INJERIR, ‘introducir o incluir una cosa en otra’, del lat. էNSĔRĔRE ‘introducir, insertar, intercalar’, ‘injertar’, vocablo latino en el cual se confundieron un derivado de SERERE (participio SERTUM) ‘tejer, trenzar’ y otro de SERERE (part. SATUM) ‘sembrar’, ‘plantar’.

1.ª doc.: enxerir, h. 1295, 1.ª Crón. Gral. 650a51; J. Ruiz1.

Más antiguamente sólo se halla el derivado ensierto ‘injerto’ («tener-m’ía por nada más que un seco ensierto», Apol., 39d), que no es más que una sustantivación del participio ensierto del verbo *enserir ‘injertar’; participio que hallamos en textos posteriores en la forma enjerto: un sombrero enjerto en parasol, en el Buscón, de Quevedo (ed. Cl. C., p. 109); castañita engerta cocida en Quiñones de B., NBAE XVIII, 568; pues no hay dueña que por / no esté engerta en un demonio, Vélez de Guevara (cita en El Rey en su Imaginación, ed. T. A. E., p. 145; más en Aut. s. v. enxerto; Cej. VIII, § 33). De ensierto se pasaría a enx(i)erto tal como de lieva a lleva, y desde allí se generalizaría la x a todo el verbo, pero hoy todavía se dice ensiertu (o insiertu) y ensertar ‘injertar’ en el asturiano de Colunga (Vigón); el influjo del grupo palatal nx y el del diptongo ie siguiente cambiaron el prefijo en- dándole la forma in-, aunque pudo contribuir la confusión con el cultismo ingerir del lat. ingĕrĕre ‘lanzar, aplicar, entrometer’, que pronto se introdujo en castellano2, y se ha mezclado con INSERERE (inserir, enxerir, éste ya en el S. XVI) en algunos puntos de Portugal, puesto que en el Minho ingerido significa ‘enflaquecido, depauperado’ (RL XXIX, 257), por alusión a la crisis que sufren las plantas injertadas; análogamente injerirse tiene el sentido de ‘engurruñarse’ en Colombia, Venezuela y Extremadura, con el cual aparece ya en el Canc. de Baena (Toro G., BRAE VII, 603); en Rodrigo Cota ‘enflaquecer, turbar’, HispR. XXVI, 276. En el español clásico es corriente el empleo de enxerir en el sentido de ‘injertar’ (Nebr. «enxerir de escudete: inoculo; enxerir como quiere: insero»; ejs. de Fr. L. de Granada y de Mariana en Aut., s. v. enx-, y de Quevedo, s. v. inx-); aunque pronto se deja sentir la tendencia a reservar para esta ac. el derivado injertar y a emplear el simple en acs. figuradas o traslaticias, únicas que sobreviven hoy en día; así ya en Juan Ruiz (junto a enxerir ‘injertar’, 1280), y p. ej. en el Coloquio de los Perros: «el gitano tenía un asno rabón, y en el pedazo de la cola que tenía sin cerdas le ingirió otra peluda, que parecía ser suya natural» (ed. Cl. C., p. 314)3.

De INSERERE y SERERE derivan probablemente el port. serilhar, gall. sarillar y ensarillar, que suponen un lat. vg. *(IN)SERICULARE ‘trenzar, enzarzar un hilo (alrededor de la madeja, alrededor de un palo)’ y ‘devanar’: port. serilhar ‘devanar en sarilho o aspa’ [Moraes], gall. sarillar ‘devanar las madejas’ (Lugrís), ensarillar ‘hacer madejas en el sarillo’ (Vall.)4, voz de amplio uso en la lengua general y literaria, relacionada con la idea de ‘enredar’, ‘trabar’, ‘liar’5. Del verbo *SERICULARE o directamente desde SERERE, con carácter instrumental, se derivó SERICULUM como nombre del aspa de devanar: port. serilho [Moraes], sarilho, gall. sarillo «aspa para devanar mazorcas o formar madejas que han de ser cocidas...» (Vall.); en parte cambiado en sarelo (Vall., Leiras Pulpeiro) por influjo de los sinónimos argadelo o arganello; sarillo aparece ya en los Cancioneros medievales6. La etimología *SERէCŬLA, derivada del lat. SERA ‘cerradura’, ‘tranca de cerrar la puerta’ (aceptada por el REW, GdDD y propuesta por Schuchardt) no conviene por razones morfológicas (de ahí se derivaría *SERULA o *SERELLA, pero no con -ICULUM) además de la imposibilidad semántica y de que SERA es palabra casi sin descendencia (a no ser indirecta, de SE[R]RARE) en romance.

DERIV.

