HALCÓN, del lat. tardío FALCO, -ĶNIS, íd., de origen incierto, probablemente idéntico al adjetivo FALCO, -ĶNIS, dicho de personas de dedos o pies torcidos, que es derivado de FALXhoz’; la aplicación al ave de rapiña se deberá a las uñas retorcidas del halcón.

1.ª doc.: orígenes del idioma (falcón está ya en el Cid, y como nombre de persona se halla en documento de 924).

Frecuente desde los primeros siglos del idioma: figura también en Calila, y para más ejs. vid. Castro, RFE VIII, 354. Nebr. distingue el halcón en términos generales («accipiter sublimita») del halcón tagarote, borní, neblí, sacre, girifalte, alfaneque y baharí. Para la discusión, ya antigua, sobre si FALCO es germanismo en latín o latinismo en germánico, vid. Kluge, s. v. falke; Brüch, Einfl. d. germ. auf d. vglat., 8; REW, 3158; FEW III, 381; Walde-H., s. v.; y la bibliografía allí citada. Hoy los mejores autores se inclinan por la segunda alternativa, y sólo Ernout-M. permanece todavía indeciso. Los hechos son: en latín es frecuente como nombre de ave desde el S. V, y ya se halla en la Ítala (cuya mayor parte corresponde al S. III o fines del II)1, y difícilmente puede dudarse de su identidad con el apodo o adjetivo personal falco, ya documentado en el año 193 y explicado en la forma citada en las glosas antiquísimas de Festo; en germánico no tiene etimología evidente y sólo se documenta en fecha temprana en el alto alemán antiguo y en el neerlandés medio, es decir, en los dialectos más influidos por el romance; finalmente se cree que la caza de altanería fué enseñada a los germanos por los pueblos romances, y aunque es verdad que muchas aves de cetrería se traían de Escandinavia, allí nuestro vocablo no aparece hasta muy tarde. Para denominaciones de aves rapaces a base de la forma curva de sus uñas, vid GAVILÁN, y otros casos allí citados, a los que puede agregarse el gr. şρπƓ ‘hoz’ y ‘halcón’.

DERIV.

Halconero [Nebr.]; halconera; halconería. Halconado. Halconear. Y comp. AZCONA.

1 Los pasajes que suelen citarse de Fírmico Materno (año 334) parecen ser interpolaciones (ThLL, s. v.; A. Thomas, Rom. XLI, 456).