HARINA, del lat. FARզNA íd.
1.ª doc.: farina, Berceo.
DERIV.
Harinado; comp. ALFARNATE. Harinero (en la ac. ‘cajón donde cae la harina’ en Lagartera, prov. Toledo, Espinosa-Castellanos, RFE XXIII; acaso tenga la misma ac. arinal en invent. arag. de 1331, BRAE II, 554, en otras partes harnal según RFE XXIII). Harinoso. Harnero ‘cribo’ [farnero, J. Ruiz, 718, 723; harnero, Nebr.; 1542, D. Gracián], síncopa de harinero1; harnerero; harneruelo [1633, Lz. de Arenas, p. 5]. Enharinar. Fariño salm. ‘(tierra) de ínfima calidad’, derivado del portuguesismo fariña. Farinato, salm. Farinetas, arag. Cultismo: farináceo.
1 Comp. el gall. farnar ‘fecundarse los cereales y uvas por medio del polvillo de sus estambres’, otro derivado sincopado de FARINA, para el cual vid. G. de Diego, RFE VII, 143. Farnar figura en los diccionarios gallegos desde el de F. J. Rodríguez; el deriv. farna «época o acto de fecundarse ciertas plantas» (Vall.) y de ahí concretando farna o farnas ‘los pendones o garzotas de la caña del maíz’ (Sarm. CaG. 61v, todavía usual en Pontevedra y Orense, vid. Crespo Pozo, s. v. maíz). De ahí luego farmentos, planta gall. muy conocida que Sarm. (ib. l58v, A99r) identifica con el cenizo o ceñilgo, justificando tan atinada etimología «por la ceniza o harina que tiene la hoja en el respaldo». ↩