Injeridura; enxeridor ‘el que injerta’ (Nebr.). Injerto [ensierto, Apol., V. arriba; exierto7, Fuero de Usagre]; ast. ensiertu ‘tira de tela agregada a una ropa para hacerla más larga’ (V), Sajambre ensierto y ensiertar (Fz. Gonzz., Oseja, 256). Injertar [enxenar, doc. de 1293, Staaff, 73.37; ast. ensertar ‘injertar’, ‘agregar un ensiertu’, V], comp. port. ant. exertar «consero» (S. XIV, RPhCal. VI, 79, § 711), oc. ant. ensertar ‘injertar’ (p. ej. en Peire Bremon Ricas-Novas, ASNSL CLX, 143); injerta; injertador; injertera. Entregerir antic. ‘injerir, mezclar una cosa con otra’, que debiera escribirse con -j- [1580, F. de Herrera; otro ej. de primeros del S. XVII, en Aut.].

Ínsito, tomado del lat. insĭtus participio de inserere ‘plantar o sembrar (en algo)’8.

1 «E por que de buen seso non puede omne reír / abré algunas bulras aquí a enxerir», 456.―

2 «Incutere es ingerir y echar y meter dentro» en APal. 209b, junto a «fixit: inxerió... metió dentro» ibid. 162d (lo mismo 151b, 210b), y «inserere: enxerir, como se dize enxerir en los árboles» ibid. 217d (y 214d).―

3 En la Arg. es hoy palabra muy campera. Creo significa ‘unir, pegar los pedazos de un lazo roto’: «arreglamos nuestras prendas de trabajo, injiriendo un lazo aquel a quien se le había cortado, cosiendo éste un maneador», Guiraldes, D. S. Sombra, ed. Espasa, p. 293; «por lo demás es habilidoso en sacar parejo un tiento, remendar un pretal, ingerir un tiro que se ramaleó [comp. ramales ‘bolas de gaucho’] o echarle una yapa a un lazo», A. Ghiraldo, La Prensa de B. A., 29-XI-1942.―

4 Éste da además una variante rara ensarabillar (no aceptado en las demás fuentes gallegas) y que será debida a contaminación de sarabelar ‘caer escarchilla’, sarabela ‘granizo menudo’.―

5 Ensarillarse ‘liarse por el pelo o arañarse (dos mujeres pendencieras)’: «ensarillanse cada vez más os aramios» (los hilos eléctricos, en la vida moderna), «as ruas ensarilladas da cidade», «ensarillar amistade», «mil ideas ensarilladas na chola» (Castelao 217.11, 222.12, 141.4, 54.30, 202.21).―

6 Crespo Pozo, s. v. devanadera dice que sarelo figura en las Ctgs. 273, pero quizás haya error o forma mal autorizada por los mss.; por lo menos no lo recoge Mettmann. En todo caso sarilho, se-, es la forma portuguesa y la corriente en gallego, donde el propio Crespo la localiza en las prov. de Pontevedra, Orense y Sanabria. Queda un representante aislado en it. dial.: Valvestino serelo ‘vara de la rueca’ y ‘garrucha’.―

7 Esta forma, citada por Cej., Voc., y acaso mal leída, no puede tomarse como indicio de una etimología EXSERERE, pues este verbo sólo significa ‘sacar afuera’ y ‘ejercitar’.―

8 Deberá examinarse la posibilidad de que el portugués inçado ‘plagado, lleno (de sabandijas)’ sea un lat. *INSATUS, forma recompuesta en lugar de insĭtus; del portugués el vocablo ha pasado a Canarias (insado de piojos, de pulgas, BRAE VII, 337). No desconozco, sin embargo, los méritos de la etimología de C. Michäelis, ZRPh. XXVIII, 607, lat. INDICIARE, derivado de INDICIUM ‘huevo nidal’ (port. endês OVUM INDICII), que éste no es el lugar de estudiar. Debería averiguarse si el vocablo está ya escrito con ç en los autores del S. XVII y fines del XVI que cita con esta ortografía Moraes (y ya Bluteau). En este sentido es importante el que la forma gallega tenga -z-: «una planta inza mucho» cuando cunde y gana terreno; usado por los niños en el juego: «Perico va a inzar o va a la inza con solos dos cuartos, esto es va a ganar en el deseo (?) mucho con poco» (Sarm. CaG. 207r y p. 164), ‘llenar, infestar de (insectos, animalillos o cosas perjudiciales)’ (Vall.), ‘multiplicar, reproducir’ (Lugrís, Vall., Castelao 295.6, 126.6, 295.6; para inzón ‘arador de la sarna’, que no puede fonéticamente ser INFECTIONE, como quiere GdD, Gram. Gall. 55, y que de inzar sólo ha recibido en parte la inicial, vid. azón, s. n. OÍR). Hay que contar además con la posibilidad de la etimología INITIARE (perpetuado en los Alpes y Alta Italia), que sería tan sencilla fonéticamente ―cf., p. ej., cat. encetar ‘ulcerar levemente’― y hay que contar también con el hecho de que el cat. enze ‘señuelo de pájaros’ refuerza el argumento en favor de INDէCEM > port. endes ‘nidal’. Vid. en Nascentes otras propuestas etimológicas.