA con alilla, lo cual deberíamos ahora entender en el sentido de que asilla ‘sobaco’ venga de AXILLA; pero esto no es posible: MAXILLA > mexilla prueba que AXILLA no habría alterado por disimilación su x palatal, y por lo demás habría resultado una sorda, mientras que hoy se pronuncia con sonora en el Alentejo, y lo mismo da a entender la grafía de Arfe. Debe concederse, con todo, la posibilidad de que asilla descienda del lat. AXILLA alterado por el influjo de asa en virtud de una etimología popular. Pero tal supuesto es innecesario.―

3 «Las aslillas son dos huesos delgados que nascen del hueso del pecho, y se va a juntar cada uno de su lado con los huesos de las espaldas...».―

4 «Los dientes terrosos, la lengua engordida, / color amarillo, los ojos jaldados, / las mexillas altas, la frente salida, / las yslillas secas, los beços colgados»: las clavículas salientes son típicas del hombre flaco.―

5 Carece de fundamento la vaga definición «la parte del cuerpo en el animal, desde el quadril hasta debajo del brazo, que también se llama ijar», que da Aut., pronto rectificada por la Acad.