INFURCIÓN, ‘tributo en viandas, granos o dinero que pagaba el pechero al señor por razón del solar que éste le daba’, del antiguo eforción, metátesis del b. lat. offertio, -ōnis, íd., derivado de offerre ‘ofrecer, presentar’.

1.ª doc.: oforcione, doc. de Sahagún, del año 1000, citado en M. P., Oríg. 292; infurción, 1222, Fuero Viejo de Castilla.

Es básico el artículo de M. P., Cid, 640-3; pero debe rechazarse su etimología *INFRȢCTIĶNEM, derivado de FRUCTUS ‘fruto’ por varias razones concluyentes: 1.° la inicial in-(en-) y la terminación -ción se oponen a un origen denominal e indican indudablemente un derivado deverbal, luego no podría ser derivado de FRUCTUS, sino del verbo FRUERE, que entonces significaría ‘acto de disfrutar’ o algo análogo y no ‘tributo en frutos’; 2.° no existió nunca un verbo *INFRUERE, por lo tanto no se explicaría la primera sílaba; 3.° entre las numerosísimas variantes que citan M. P. y Oelschl. y las que yo agrego no hay ninguna en -fru-, sin la supuesta trasposición de la r, lo cual sería inexplicable; 4.° la infurción podía pagarse en dinero, según indicó el propio M. P. (ya en doc. de 1228), y era tan común que se pagaran tocino y otras viandas animales como frutos vegetales, de suerte que no existe relación semántica clara con FRUCTUS. Por otra parte, las formas en -for- son numerosas y antiguas (oforcione, a. 1000; F. Escalona 438, cita de GdDD 4675; efforcionem, a. 1074, F. Palenzuela; sforcione en este mismo fuero y esforcio1 en otros; esforcion en el Cid, 2822; enforcion, Alex., 22), de suerte que en lugar de poder explicarlas como debidas a una contaminación poco natural de foro, según propone M. P., debemos mirarlas como más originarias que las en -u-, que no aparecen bien documentadas hasta el Poema del Cid (donde se explican por la conocida ley castellana de metafonía) o en latinizaciones de la misma época.

Luego partiremos de eforción, metátesis de offertiōnem; aquél pudo cambiarse en efurción (así en el Fuero de Lara), o bien pudo por cambio de prefijo pasar, ora a enfurción (Cid; parcialmente latinizado en infurción en textos latinos o jurídicos), ora a furción (Berceo, Mil., 132; S. Mill., 397), ora al citado esforción o a desfurción (Fuero de Sepúlveda). En cuanto al lat. offertio, -ōnis, está abundantemente documentado en Du C., como nombre de un tributo, en docs. de los SS. VIII-XII, entre ellos uno de 755 y varios hispánicos; por lo demás no es más que el equivalente del clásico oblatio, -ōnis (cuando el vulgar offertus sustituyó al lat. oblatus); y oblatio, también frecuente en la alta Edad Media (Du C.; Baxter; ej. del a. 736 en Koestler, Wb. zum Kodex Juris Canonici), lo define Du C. precisamente en los mismos términos que M. P. emplea para determinar el significado de infurción: «munera quibus tenentes dominos suos in certis occasionibus prosequi tenebantur». Otra prueba del uso de offertio en el bajo latín de España nos la proporcionan las Glosas de Silos (S. X) al hablar «de offercione idolis», o sea, ‘ofrenda o sacrificio idolátrico’ (n.° 308). Cat. ant. oferçó ‘dádiva, regalo, oferta’ en las Vidas rosellonesas f° 60v°b, 61rºb.

En vista de las formas que he citado debe también rechazarse el étimo functio, -ōnis, ‘acto de pagar un tributo’, propuesto por Cornu (Rom. X, 80), que no explica la inicial en- (in-, es-, e-), y choca con la falta total de formas en -fun-. Para otras etimologías propuestas y aún menos aceptables, vid. M. P., l. c. Nótese que el cambio de offertionem en eforción ~ infurción ~ furción es rigurosamente paralelo al de OFFERTORIA en infertoria ~ HORTERA, de suerte que las dos etimologías se corroboran mutuamente.

DERIV.

Infurcioniego.

1 La Acad. cita una análoga forma de nominativo enfurcio.